Parte 20.

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Capitulo 39

Los rayos del sol empezaron a entrar en la sala. Poncho cerró más fuerte los ojos, hasta que finalmente los abrió por completo. Miró la hora y se incorporó rápidamente, al darse cuenta que era tarde. Se dirigió a la habitación de Dulce, quien lo despertaba cada día. Seguramente, ella también se había quedado dormida ese día.

Cuando estaba a punto de abrir, se dio cuenta que Dulce si se había despertado y estaba hablando con alguien, seguramente por teléfono.

Al otro lado de la puerta, estaba Dulce hablando por su móvil, mientras en su otra mano tenía una tarjeta.

-Sí. Muchas gracias…-decía Dulce a una mujer que le atendía al teléfono- Allí estaré entonces. Muchas gracias, de nuevo, no pensé que me pudieran atender hoy mismo…

-Adiós Pedro…-dijeron todos.

-Nos vemos luego. Adiós.

Colgó el teléfono y se dio la vuelta, para encontrarse con la mirada de Poncho.

-¿Con quién hablabas?-preguntó curioso Poncho.

-Es que hoy tengo que ir al médico… Estaba concretando la hora.

-¿Para qué? ¿Quieres que te acompañe?

-No. Gracias…Prefiero ir sola…-dijo algo nerviosa- Bueno y tú… ¿ahora te despiertas?

-Pues es que no me despertaste… Te olvidaste de mí esta mañana…-dijo Poncho poniendo cara triste.

-Perdón ardillita…-dijo mirándole sonriendo- Es que tenía que preparar algunas cosas y se me olvidó…

-Está bien. No importa. Ya me desperté… Así que me voy a vestir rápido y nos vamos, ¿no?-dijo Poncho mientras salía de la habitación de Dulce.

-Está bien. Voy a preparar algo de café mientras…

-Oye Dul…-dijo Poncho dándose la vuelta- No me dijiste para qué tienes que ir al médico…

-Pues… es una… revisión…-dijo Dulce nerviosa- Tengo que ir a una revisión. Nada importante. No te preocupes…

-Está bien… Entonces no me preocupo porque seguro todo estará normal…-dijo él sonriendo.

-Sí… seguro…-dijo ella tocándose el vientre cuando Poncho salió de una vez de su habitación.



La mañana había transcurrido con normalidad en los estudios de grabación donde trabajaba RBD. Dulce se ausentó, para ir al ginecólogo sin que nadie se diera cuenta, a excepción de Pedro que ya había sido informado por la misma de su visita al médico, aunque no le dijo para qué iba.

Dulce estaba sentada en la consulta de un doctor bastante joven. Al principio se mostraba nerviosa, pero finalmente se relajó gracias a la amabilidad del ginecólogo.
-Entonces, ¿todo está bien?-dijo Dulce.

-Sí, Dulce todo está perfectamente con las seis semanas de embarazo… Dices que no has tenido malestar ninguno, ¿cierto? Ni vómitos, ni mareos... ¿nada?

-Nada doctor. Hasta el momento nada.

-Está bien. Entonces todo perfecto. Ahora si te encargo que intentes tomarte las cosas con un poco de tranquilidad. No estoy diciendo que debas dejar de trabajar ni nada de eso…-dijo el doctor sonriendo al ver la cara de angustia de Dulce- Pero sí que estés tranquila por el bien del bebé. Hasta ahora todo está perfecto. Ya vamos concertando citas cada cierto tiempo para seguir el desarrollo de tu embarazo.

-Gracias…

Anahí, Chris, Ucker, May y Poncho estaban reunidos donde Pedro, que aun no llegaba les había citado al terminar de grabar.

-¿Y Dul dónde anda?-dijo May mirando a Annie.

-Ni idea. Hace rato que no la veo… ¿Ustedes saben algo?-dijo mirando a los chicos.

-Pues creo que ha ido al médico. Tenía cita para hoy…-dijo Poncho sin darle gran importancia a sus palabras.

