La habitación amplia, parecía haberse reducido para ella. Se sentía intimidada y nerviosa, aquel par de ojos dorados le veían expectantes y analíticos. El rostro gélido de quien sería su oyente, la inducia a que se planteara una y mil veces más la idea de hablar con él.
Su mente se debatía entre lo correcto y lo inusual; era correcto aclarar muchas dudas, las cuales iban en aumento siempre que le veía o le tenía cerca, inusual era que ese desconocido despertase emociones en su interior que creía muertas.
Sentada en el borde de la camilla, apretó con fuerza la sábana y miró con interés las arrugas que ocasionaba en ella por apretarla. Él se aclaró la garganta obteniendo con tal sonido, la atención de la chica.
Kagome le veía fijamente, con aquellos ojos azules llenos de melancolía y desasosiego. Su mirada reflejaba la tristeza que su interior albergaba por mucho tiempo.Sesshomaru se rascó el tabique nasal y nuevamente adoptó la postura anterior; sus codos sobre las rodillas y ambas manos entrelazadas sosteniendo su barbilla. La escena era un tanto divertida, ambos adultos, con tantas cosas qué hablar pero siendo afectados por un pesado silencio...eso no era normal.
— Gracias — habló ella con voz tímida, rompiendo así el silencio sepulcral que los había embargado por más de media hora. Sesshomaru parpadeó rápidamente pero no proliferó palabra alguna — Si tu no hubieses llegado, posiblemente yo...
— No pienses en eso — la interrumpió al comprender el rumbo de su conversación.
Él, muy en el fondo se sentía inquieto, incomprensible consigo mismo. Esa chica le hacía actuar de manera extraña. Sus acciones no eran frecuentes o mejor dicho, nunca había actuado así. Jamás sintió el impulso o el deseo de ayudar a alguien. Siempre iba por el mundo con pensamientos prácticos. Interesado únicamente en el dinero pero ¿Qué haría? Solo tenía un mes para tomar una decisión definitiva.
Kagome ahogó un suspiro y se levantó. Se paró frente a la ventana y observó la extravagante ciudad. Tokio simplemente era hermosa sin importar el tiempo, ya sea de día o de noche, se imponía con elegancia. Esas emociones aglomeradas en su interior debía de ser sobrellevarlas con cautela. Después de todo lo que le había sucedido, simplemente no podía entregarse así porque sí.
Pueda que lo que esté deseando no sea lo mismo que influya en las acciones de Sesshomaru, quizá estaba mal interpretando su actuar. Es médico, su profesión es ayudar a los demás, sin embargo una extraña sensación le advertía de que no era así, de que había algo más allí, detrás de esa intensa mirada pero ¿Qué? ¿Quién mejor que él mismo para acallar sus voces internas? Convencida de que debía ponerle un alto a aquella situación habló:
— ¿Qué quieres de mí?
Sesshomaru se mordió el labio inferior y arrugó la nariz. Ya tenía una respuesta para esa pregunta aunque no esperaba que fuera justo en ese momento que la formulara.
Taisho siempre ha sido un hombre práctico y directo. Los rodeos o darle tanta vuelta a un asunto le causaban desazón, un mal sabor. Ir directo al grano eran una de sus tantas cualidades. No le importaba si hacía bien o mal al hablar simplemente con la verdad o si causaba reacciones negativas en las demás personas...a él no le importaba nada más que no fuera su bienestar y con ella no sería la excepción.
— Busco sexo.
Contestó con tanta naturalidad que los vellos femeninos se crisparon al instante. Kagome cerró sus ojos fuertemente y luchó internamente para ignorar aquella punzada de dolor en su pecho. Sus expectativas habían ido más allá de la realidad... sexo, simplemente sexo.
— ¿Por qué yo?
Le cuestionó observando su reflejo a través de el cristal de la ventana. Vió como Sesshomaru se removía en el asiento y se frotaba el rostro con ambas manos. Aquella conversación se había vuelto todo menos agradable. Se sentía como un trozo de carne, un objeto deseado para luego ser desechado.

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BAJO LA LUNA (Terminado)
Fiksi PenggemarSesshomaru Taisho no cree en el amor... Kagome Higurashi sueña con el hombre perfecto. ambos polos opuestos pero unidos por el hilo rojo del destino. Él creerá que solo será sexo...ella pensará que es amor. ¿Podrá Kagome romper el hielo que cubre...