Parte 11.

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21 & 22

Capitulo 21

Any, Poncho, Ucker y Dul iban en el coche de Christian, que era quien mejor había acabado tras la fiesta de celebración del cumpleaños de la primera, el resto iba riéndose medio borrachos todos. Dulce iba sentada junto al conductor mientras atrás iba el resto. Por su parte May se había retirado de la fiesta con su novio. En el camino iban cantando cualquier canción que apareciera en la radio, aunque más bien hacían el intento pues a ninguno se le entendían más de dos palabras seguidas. Ucker miraba de reojo a Dulce, la verdad que esa noche se veía especialmente linda, de nuevo había elegido una mini vaquera que tan bien le sentaban a esas piernas que le volvían loco, mientras Poncho agarraba los cachetes de Dul desde el asiento trasero repitiendo una y otra vez ardilla mamá.

-Ardilla mamá, sí señor, tú la ardilla mamá y yo la ardilla papá…y Annie como no la ardilla bicolor aunque…-dijo con los ojos ahora abiertos- ya tiene el pelo unicolor…Bueno pues la ardilla güerita…
Todos rieron ante el comentario de Poncho.

-¡Eh güero! Tenga cuidadito vaya a ser que las ardillas padres vayan a darnos ardillitas antes de la cuenta… Que no quiero ser ardilla tita aún…aunque pensándolo bien…¡Sí que quiero! Please tengan una ardillita que nos llene de alegría.-dijo Annie dando palmitas y saltos en el asiento del coche, por lo que Dulce ser giró bruscamente para mirarla muy seria.

-Que la tenga la más vieja de tu casa, ¿cómo se te ocurre Annie? Además a ti no te hace falta ninguna ardilla que te dé alegría, sino mírate no más.

Annie se quedó callada medio seria mientras todos soltaron una carcajada a la vez, aunque Ucker no estaba del todo contento. De nuevo aparecían los comentarios sobre Dul y Poncho que tan poquito le gustaban.

-¿Y ahora que te pasó que te quedaste con esa carita de bebé triste?-preguntó Annie a Ucker que se encontraba a su izquierda.- ¿No será que te pusiste celuso de que la ardilla Dul procree? Pues una cosa te digo mi chavo: lo de Dul y usted sólo es interpetación, no se clave con ella que mira que feliz está con Ponchis viviendo…

Poncho se rió ante la ocurrencia de esta, pero Dul se puso un poco más seria, la verdad es que su amigo actuaba de una forma un poco rara y seca últimamente. Ucker intentaba sonreír ante las cosas de Annie.

-Ya Annie, haremos un juego-dijo Chris que hasta el momento había permanecido en silencio.

-¡Sí! Me encantan los juegos. A ver explícame de qué se trata pollito.

-Pues te daré un premio si no hablas nada más hasta que te lleve a tu casa. Ya en tu sano juicio se te va la lengua, no más las lindezas que estás soltando esta noche no tienen comparación, así que ya sabes calladita o te quedas sin premio…

-Pero ese juego no me gusta-dijo Annie haciendo pucheritos como una cría.

Aunque pasaron cinco minutos en los que ya cada uno estaba más calmado, hasta que llegaron al departamento de Dulce.

-Bueno pues primer destino concluido-dijo Chris.

Ucker se bajó del coche para abrirle la puerta a Dul, adelantándose incluso a que Poncho se bajara. Le tomó la mano y le dio un beso en la mejilla casi rozando la comisura de sus labios.

-Que descanses…-fueron las únicas palabras que Ucker depositó en el oído de Dulce, mientras Poncho miraba la escena extrañado y Dul se limitó a sonrojarse.

Ella y Ucker eran muy buenos amigos pero él nunca la había tratado de esa manera tan dulce, sobre todo en los últimos días en los que se mostraba tan raro con ella.

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora