Un gran mal se ha desatado en Britannia junto con el regreso de dos de los demonios más antiguos. Una maldición, un propósito, una guerra.
Advertencia⚠
○Esta historia contiene spoilers, más allá de la 3era temporada de NNT.
🚫No copias
🚫No adaptac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•Una historia del pasado•
°Flashback° °Narra Darcy° Me recosté en la barandilla de mi balcón, estaba tan furiosa, ¿cómo se atrevía a tratar de solucionar algo que está demasiado roto?, es una hipócrita. Estaba tan molesta con ella, había planeado irme de aquí en cuanto ella se durmiera esta noche, empaqué mi ropa, metí mi espada en su vaina y la dejé encima de la cama. Comencé a escribir una carta para cuando ella llegara, ya no podía más. Necesitaba irme de aquí, estoy demasiado cansada con esta estúpida maldición cómo para sentirme mal por alguien que me ha tratado tan horrendo. Solté la pluma en cuanto escuché una explosión, corrí hacia el balcón, había fuego en el pueblo. Tomé mi espada y salí corriendo del castillo.
-¡Princesa!- corrí hacia dónde estaba mi nana.
-Mary, ¿en dónde está mi mamá?- le pregunté.
-Corrió hacia el pueblo, ¡nos están atacando!- gritó desesperada, dios mío.
-¡Iré a buscarla! Quédate aquí- le dije.
-¡No valla! Puede ser peligroso- me tomó del brazo, comenzó a llorar.
-Estaré bien, no se preocupe nana- le dí un beso rápido en la frente y corrí hacia el pueblo, habían casas en llamas y gente en el piso. Miré hacia todos lados.
-¡Mamá!- miré hacia el lado izquierdo, -¡Mamá ven!- era un niño. Miré cómo una casa estaba apunto de derrumbarse, corrí hacia él, lo tomé y corrí de regreso. -¡Quiero a mi mamá!- estaba llorando.
-¿No sabes en dónde está ella?- le pregunté y comencé a mirar hacia todas partes.
-Estaba adentro de mi casa- apuntó la casa que se había caído, cerré los ojos, ¿qué hago?.
-¡Ryan! ¡Ryan!- escuché una voz.
-¡Hermanaa!- gritó, ví a una mujer acercarse a nosotros, él saltó a sus brazos.
-¡Muchas gracias!- me agradeció.
-No es nada, manténganse a salvo, vuelvo en unos minutos- comencé a correr. ¿Cómo encontraría a mi madre aquí?. Su olor, podría servir, pero aquí sólo hay humo. Escuché gritos provenientes de las afueras del pueblo, comencé a correr hacia ahí. Estaba cerca, cuando sentí un golpe en mi cabeza.
[...]
Abrí los ojos, me toqué la cabeza, ¿qué me pasó?, mi cabeza dolía cómo el infierno.