-¿Al médico? ¿Y para qué?-preguntó Annie.

-Nada importante. Una revisión…-dijo Poncho.

-¿Y tú por qué no la acompañaste?-dijo Annie seria-Tú sabes que a Dul no le hace mucha gracia andar en médicos sola, les tiene como pánico…

-Bueno es que no quiso que la acompañara…-dijo Poncho.

-¡Qué raro! ¿Y no te dijo de que era la revisión?-preguntó de nuevo Annie.

-No sé Annie. Una revisión. –dijo Poncho.

-Pero hay muchos tipos de revisiones… ¿y si se está muriendo?-dijo alarmada Annie.

May le dio con la palma de la mano en el cuello a Annie. Está se tocó suavemente el cuello.

-¡Eres una bruta!-dijo Annie.

-Gracias May, yo he tenido el mismo reflejo pero te me has adelantado…-dijo Chris.

-Pues es que la bruta eres tú Anahí, ¿cómo se te ocurre decir eso?-dijo May seria.

-Bueno no sé. Sólo estaba preocupada… No tienen por qué tratarme así… Yo soy muy frágil no pueden andar golpeándome así como así… Voy a tener que buscar a alguien que me defienda de ustedes…

-Pues llama a Ari…-dijo Ucker sonriendo, ante lo cual todo se rieron también menos Annie que le sacó la lengua a su amigo.

-¿Tú también?-dijo Annie seria.

-Ya no te enfades bebé…-dijo Ucker haciendo voz de bebé y abrazando a Annie.

-Hola chicos…-dijo Dulce incorporándose a la conversación. Venía algo agitada ya que se le había hecho tarde en la consulta.-¿Pedro aun no llega?

-No…-dijo Chris.

-Dul hasta que volviste…-dijo Annie abrazándola.

-¿Qué le pasa a esta?-dijo Dulce extrañada mirando a sus compañeros.

-Diez minutos más y ya se va a buscar ropa de luto…-dijo Chris.

-¿Qué?-dijo Dulce abriendo los ojos mirando a Annie.

-Pues es que me preocupé mucho por ti, ¿para qué fuiste al médico?-dijo Annie sin soltar a su amiga.

-Bueno en primer lugar suéltame un poco porque me estás ahogando…-dijo intentando separarse un poco de Annie, después miró seria a Poncho.

-No me mates. Esta gente quería saber dónde estabas…-dijo Poncho excusándose.

-No importa. Bueno tenía que ir a una revisión…-dijo Dulce.

-¿Una revisión de qué?-dijo Annie curiosa.

-Una revisión y punto…-dijo Dulce.

En ese momento, estaba acercándose Pedro a ellos.

-Hola chicos. Siento haber llegado tarde, pero me demoré con algunas cosas que me llegaron…Dul, ¿cómo te fue en el médico?-dijo Pedro al ver a Dulce.

-Bien Pedro. Gracias…-dijo Dulce.

-Bueno pues a lo que vamos…-dijo Pedro- Sólo quería decir que pasen unas felices mini vacaciones… y que no se agiten mucho porque en cuanto vuelvan empezamos a grabar el nuevo disco…

-¿Qué?-dijeron todos a la vez.

-¿Ya está todo listo?-preguntó Ucker.

-Así es. Todo está listo para empezar a grabar. Así que cuiden mucho la voz en estos días…Nos tenemos que poner las pilas para grabarlo y presentarlo pronto… Aquí les dejo las canciones que fueron elegidas para el disco para que les vayan echando un ojo…-dijo mientras repartía las canciones entre los seis.-Bueno pues ahora sí me despido tengo que averiguar muchas cosas aún del disco… Disfruten todo lo que puedan porque ahora viene mucho trabajo…

-Sí Pedro. Gracias…-dijo Annie dándole un beso en la mejilla.

-Por cierto hadita… ya me enteré de lo tuyo con Ari…-dijo Pedro sonriendo.

-¿Qué?-dijo Annie alarmada- Pero si no hay nada… Cómo es la gente de chismosa…-dijo enfadada.

-No te enfades…No me lo dijeron en mal plan. Más bien cuídate mucho que ya sabes queluego tienes siempre la prensa encima…

-Gracias Pedro. No te preocupes. Somos amigos no tienen porqué hablar… todavía…-dijo Annie sonriendo.

Todos se quedaron mirándola y empezaron a reírse. Ese “todavía” había dejado una gran puerta abierta en la relación entre Annie y Ari.

-¿De qué se ríen ustedes?-dijo Annie seria.

-Nada hadita. Nada…-dijo May acercándose a su amiga para abrazarla.

-Bueno pues lo dicho. Nos vemos dentro de una semana…-dijo Pedro.

En ese momento, Poncho llamó a la puerta y entró sin esperar el aviso de su amiga para que pasara. Ella lo miró nerviosa y se dio la vuelta para seguir hablando.

Una vez se marchó Pedro, los chicos formaron de nuevo un coro para hablar.

-Entonces, ¿mañana nos vamos a tu casa Dul?-preguntó Ucker.

-Sí. Ya avisé a mis padres. Ellos llegan el lunes…

-Bueno pues nada mañana disfrutaremos dos días de relax nosotros solitos…-dijo May.

-¿Guido no viene?-preguntó Chris.

-No. Le dije que este fin de semana era solo para mí…¿Y BJ?-preguntó May.

-Pues también le dije eso…-dijo Chris sonriendo.

-Entonces fin de semana tranquilito y sin parejitas…-dijo Annie mirando a Dulce y Poncho.

-Sí…-dijo Dulce algo seria.

-Dul… Quiero hablar contigo…-dijo Chris llevándosela.
Los dos se fundieron en un gran abrazo, finalmente.
-Chicos nos vemos mañana…-dijeron May y Ucker marchándose.

-Bueno yo también me voy…-dijo Annie que se había quedado con Poncho-Aunque mejor me espero que regresen estos y así no te dejo solo…

-Gracias hadita…-dijo Poncho dándole un beso en la frente.

Chris había llevado a Dulce a su camerino. Tras entrar en él, miró para un lado y otro asegurándose de que nadie les había seguido.

-¿Qué pasa Chris?-dijo Dulce extrañada.

-Pues es que llevamos mucho tiempo sin hablar…. Y últimamente te he visto algo apagada… ¿cómo va tu relación con Poncho?-dijo Chris al fin.

Dulce respiró profundamente y se sentó en una silla. Se quedó triste. Y Chris, al verla así, se arrodilló para quedar frente a ella.

-Ardilla, ¿qué te pasa?-preguntó serio Chris.

-No pasa nada… Simplemente no hay relación… Bueno no hay el tipo de relación por la que me preguntas… Han pasado muchas cosas…

-No me asustes. Dul dime qué ha pasado…

-Hace unos días Poncho me dejó una puerta abierta para que pensara bien las cosas entre nosotros como pareja… Yo andaba muy confundida con todo lo de Ucker, que ya sabrás…

-Sí. Él mismo me lo dijo… Pero bueno qué le dijiste a Poncho…

-Nada. Le dije que tenía que pensar muy bien las cosas, pero ahora…

-Pero ahora…-dijo Chris esperando que continuara.

-¿Viste las declaraciones de mi madre ayer?

-Sí… ¿qué pasa con eso?

Por otra parte, estaban Annie y Poncho en silencio. Finalmente, la rubia decidió romper el hielo.

-¿Visteis las declaraciones a Blanquita ayer en televisión?-preguntó Annie.

-Sí…-dijo Poncho algo serio.

-Fuertes declaraciones, ¿no te parece?

-Sí…

-Poncho…-dijo Annie mirándola seria.

-Dime…-dijo él.

-No debes hacer caso de lo que ella dijera… Sabes que Blanca no te tiene en muy alta estima en lo que respecta a ti como pareja de Dulce. Ella te quiere mucho, pero no quiere que estés con Dul… Espero que no te dejes influir por lo que haya dicho…

-Ya es tarde…-dijo Poncho cabizbajo.

-¿Qué?-preguntó ella extrañada.

-Nada. Simplemente tiene razón. Además Dul y yo no estamos juntos… No nos tiene que afectar lo que haya dicho Blanca…

-Está bien…Di lo quieras. Pero recuerda una cosa…No es porque sea pesada ni nada. La única razón por la que me gustan ustedes juntos es porque sus caras cambian, transmiten felicidad, amor. La sonrisa les cambia, el brillo de los ojos les cambia…

-Annie…-dijo Poncho interrumpiéndola.

-No Poncho. No me digas nada. Ni me regañes. Simplemente digo lo que pienso. Yo no estoy de acuerdo con la mamá de Dul. Ella sólo se queda con la parte negativa de vuestra relación, pero yo creo que pesa más lo positivo… Simplemente digo eso… Y sé que ustedes algún día acabarán juntos. Pero no hay prisa…

Dulce se quedó seria. Mientras, Chris estaba esperando que continuara hablando.

-El caso es que Poncho dijo que tenía toda la razón. Me dijo que aunque nos quisiéramos mucho, nuestra relación es algo imposible…Somos inalcanzables el uno para el otro. Y creo que tiene razón…

-Pero, ¿tú lo quieres?-dijo Chris serio.

-No lo sé…

-Dul dime la verdad…

-Sí, Chris. Lo quiero, lo amo. Nunca he dejado de hacerlo. En ningún momento. Pero he aprendido a vivir con este sentimiento apagándolo dentro de mí para que no me afecte ni a mí ni a él ni a nuestra relación… Además siempre nos ha ido mejor como amigos…Pero justo ahora pasa esto…-dijo Dulce mientras se le enjugaban los ojos.

-¿Qué ha pasado?-dijo Chris extrañado.

-Nada… No ha pasado nada…-dijo Dulce mirando hacia el suelo.

-Ven aquí…-dijo Chris abriendo sus brazos mientras se levantaba y ayudaba a Dul a incorporarse también.

...............

Capitulo 40


El sábado por la mañana temprano Dulce, Annie, May, Chris, Ucker y Poncho se fueron a la casa de los padres de la primera a pasar el fin de semana tal y como habían acordado. Ese lugar les gustaba mucho a todos. Era muy tranquilo y además disponía de una piscina donde ya habían pasado horas y horas entre juegos, risas y pláticas.


Dulce estaba sentada en las escaleras de la piscina, contemplando el horizonte con un matiz de tristeza en su rostro, a veces cambiaba el punto de visión y miraba a sus compañeros, mientras cada cual estaba por su lado. Chris y May estaban preparando la barbacoa mientras discutían como siempre, ya que a Chris siempre se le apagaba el fuego y no se dejaba aconsejar por su compañera. Por su parte, Annie estaba tumbada tomando el sol junto a Poncho. Y Ucker nadaba de un lado a otro en la piscina.


Annie y Poncho hablaban de su gira, aunque no se miraban mientras hablaban ya que cada uno estaba con los ojos cerrados tomando el sol boca arriba. Hasta que Poncho se incorporó, y se quedó sentado para hablar.

-¿Y sabes lo que más me gustó de toda la gira por España?-dijo mirando a Annie, mientras esta también se incorporaba.

-¿Qué cosa?-respondió ella, pero su amigo no la estaba escuchando, estaba mirando a Dulce, que permanecía ahora cabizbaja mirando el agua mientras la tocaba con la yema de sus dedos.- ¡Poncho! Despierta, estas hablando conmigo, no me puedes dejar así.

-Ahora vuelvo…

Poncho se levantó, y fue hacia donde se encontraba su ardilla, mientras Annie le lanzaba una mirada fulminante.

Llegó y se sentó al lado de donde estaba Dulce, le agarró la mano ante lo cual Dulce respondió mirándolo a los ojos de una forma que nunca antes había hecho. Era una mezcla entre tristeza y dulzura.

-¿Qué le ocurre a la ardillita más hermosa de todas?-preguntó mientras acariciaba el cabello de Dul, ante lo que ella se echó sobre el hombro de éste.

-Poncho…-susurró ella con tristeza.

-Dime Dul…

-No quiero dejar esto. No quiero dejar RBD, ni a estos locos, ¡no quiero!-dijo con los ojos enjugados en lágrimas.

-¿Pero por qué lo ibas a hacer? Dulce, ¿qué te pasa?

-Tenemos que hablar, pero no aquí. Vamos adentro.-dijo mientras se levantaba y le agarraba la mano a Poncho para que la siguiera.


Nadie se había dado cuenta de la ausencia de Poncho y Dul mientras éstos entraban a la casa para hablar.
Los dos permanecieron de pie, mirándose mutuamente. Poncho tenía en su mirada una cierta angustia por lo que su amiga y compañera le pudiera decir.

-Tú dirás…-dijo suavemente Poncho con una cierta ternura.

-Veras, Poncho yo…-respiró hondo y decidió que lo mejor sería hablar sin rodeos- Estoy embarazada.

Estas últimas palabras las soltó de un impulso y cerró los ojos fuertemente para esperar la reacción de Poncho.

-¿Qué?-dijo Poncho algo aturdido.

-Sí. Estoy embarazada. Sé que te preguntaras que como puede ser posible si siempre nos hemos cuidado pero fíjate todo puede fallar…-dijo Dulce sonriendo nerviosa.

Pero él lo único que hizo fue abrazarla. Entonces ella se separó un poco de él.

-¿No me vas a decir nada? Poncho vas a ser papá, no se te ocurre nada que decir. Porque yo te juro que no sé qué hacer con toda esta situación. No sé que vamos a hacer, tendré que dejar RBD, tendré que dejar de grabar, y…-Poncho le puso un dedo en la boca.

-Ya, Dul tranquilízate. En primer lugar no tienes porqué dejar la banda ni nada, quizá nos tomemos unos meses de descanso pero nada más, además si tú dejas la banda todo se acaba. No adelantes acontecimientos por favor…

Dulce escuchaba ensimismada a Poncho.

-Y…-dijo Dulce para que éste siguiera.

-Y bueno, no planeamos esto. Bueno no planeamos nada de lo que ha pasado en las últimas semanas. Pero, ¿sabes una cosa?-preguntó mientras tomaba la cara de ella.- Eres la única mujer con la que he deseado que pasara esto. Con ninguna otra. A ninguna otra la he amado tanto como a ti para llegar a esto. Bueno mejor dicho a ninguna otra he amado. Todas las demás han sido idas y venidas, pero ninguna llegó a alcanzar mi corazón como lo hiciste tú hace años. Sé que no estamos en una situación sentimental muy adecuada para que se diera esto, pero no temas por nada porque yo siempre estaré contigo y con nuestra ardillita. Tú has sido la única mujer con la que he deseado en algún momento de mi vida formar una familia…

Dicho esto, se agachó para besar la barriga de Dulce, que llevaba puesto un bikini en esos momentos. A lo que ella sólo respondió con una sonrisa, la más dulce de todas.

-Gracias.-musitó Dulce solamente mientras acariciaba la cabeza de él cuando él estaba agachado.

Cuando Poncho se levantó, Dul y él quedaron mirándose a los ojos, y de nuevo con una sola mirada se lo dijeron todo y ambos se lanzaron a besarse. No era un beso como los que acostumbraban últimamente, era un beso tierno y dulce para los dos. Ambos se quedaron así unos minutos, abrazados mientras se besaban.

Por otra parte, May caminaba hacia la casa para coger unas cosas de la cocina, al abrir la puerta se encontró con Poncho y Dulce abrazados y besándose. Cerró la puerta, y decidió no entrar.

-Ay dios, si yo sabía que esto iba a pasar.-pensó May mientras esbozaba una sonrisa.

Poncho y Dulce se habían separado ya.

-Bueno, ¿y qué vamos a hacer? Digo, ¿se lo vamos a decir a estos, a nuestras familias o vamos a esperar?-preguntó Poncho.

-Pues yo creo que lo mejor será contárselo a estos primero, ya sabes que luego se enteran de todo por otro lado y se enfadan. Luego creo que es mejor que por el momento se lo digamos a nuestros familiares más cercanos, no sabemos en quiénes podemos confiar porque no quiero que lo sepa nadie más. Bueno sí, Pedro que debemos hablar con él para ver que hace con nosotros.

-Estoy de acuerdo contigo en todo. Además lo mejor será no decir nada hasta que llegue el momento.

-¿Y cuando será el momento?

-Pues ya lo decidiremos nosotros, o sino cuando te pongas con una tremenda barrigota y ya tengas que echar fuera a esta cosita.

-Ponchito a veces no eres muy agradable para contar las cosas, ya más bien no me recuerdes lo de la barrigota.-dijo mientras sacaba el labio inferior para hacer un berrido de bebé.

-Perdóname ardillita, pero de todas formas seguro te ves muy linda y sexy embarazada-dijo entre risas Poncho, ante lo que Dul le pegó en la espalda enfadada. Él por su parte le agarró el brazo con el que le pegaba para acercarla y volver a besarla.

Por otro lado, May regresaba con Chris, pero cuando éste la vio aparecer sin nada, la miró extrañado.

-Y ahora tú, a dónde fuiste porque a la cocina parece que no. Más bien tendré que ir yo. Quédate para que no se apague el fuego.

-¡No! Chris no vayas.

Annie se estaba acercando.

-¿Qué pasa con ustedes? Díganme cuánto tiempo falta para comer porque yo ya tengo bastante hambre…

-Pues parece que voy a tener que ir yo a la cocina porque esta fue y mira como vino.

-Te acompaño Chris.-dijo Annie.

-No, mejor no vayan espérense tantito.

-¿Cómo? ¿Esperar? Pues eso díselo a mi estómago que anda comiéndose mis tripitas.-dijo Annie mientras se tocaba la barriga asustada- Chris vamos a la cocina.

Y así le agarró de la mano y se dirigieron a la casa.

Pero en esta ocasión Chris y Annie no se encontraron con lo que vio May, pues Dul había escuchado la voz de Annie que no paraba de hablar, y se separó rápidamente de Poncho tapándose la boca. Éste la miró con cara extrañado. Sin embargo pronto se daría cuenta de la reacción de ella, cuando aparecieron sus amigos.

-¿Y ustedes qué hacen aquí?-preguntó Chris.

-Más bien dime Poncho, me dejaste sola por venir a hablar con ésta…-dijo enojada Annie, pero cuando vio la carita de Dulce se fue corriendo a abrazarla.-Bueno sí te perdono, no más porque se trataba de Dul, y bueno a saber que cosas andaban haciendo.

-¿Cómo? ¿No estarían haciendo cochinadas?-preguntó Chris.

-Sí, pollito andábamos haciendo cochinadas hasta que llegasteis y nos habéis interrumpido.-dijo riéndose Dul mirando a Poncho.

-Pues digan nada más y no interrumpimos. Pero para la próxima cuelguen un cartel en la puerta “No entrar, estamos haciendo cochinadas”.-dijo pícaramente el pollito.

-¡Qué descaro! Delante de nuestras narices, más bien compórtense como adultos y no como jóvenes calenturientos.-gritaba Annie.

Todos se estaban riendo, no se podían hacer a una idea de lo que en esa sala había pasado minutos antes.

-Bueno y la comida…¿cómo va? Porque yo me estoy muriendo del hambre.-dijo Dul.

-Pues ya queda menos… Vayan preparando la mesa y todo ustedes, que yo voy a terminar con May.-dijo Chris mientras se dirigía a la cocina.

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora