Parte 1.

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Capítulo 1 & 2.

Capítulo 1.

Dulce y Ucker estaban cenando en un restaurante cuando empezó a sonar el móvil de ella. Ucker se empezó a reír pues la música que sonaba no era otra que la canción de ella “quiero poder”. Ante esto, Dul le regala una mirada de medio enfado y mira la pantalla de su celular. “¿Poncho?” pensó ella, y de todos modos lo cogió.

-¿Bueno?

-Dul, por favor necesito un favor enorme… ¿estás sola?- ante esta pregunta miró a Ucker y le dijo que esperara un segundo que ahora volvía.

-Sí, Poncho dime, ya estoy sola… ¿qué te ocurre? Te noto preocupado- y así era, al otro lado del teléfono estaba Poncho con el semblante con una mezcla entre tranquilidad y seriedad.

-Dulce mira estoy llegando a tu departamento, necesito que hablemos. Discutí con Fabiola, y no tengo donde ir y pues pensé en ti, no te importa ¿verdad?

-Pues claro que no. Sabes que me tienes aquí para lo que necesites. Ahora bien estoy cenando con Ucker, aunque ya estamos terminando, de todas formas en 15 minutos estoy ahí ¿de acuerdo?

-Gracias ardillita, pero si estas muy a gusto no te preocupes que te espero lo que sea necesario ¿sí?-ante esto comenzó a reírse por lo que había dicho, la idea de Dulce y Ucker juntos era la menos divertida, aunque increíble demasiado incompatibles él uno y él otro.

-¡Óyeme! ¿Qué te hace tanta gracia? Te dije en un rato estoy ahí y estaré…- Dulce colgó su teléfono y volvió a la mesa con un impaciente Ucker.

-¿Con quién hablabas? ¿Y por qué te fuiste?

-Lo siento bebé tengo que marcharme antes, me ha surgido un problema y debo regresar a mi departamento, ¿me puedes acercar allá?

-¿Pero qué pasó? Bueno no importa si no me quieres contar, pedimos la cuenta y ya no hay problema yo te llevo.

-Gracias mi Ucker, no te enfades ¿sí? Otro día quedamos de nuevo y ya.. Si es que eres un amor- a la vez que le decía esto se acercaba a su amigo para pellizcarle la mejilla y darle un beso en ella, a lo que Ucker sólo podía responder con una sonrisa.

Dicho y hecho. Ucker pagó la cuenta y ambos se fueron para el coche de éste y acercarse al departamento de Dulce.
Mientras tanto, en las escaleras de entrada al departamento de ésta, se encontraba un Poncho pensativo con la cabeza metida entre las piernas. Otra vez había discutido con Fabiola, pero esta vez era diferente: era la definitiva. Ahora sentía como que nunca había estado verdaderamente enamorada de ella. Pensaba y pensaba y se dio cuenta que realmente la última mujer a la que de verdad había amado con toda su alma era Dulce María. Pero en estos momentos ella era su ardillita, su mejor amiga, su compañera de travesuras, su apoyo en cada momento, ¿o quizá seguía siendo su amor…?

Capítulo 2.

-¡Poncho!- gritaba Fabiola desde su habitación. Poncho corrió de inmediato a su encuentro pensando el motivo por el que su novia le reclamaba de esa manera. Y allí estaba ella sentada en su escritorio mirando la pantalla de su PC, con cara de pocos amigos.

-¿Qué te pasó ahora Fabiola?- preguntó resignado Poncho. La verdad últimamente se la pasaban discutiendo, cualquier motivo era válido para hacerlo, y él se estaba dando cuenta que ella no era la mujer con la que había soñado, definitivamente no era la mujer de su vida.

-Poncho estoy cansada de que me veas la cara, ¿qué cosa te traes con Dulce?

-¿Qué?- la verdad esta era la pregunta que menos esperaba, ¿con Dul? ¿Qué le iba a pasar? Eran amigos y se tenían el uno al otro en todo momento en lo bueno y el malo.- ¿A ver qué pasa con la ardilla? ¿De qué hablas? ¿Qué traes con Dul?

-Dul, ardillita… ¡estoy cansada! Pareciera que anduvieras con ella en lugar de conmigo, mira lo que me encontré ahora, nuevas fotitos de los dos en el hotel del último concierto, y hasta videos hay… ¿es que no me entiendes? Estoy harta de que todo el mundo hable de ustedes, que todos digan mira no más que linda pareja, debería volver, y mil cosas más… ¡Estoy harta!

-Fabiola mira en buen plan relájate y deja tus escenitas de celos que sabes no me gustan nada…

-Entonces no me des motivos para montártelas…

-¿Qué?- preguntó un también cansado Poncho- esto es lo último, sabes de sobra, y mejor que nadie que entre Dulce María ¿mejor así?- le preguntó con sarcasmo a lo que Fabiola sólo volvió la cara para dejar de mirarlo- y yo somos amigos, ella me ha ayudado siempre y yo a ella, la quiero mucho pero no tengo nada con ella. ¿Es que no ves que con la que estoy eres tú? La verdad no entiendo para que tanto celos…

-Mira mi amor- Fabiola parecía un poco más relajada y se acercó a su novio poco a poco para mirarle a los ojos mientras le hablaba.- Yo sé que tú la quieres mucho, pero mira no más ella anda solterita seguro está deseando echarte el lazo nuevamente, y tengo miedo. Tengo miedo de perderte y que regreses con ella… ¿Sabes lo que me haría muy feliz?- Poncho le hizo un gesto para que dijera- Deja de verla…

-¿Qué?- esto ya era lo que más le había sorprendido a Poncho de toda la conversación- ¿Te volviste loca, no es cierto? ¿Cómo voy a dejar de verla? Por si no recuerdas es mi compañera de trabajo, grabamos una serie juntos y estamos en RBD juntos, ¿o ya se te olvidó?

-No mi amor, claro que no… pero lo que te pido es que dejes de verla fuera de cámaras, que dejes de hablarle, de mirarle y pararte frente a ella. Te pido que tengáis una relación exclusivamente profesional…

-Fabiola, te diré una sola cosa- decía un muy relajado Poncho- ¡Adiós! Esto ya llegó a un fin. Te volviste loca. Llevamos semanas que solamente discutimos. Estoy cansado de tus escenitas de celos, de tus discusiones… de ti en general y de ti en particular. Fabiola estaba muda, no podía creer lo que Poncho le decía, verdaderamente la estaba plantando…

-Poncho no sabes lo que dices, mira puede que me pase con los celos pero es que tengo miedo de perderte, además tú y Dulce se la pasan el día entero juntitos. Estás más tiempo con ella que conmigo, ¿no crees que esos sean motivos de celos?

-Mira Fabiola, mejor déjalo. Esto no es cosa de Dulce ni de nadie. Simplemente me di cuenta que no te amo, pero ya esto fue el detonante de la bomba que nos rodeaba.

-¿No me amas?- dijo fríamente ella-pues mira mi amor- estas palabras las dijo con un tono de desprecio- aquí tienes el armario, recoge tus cosas… ¡Y vete de mi casa!
Poncho empezó a reírse, definitivamente su novia, bueno ahora su ex novia estaba loca, esos cambios de humor, esos cambios de tono, no más parecía una actriz de Hollywood con sus locuras.

-Claro, Fabiola con gusto recojo mis cosas y me voy de este lugar…

-Ahora nada más falta que sepas donde vas a irte, porque no tienes a nadie en la capital… ya verás como te arrepentirás de todo lo que me has dicho, todo lo que me has hecho, Poncho eres un desgraciado, ¡maldito seas Alfonso Herrera!
Fabiola seguía maldiciendo y soltando palabritas de amor a Poncho mientras este recogía sus cosas. Pero de pronto se dio cuenta de una cosa, algo de lo que había dicho Fabiola era cierto ¿Dónde podría ir ahora?

_____

Y pues bueno, ahora llegó el turno de 'Bendita la luz de tu mirada'
Les dije que poco a poco iba ir subiendo todas las webnovelas que ya había subido en la cuenta que fue eliminada.
Espero que está vez Wattpad no me haga lo mismo. 😑

Nos estamos leyendo...

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora