Parte 5.

345 12 0
                                    

Capítulo 9 & 8

Capitulo 9.

-Pues tú dirás, Christopher…

-Poncho no seas payaso, no me llames así que parece estás enfadado conmigo.

-Está bien…-rió Poncho-pues dime bebé.

Ucker miró a Poncho con cara de así tampoco…

-Pues las chicas te llaman así y no te molesta…-le dijo Poncho bromeando.

-Pero tú no eres chica…-le bromeo Ucker.

-Bueno ya dime, amigo de qué quieres hablar que no quisiste que estuviera nadie delante…

-Pues nada, Poncho es sólo para decirte que en mi casa te puedes quedar el tiempo que quieras…

-Pero eso ya me lo has dicho, y de nuevo te doy las gracias-dijo sonriéndole.

-Ya bueno, pero yo te lo decía de nuevo por si querías y así no tienes que andar incómodo en casa de Dul, además ella no tiene mucho sitio, y pues en mi casa hay sitio de sobra…

-Ah pues muchas gracias, pero no, no estoy incómodo…

A Ucker se le notó en la cara un poco de tristeza ante la respuesta de Poncho, por lo que este al darse cuenta le dijo:


-Ya amigo, no será que quieres que Dulce ande solita y disponible…-dijo guiñándole el ojo.

-¿Cómo crees?-dijo alterado Ucker-Dulce y yo somos amigos, solo eso yo solamente te quise avisar por si querías dejar la casa de Dul, quizá te sientas incómodo al estar con ella viviendo, y bueno pues sabes que conmigo puedes contar…

-Vale y te doy las gracias, pero no te pongas tan nervioso que sólo te pregunté de broma…Yo sé que entre tú y Dul no hay nada-dijo sonriendo Poncho por la reacción de su amigo, a lo que Ucker le contestó con media sonrisa falsa para disimular.

Mientras, en la conversación o más bien discusión de las chicas y Chris, éste se despidió de ellas porque ya tenía que marcharse, no sin antes decirles que se despidieran de los chicos que se fueron sin que se dieran cuenta ninguno. Entonces, Dulce decidió acercarse junto a las chicas. Llegó donde estaban hablando y separándolos y poniéndose en medio dijo:

-¿De qué hablan?-preguntó mirando a ambos.

-De nada en particular…-contestó Ucker.

-¿Cómo que no?-replicó Poncho-Hablábamos del amor…Del amor entre ustedes dos.-dijo señalando con la cabeza a Dulce y Ucker. Por lo que este se puso medio nervioso, y Dulce al darse cuenta de la reacción, contestó.

-Y e aquí nuestro payaso: Poncho.-dijo abriendo los brazos para presentarlo.

-Perdón pero, ¿qué me perdí?-dijo confundida Annie-Yo con más romances no puedo, les aviso…

-Pues menos mal…-contestó Dulce.

-Annie lo que pasa que Poncho es medio payaso, tú lo conoces, siempre bromeando…

-Ah, pues ya decía yo, porque bastante tengo con ser cupida entre Dulce y Poncho, como para añadir ahora un triángulo amoroso…

-Annie mejor vayámonos ya, yo te llevo a tu casa.-interrumpió May.

-Sí, por favor llévatela que descanse…-dijo Poncho tocándole la cabeza a Annie y mirando a May.

-Pero tú no te quedas atrás…Siempre con las bromitas de Ucker y yo…-replicó Dulce mirando seria a Poncho.

-Bueno pues lo dicho nos vamos…-dijo May agarrando a Annie y llevándosela consigo.

-Bueno ya perdóneme, no lo hago de malas…Es solo que es divertido…

-¿Qué cosa es divertida Poncho?-dijo Dulce seria.

-Ya, bueno no dije nada…-dijo agachando la cabeza como niño regañado.

Ante este hecho, Dulce se puso a reír y miró a Ucker para decirle:

-¿Lo perdonamos?

-Está bien, ¿qué remedio? No podemos cambiarlo por otro, ¿no?

Dulce se echó a reír, entonces Poncho empezó a poner la boca para hacer pucheros.

-Ya, chiquito mío, ya…-dijo Dulce abrazándole.

-¿No me van a cambiar por otro?-preguntó Poncho como bebé.

-Claro que no… Además nadie nos daría nada por ti…-contestó Dulce ante lo que Ucker empezó a reír.

-Es bromita tonto…-dijo Dulce- Mejor vayámonos para la casa que me tienes una cena pendiente…

-Me suena eso de cenas pendientes…-dijo Ucker mirando a Dulce.

-Pues es verdad bebé-le contestó Dul- Por culpa de este tarado ayer tuvimos que dejar la cena, pero bueno la recuperamos otro día, ¿no? Esta noche Poncho tiene una cena pendiente por el desayuno…-dijo riendo ante lo que Poncho miraba hacia arriba resignado.-Bueno mejor por qué no te vienes con nosotros a mi departamento a cenar…

-No, gracias…Quiero seguir vivo…-contestó Ucker.

-¿Y me dejas la tortura para mi sola?

-Bueno si es tortura mejor no preparo la cena…-dijo Poncho.

-Ni creas que te escapas de esta…-contestó Dul mirando fijamente y seria a Poncho, ante lo que este se empezó a reír.

-Pues lo siento Dul pero ya quedé para cenar…

-¿Nueva conquista?-preguntó ella.

-No seas tan chismosa tú-le dijo Poncho.

-No Dul es con unos amigos que hace tiempo no veía…

-Bueno pues como quieras, entonces ya nos vemos mañana.

Dulce se acercó para darle un beso en la mejilla y se despidieron los tres. Así las ardillas se fueron para el departamento de Dul. En el camino, cuando iban en el coche, Dulce sintió curiosidad por los comentarios Annie.

-Poncho, una preguntita…

-Tú dirás ardillita.

-Pues es que me estaba preguntando por lo que decía la “Cupida Annie”.

-¿Qué cosa?-dijo Poncho después de reírse.

-Pues es que no sabía que contigo también estaba haciendo de Cupido, o sea que te lanzaba flechitas por así decirlo…

-¿Flechitas? No, más bien cañones…-le contestó Poncho, ante lo que Dulce empezó a reír.

-¿Cómo así? Yo pensaba que solo me hacía eso a mí.

-Pues no, cada día venía a preguntarme cuándo era el día en el que iba a dejar a Fabiola y regresaría contigo…Ya ves qué loca está la güera…

-Me cae que sea pasa la loquita...

-Yo tampoco sabía que a ti te fuera con el mismo cuento.

-Pues sí señor, hasta me chillaba diciéndome que me pusiera las pilas… -dijo riéndose.

-Jajajaja bueno pues qué le hacemos si ella es traumada de nosotros.

-Sí que lo es, apuesto a que hasta se mete en nuestro foro y comenta de nosotros.-dijo Dulce.

-¿Te imaginas? Ay no, está bien loca…

-Sí, pero es una hadita maravillosa…

-Espero que algún día le dé por dejar de andar de Cupido en casos perdidos…-dijo Poncho mirando a Dulce por un segundo.

-Pues sí, pero bueno déjala en su nube que ella es feliz así…-dijo riendo.


Así llegaron al departamento de la ardilla, donde pasaron una cena tranquila hablando de sus cosas como hacía mucho tiempo no hacían y riendo bastante entre bromas de cada cual.
El resto de la semana pasó tranquila sin muchas novedades, a excepción de que Fabiola había aparecido en las revistas declarando el fin de su relación con Poncho, aunque este hecho no le afecto tanto a éste ya que sabía que de un momento a otro lo haría, además contaba con el apoyo de todos sus amigos y familiares y claro esta, contaba con Dulce. Ya en el fin de semana, todos se fueron a casa de los padres de Dulce a las afueras de la ciudad como habían acordado…


Capitulo 10.


Todos estaban en la casa de los padres de Dulce. En las escaleras de la piscina se encontraban las tres chicas charlando de sus cosas, mientras que ellos estaban sentados en el bordillo de la parte más honda de aquella piscina, haciendo también lo propio. En la zona donde se encontraban las chicas, Annie rompió el hielo para hablar de un asunto que sin duda también preocupaba a May, sólo que ésta no se atrevía a mencionar.

-Bueno, Dul, ¿cómo te va con tu ardilla, en eso de la convivencia? Dime ya se han peleado o ya acabaron revueltitos…-dijo Annie con una sonrisa pícara mirando a una extrañada Dulce. May por su parte miró sorprendida a Annie ya que no se esperaba que su amiga fuera tan directa con la ardilla, pero a la vez miró a Dul impaciente por lo que le pudiera contestar.

-Ja, ja, ja. ¿Pero cómo crees? Poncho y yo ni nos hemos peleado y mucho menos nos hemos… en fin no hemos tenido nada. Simplemente está viviendo conmigo porque necesitaba un lugar para vivir unos días y donde apoyarse, y bueno somos amigos de hace mil años, más bien ya me estoy cansando de explicarles. Pero claro tú siempre tan mal pensada.

-Ya claro, ahora las culpas para mí, pero si todos pensamos igual, ¿o no May?- dijo Annie dándole con el codo en el brazo a su amiga.

Ante estas palabras, May abrió los ojos como platos. Annie otra vez regándola…

-¿Cómo así? ¿May tú también piensas igual que la tarada esta?

-Bue…bueno Dul… yo siempre te lo he dicho. Ten mucho cuidado porque entre tú y Poncho nunca se sabe, y más bien no tengo ganas de volver a verlos mal uno con el otro.

-Pero eso no va a pasar…¿qué tanto les cuesta comprenderlo?

-Ya bueno… pero ya sabes el dicho Dulce María: donde hubo fuego, cenizas quedan. Y más bien entre vuestras cenizas saltan las chispas aún.-comentó Annie, a lo que May soltó una carcajada ante la ocurrencia de su amiga. Pero a Dul no le hacía tanta gracia. No entendía porque nadie podía ver que ella y Poncho eran los mejores amigos dejando a un lado lo que fueran en el pasado.

-Ya me colmaste Annie, más bien me voy a nadar un rato…-dicho esto se alejó de sus amigas y comenzó a nadar por la piscina.

-Ay Any tú siempre diciendo imprudencias…

-¿Y ahora qué hice?-dijo Annie ante el comentario de su amiga May.

Dul estaba nadando en la piscina tranquilamente mientras Poncho la estaba observando, y dejó a sus amigos para “atraparla” en el agua, y así apareció para sorpresa de Dul bajo el agua cogiéndola en brazos mientras ésta gritaba para que la soltara. Ambos se pusieron a jugar en el agua, mientras Ucker y Chris fueron donde se encontraban May y Annie. Éstas miraban como la parejita no paraba de jugar, y Any le lanzó una pregunta a su amiga.

-Anda May, hagamos esto más interesante y apostemos ¿cuánto tiempo más tardarán en juntarse de nuevo?- ante esto May se mordió el labio mirando al cielo en resignación por la pregunta que le había lanzado Annie. En eso que llegaron los chicos con ellas.

-¿De qué hablaban?-preguntó Chris intentado involucrarse en la conversación. May miró a Annie con una mirada que le intentaba decir “no se te ocurra decir de lo que hablábamos”, pero Annie no hizo caso.

-Pues de qué más. De la parejita del momento. Anda pollito tú seguro me sigues la bola, que esta May no me sigue nunca…¿cuánto tiempo tardarán las ardillas en juntarse otra vez?

Christian se reía ante la pregunta de su amiga, pero por otro lado estaba la reacción de Ucker que no tenía nada que ver con la del primero.

-¿Por qué dicen eso?-preguntó angustiado Ucker, aunque más bien intentaba negar la realidad que veía.

-¡Christian!-gritó Annie, ante lo que éste…

-¿Qué te pasa?

-Ay no… nuestro Ucker perdió la vista… cómo que por qué decimos eso, es que no ves como están…derraman miel por donde quieran que vayan.

-Pues más bien no creo, la verdad, ellos siempre han estado así de juntos en todo momento, son muy buenos amigos…¿qué hay de malo en eso?-preguntó Ucker un poco enojado.

-Sí amigo, siempre han estado así… pero nunca han vivido juntos… la bomba está a punto de estallar, ¿no te das cuenta?-dijo Annie, a lo que Ucker sólo respondió con el silencio y bajando la mirada.

-Tic tac, tic tac…-decía Chris imitando el sonido del reloj mientras movía el dedo mirando a Annie.



BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora