Un gran mal se ha desatado en Britannia junto con el regreso de dos de los demonios más antiguos. Una maldición, un propósito, una guerra.
Advertencia⚠
○Esta historia contiene spoilers, más allá de la 3era temporada de NNT.
🚫No copias
🚫No adaptac...
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•Pequeño cuervo•
°Narra Darcy°
-¿Qué te gustaría de cumpleaños, pequeña? ¿Una nueva tiara? ¿Un collar de diamantes? ¿Un brazalete de zafiros?- me preguntó mi madre. Escuché un gruñido a mis espaldas, voltée. Mi hermana tenía el ceño fruncido. Miré la ventana, un grupo de aves pasaba por ahí.
-Quiero un cuervo-
Ese recuerdo vino a mi mente, este cuervo había estado conmigo desde que tenía no sé, ¿6 años?. Me sorprendió mucho que aún siguiera vivo.
-Haz sobrevivido mucho, ¿eeh?- lo tomé en brazos, -Eres un obstinado- le acaricié las alas. -Bellos días de sol... resplandecen, qué hermosos son, tú conmigo y yo contigo, estando unidos... tú y yo...- la canción que siempre me cantaba mi madre. -¿Porqué tuviste que elegir un mal camino, Hathor?- me pregunté mientras miraba la luna. Me da mucha tristeza saber que hay muchas cosas que no se pueden cambiar, sobre todo el hecho de que mi hermano esté en mi contra. Jamás quise esto. Mi pequeño cuervo voló de mis brazos y comenzó a alejarse, lo ví desaparecer ante la oscuridad de la noche. No lo llamaba pequeño cuervo por cariño, si no que es un cuervo que nunca llegó a envejecer, se quedó cómo la primera vez que me lo dieron. Me adentré a mi habitación, me bañé de nuevo y me acosté, no quiero que mi felicidad termine, pero sé que cuando llegue el momento, tendré que renunciar a ella. Comencé a cerrar los ojos.
Me levanté del pasto y sacudí la hierba que tenía en mi bata. Caminé hacia la colina y me senté al lado de mi madre.
-Hola niña- me saludó, le sonreí ladinamente. -¿Te pasa algo?-
-¿Cómo es Hathor? Mamá- pregunté sin mirarla.
-¿Por qué lo preguntas?- cerró el libro que tenía en manos, levanté los hombros.
-Quizás porque jamás me lo dijiste, y ahora quiero saber- nos quedamos en silencio.
-Hathor, él... tiene unos ojos idénticos a los tuyos- la miré.
-¿De verdad?- le pregunté interesada, ella sintió.
-Su cabello es igual de platinado que el tuyo- comencé a crear una imagen de él en mi mente, que ironía, estoy en mi mente. -Él a diferencia de tí, su cicatriz se encuentra en su mejilla izquierda. Y tiene unos labios muy preciosos, eso lo sacó de mí- se tocó el pecho orgullosa, sonreí ante eso. -Lamento mucho no haberte hablado de él antes-
-Nofué tu culpa, mamá. Sé que no estaba lista para saberlo- miré hacia adelante.
