Parte 26.

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51 & 52

Capitulo 51


En el departamento de Dulce estaba Poncho sentado viendo la televisión. Aunque más bien, eso era lo que parecía, ya que sus ojos estaban puestos en aquel aparato, pero su mente se encontraba abordada por un sinfín de pensamientos e incertidumbres. Entonces, cuando Dulce apareció en la sala, Poncho sacudió su cabeza y se quedó observándola. Ella estaba guardando las llaves en su bolso cuando se dio cuenta de la mirada de Poncho sobre ella.


-¿Qué pasa?-preguntó Dulce mirándose de arriba abajo-¿No estoy bien?

-No. Digo sí. Te ves muy linda…-dijo Poncho algo triste.

-Vaya… Ten cuidado me vayas a pegar tu entusiasmo esta noche…-dijo Dulce irónica.

-Perdón… Es que estaba pensando en una cosa…

-¿Vas a quedarte aquí toda la noche?

-No lo sé… Supongo que sí…

-Entonces no me esperes levantado… Bueno yo me voy a ir ya. No quiero llegar tarde en una primera cita…

-¿Cita? Entonces…¿te gusta Carlos?

-Parece buen chico…-dijo Dulce algo indiferente ante la pregunta de Poncho.

-Pero si sólo lo conoces de hoy….

-Tranquilo Poncho. No tienes que preocuparte por nada…

-Dul el médico dijo que tenías que estar tranquila con el embarazo…-dijo Poncho que no sabía a qué recurrir ya.

-Es el bebé… Eso es lo que tanto te preocupa de que vaya a salir, ¿no?-dijo Dulce algo dolida-¿Quieres que me siente en el sofá y me ponga a tejer ropita para el bebé? Pues te aviso que no sé tejer….-añadió riéndose.

-¡Me preocupo por ti!-gritó Poncho agarrándola de los brazos.

-Gracias pero no tienes que hacerlo…-dijo Dulce separándose rápidamente y marchándose.


Dulce se marchó de allí cerrando la puerta fuertemente, ante lo que Poncho le pegó un golpe en la pared con la mano. Acto seguido se lamentó. Las lágrimas no tardaron en aparecer. Ahora sí, estaba perdiendo a Dulce. ¿Por qué hasta ese justo momento no se había dado cuenta? Finalmente fue cayendo hasta llegar al suelo. Cuando se levantó, se encontró de frente con una foto de Dulce y él juntos. Acarició el rostro de Dulce mientras se le dibujaba una triste sonrisa hasta que lleno de rabia tiró el marco de fotos contra el suelo haciendo que el cristal se rompiera.

Sin pensarlo dos veces, cogió su chaqueta y se marchó de allí donde todo lo que veía formaba parte de Dulce y le hacía sentirse peor.


Por otro lado, Dulce y Carlos se encontraron en lugar donde habían quedado. Era un bonito restaurante al aire libre. Ambos lo estaban pasando realmente bien. Dulce por fin desconectaba de todo lo que la torturaba cada día, cosa que agradecía a Carlos, que se sentía afortunado esa noche de contar con aquella compañera de velada.


-¿Y algún día me vas a contar todos esos problemas?-preguntó Carlos.

-¿Para qué quieres aburrirte tanto?-dijo sonriendo Dulce.

Carlos se rió con lo dicho por Dulce.

-Simplemente me sorprendes…

-¿Por qué?

-Te veo a simple vista y me pareces una mujer perfecta, llena de energía y magia… Pero te miro a los ojos y veo que esa energía y magia está un poco apagada y aparece una gran tristeza… Y luego empiezas a cantar y rompes a llorar… Entonces es cuando me sorprendo porque veo que no todo es lo que parece y la fuerza que transmites a todo el mundo incluso a tus fans... toda es fuerza, ¿dónde la tienes escondida en estos momentos?

-Si tú eres capaz de encontrarla avísame…-dijo Dulce triste.

-Perdón no quería ponerte triste…-dijo Carlos apenado.

-No te preocupes…-dijo Dulce secándose las lágrimas antes de que éstas cayeran.

-Sea lo que sea que te haga daño, deberías eliminarlo de tu vida.

-¿Qué?-preguntó algo extrañada.

-Sí… Lo que te pone así. No sé qué será pero deberías eliminarlo. Eres una gran mujer y no deberías andar así…

-Gracias… Pero no es tan fácil…

-¿Quién ha dicho que lo sea?


Dulce se quedó pensando en las palabras de Carlos. Se alegraba ahora de haber aceptado su invitación a cenar. Sin duda, Carlos era un gran hombre y le estaba transmitiendo aquellas fuerzas que en esos momentos le flaqueaban tanto. Pero…¿cómo lo hacía? ¿Cómo eliminar de su vida al hombre que había amado desde el primer momento en que lo conoció ahora que estaba embarazada de él?



En ese mismo momento, Poncho había parado su coche frente a un alto edificio donde había estado muchas veces. No sabía exactamente por qué justo ahí. Pero una vez aparcó, se bajó del coche y entró en aquel edificio.

-¿Poncho? ¿Qué haces aquí?

-¿Puedo entrar?-preguntó Poncho suplicante.

-Pasa…

-BJ tenemos visita…-dijo Chris cuando entró con Poncho.

-Poncho… ¿qué tienes?-preguntó BJ algo alarmado cuando vio la cara que tenía.

-¿Te peleaste con Dul?-preguntó Chris.

-Sí… y no… -dijo Poncho-No lo sé…No sé qué pasa entre nosotros, no sé qué le pasa a ella… Está a la defensiva conmigo, y el colmo ha sido cuando ha salido con el estúpido de Carlos.

-¿Ha salido con Carlos al final?-preguntó Chris sorprendido.

-Sí…Y ahora creo que la voy a perder…-dijo Poncho llorando.

-Bueno pues para empezar no le eches la culpa a los demás…-dijo BJ algo enojado-Carlos no tiene la culpa de que tú seas un maldito cobardes y no afrontes las cosas…

-Pero…-dijo Poncho.

-No hay peros Poncho…-dijo Chris- BJ tiene toda la razón… Dulce hoy estaba muy mal anímicamente, y tú lo sabes. Ella está cansada con toda esta situación, ya no tiene fuerzas y parece mentira que no le puedas ver eso tú que la conoces tan bien…

-¿Qué?-preguntó Poncho- ¿Tú hablaste con ella?

-No hace falta hablar mucho con ella para ver eso… Pero sí. Hable con ella y me lo confesó.

-Soy un estúpido...-dijo Poncho triste.

-Sí eres un estúpido. Pero si te consuela yo lo soy más… Estoy arto de ustedes. Vivan su vida juntos o separados, pero decidan de una vez porque ¡estoy arto de escucharlos!-dijo Chris alterado.

-Chris por favor tranquilízate…-suplicó BJ- Bastante tiene ya Poncho como para que tú le digas eso…

-Es que es la verdad…-dijo Chris- Dulce por un lado llorando, ahora tú... ¿Por qué no se dicen que se aman de una buena vez y viven su vida juntos? Yo te lo contestaré… Porque son unos malditos cobardes… No quieren arriesgarse lo más importante que tienen que es su felicidad, ni siquiera ahora que van a ser padres…

-¿Y si es demasiado tarde?-preguntó Poncho.

Chris lo miró serio. Otra vez estaba tomando la actitud de un cobarde, por lo que prefirió no contestarle.

-Chris es que sí tengo miedo… La quiero con toda mi alma pero temo hacerle daño si estamos juntos…

-¿Me estás diciendo que prefieres que sigan siendo amigos cuando tú te mueres por estar con ella? ¿Te vas a conformar con eso?-preguntó Chris.

-Visto así…-dijo Poncho serio.-Tienes razón. Tengo que luchar por ella. No puedo perderla. Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida y no voy a perderla…

-Entonces no pierdas más tiempo…-dijo BJ-lucha por ella.

-Sí…-dijo Chris- Lucha por ella y hazla tan feliz como ella merece porque eres la persona más afortunada del mundo de poder tenerla contigo…

-Gracias…-dijo Poncho sonriendo.

Poncho llegó de nuevo al departamento. Todas las luces seguían apagadas, entonces miró su reloj y vio que era tarde, pero Dulce aún no había llegado. Eso imaginó al ver que las cosas estaban tal y como él las dejó. La foto que tiró contra el suelo seguía allí, con los mil pedacitos de cristal alrededor. Entonces se agachó a recoger aquello antes de que Dulce llegara y lo viera. Sacó la foto del marco que también se había roto y tiró el resto. Después se sentó en el sofá viendo aquella foto de los dos. No era de hace mucho. Probablemente de la primera semana de convivencia en aquel lugar.

-¿Presidenta del club de los solteros? Más bien recuérdame que te busque un hombre pronto antes de que te perdamos-dijo riéndose Poncho.

-Pues sí, pero recuerda que sea capaz de arrebatarme el alma con una mirada…-empezó a cantar Dul.

-De hacerte feliz que no le importe nada…-siguió cantando Poncho.

Los dos sonrieron, siguiendo abrazados en todo momento.

-Bueno ardillita pues la canción como que te definió muy bien ¿no?

-Poncho es que nunca has escuchado de que cada cual escribe sobre lo que siente…

-¿Y eso sientes ahora?


Poncho sonrió ante aquel dulce recuerdo, y sin pensarlo más cogió un lápiz y papel y empezó a escribir todo lo que sentía. Y finalmente, todo lo hizo en forma de canción. Pensó que sería una linda forma de decirle a Dulce todo lo que sentía, ya que ella también se valía de ello y lo valoraba demasiado.


A veces me cuesta aceptar
que ya se va a acabar,
que nada de esto es real.

Parece una contradicción
subirme a un avión,
sin sentir esa emoción.

Preferiría salir a buscarte.
Mi realidad cotidiana, encontrarte.
Como un reflejo,
saberte mi espejo.

Mi corazón,
serias mi razón de vivir,
y no estas aquí.
Y no es mi intención, hablar de una historia de amor,
si no estas aquí.

Me muevo de aquí para allá
y sin exagerar,
las cosas van muy bien.

Sólo me puedo quejar,
de mi fragilidad,
que se esconde otra vez.

Preferiría salir a buscarte.
Mi realidad cotidiana, encontrarte.
Como un reflejo,
saberte mi espejo.

Mi corazón,
serias mi razón de vivir,
y no estas aquí.
Y no es mi intención, hablar de una historia de amor,
si no estas aquí.

Como saber si eres tú
la que me hace bien.
No logro entender
que hay cosas dentro de mi
que puedo esconder,
que nadie mas ve.

Mi corazón,
serias mi razón de vivir,
y no estas aquí.
Y no es mi intención, hablar de una historia de amor,
si no estas aquí.


Cuando Dulce llegó al departamento, Poncho ya se había quedado dormido. Lo miró por un instante con una tierna sonrisa, que de pronto borró. Esa no era la forma de alejarlo de ella. Tenía que dejar de mirarlo así, y sentir esa dulzura hacia él para que todo fuera más fácil. Justo ahora se dio cuenta de la razón por la que nunca llegó a olvidarlo si no todo lo contrario. Siempre habían estado juntos y seguían siendo amigos. Y así nunca lo podría olvidar, así que era mejor tomar otra actitud con él. Aunque sabía que eso le iba a costar muchísimo trabajo.

Se iba a ir para su cuarto, cuando se fijó que en la mesa había un papel. Se acercó para cogerlo y cuando lo leyó, no pudo evitar que le cayeran de nuevo aquellas lágrimas que en esos días no dejaban de hacer acto de presencia. No sabía de dónde habían salido aquellas palabras pero realmente eran lindas, y además su historia con Poncho parecía verse reflejada. Soltó la hoja y se fue para su cuarto intentando no hacer demasiado ruido.

...............

Capitulo 52


A la mañana siguiente, Poncho se despertó más temprano de lo habitual ya que había quedado con Pedro. Además aprovechó para darle una sorpresa a Dulce. Una nueva estrategia para reconquistarla y luchar por ese amor que tanto se estaba desgastando.
Llegó hasta la habitación de Dulce y tras llamar a la puerta y no obtener ninguna respuesta, se decidió a entrar. Ahí estaba ella dormida. Poncho se quedó contemplándola durante un tiempo hasta que empezó a pesarle la bandeja que llevaba en las manos.


-Dul…-susurró Poncho al oído de ésta.

Al ver que no obtenía ninguna respuesta, soltó la bandeja y cogió una pluma que tenía allí en su cuarto para pasearla por su cara. Ahora sí obtuvo una respuesta, aunque no tan agradable como él esperaba. Dulce estornudó en la cara de Poncho, provocando el susto en éste y la risa en la otra.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Dulce despertándose.

-Te traje el desayuno…-dijo Poncho con una gran sonrisa.

-Gracias…No tenías que haberte molestado.

-¿Cómo amanecieron hoy?-preguntó Poncho pasando su mano por la barriga de Dulce.

-Bien. Muy bien…-dijo ella sonriendo dulcemente.

-Vaya parece que algo está creciendo al fin…-dijo Poncho sorprendido.

-¿Qué?-preguntó ella sin comprender muy bien.

-Dul, ¿no te has parado a mirarte la barriga? Ha crecido.-dijo Poncho ilusionado.

-¿Tan pronto?-dijo ella también feliz.

-Bueno ya casi estás embarazada de tres meses…

Dulce se levantó y se puso frente al espejo levantándose la camiseta que llevaba y mirándose la barriga de perfil. No se había parado a mirar, y ni se había dado cuenta, pero ya se le empezaba a hacer visible el embarazo. Poncho se acercó a ella y la miraba sonriendo.

-Parece que esto no se va a poder ocultar por mucho tiempo, ¿no?-preguntó ella.

-¿Cuándo tenemos que ir al médico?

-Creo que era el día 20…-dijo Dulce despreocupada.

-Dul…Hoy es 20.

-¿Qué? No me lo puedo creer.

-¿A qué hora es la cita?

-No estoy segura. Déjame mirar.

Dulce sacó de un cajón un papel. Y tras leerlo rápidamente, respiró algo aliviada.

-Es esta tarde…-dijo Dulce.

-Menos mal porque ahora he quedado con Pedro.

-¿Para qué?

-Para ver algo sobre una…sorpresa…-dijo Poncho sonriendo.

-¿Hoy es el día de las sorpresas y no me enteré?-preguntó Dulce.

-Quizá…-dijo Poncho guiñándole el ojo.-Bueno ahora usted se me va a sentar a desayunar tranquilamente, yo me tengo que ir con Pedro… ¿Quieres que te espere o te vas tú ahora?

-Bueno si has quedado con Pedro será mejor que te vayas ya…

-Pero si tenemos que ir al médico en la tarde, ¿para qué vamos a ir con los dos coches?

-En eso tienes razón… Entonces llamaré a Chris para que venga por mí. Vete tú ya si quieres…

-Está bien…-dijo Poncho dándole un beso en la mejilla mientras le acariciaba el vientre.


Si el propósito de esta mañana para Poncho era el de sorprenderla, realmente lo había conseguido. Después se recriminó a sí misma por no ponerle una barrera a Poncho, pero es que no podía hacerlo cuando la miraba de esa forma llena de cariño, y cuando le tocaba el vientre con esa delicadeza. Realmente sería difícil alejarse de él.



Poncho había llegado a los estudios de grabación, y se dirigió inmediatamente a la sala donde había quedado con Pedro comprobando que iba bien de tiempo. Cuando iba a abrir la puerta escuchó una voz familiar que lo llamaba. Era Pedro.

-Buenos días Poncho.-dijo Pedro.

-Buenos días Pedro. Parece que llegamos a la misma vez, ¿no?

-Eso parece… Bueno a ver vamos a entrar a ver qué me quieres enseñar.-dijo Pedro abriendo la puerta.


Ambos entraron en aquella sala, y al momento Poncho le entregó una hoja que sacó de su bolsillo. Pedro se quedó mirándola por un momento en silencio. Después se quedó viendo a Poncho sonriendo.

-¿Estás muy enamorado de Dulce verdad?-preguntó Pedro.

-¿Por qué dices eso?-dijo sonrojándose.

-¿Ahora también te sonrojas?-dijo Pedro riéndose.-¿Cuándo van a admitir que se aman?

Poncho permanecía en silencio sin querer mirar a Pedro, hasta que éste continuó.

-La canción es muy buena. Parece que se te va pegando la vena compositora de Dul…

-Todo resulta más fácil cuando dejas hablar a tu corazón, ¿no?

-Pues sí… Eso parece. Vamos a hacer una cosa. Vamos a ponernos las pilas con los arreglos de esta canción y la vamos a incluir en el nuevo disco.

-¿Hablas en serio?-preguntó Poncho ilusionado.

-Completamente. Pero con una condición…

-¿Cuál?

-Deja de perder el tiempo con Dul y decídanse de una buena vez.

-Eso quiero…

-Se nota que la amas, eso se ve en lo que escribiste. Seguro que Dulce lo va a ver en cuanto la vea, ¿o ya la vio?

-No. Aún no la ha visto. Quiero que sea una sorpresa…

Finalmente, Chris iba a recoger esa mañana a Dulce, aunque ésta se estaba demorando más de lo normal eligiendo la ropa que se iba a poner. No se había dado cuenta, pero realmente había engordado y todo se le quedaba más pequeño. Cuando apareció en el coche de Chris, éste le aplaudió tras la espera.

-Hasta que te dignas en llegar…-dijo Chris.

-Perdón pero tuve un pequeño problema de vestuario…-dijo Dulce.

-¿Qué?-dijo Chris mirándole la ropa que llevaba puesta- ¿Ya empezaste a ponerte camisetas de embarazada?-dijo riéndose.

-No tiene gracia…-dijo Dulce después de darle un golpe en la cabeza a su amigo- De repente todo se me ha quedado pequeño. Es lo más ancho que tenía, así al menos no se nota la barrigota que tengo…

-¿Ya te creció la barriga?-dijo Chris entusiasmado- ¿Puedo ver? ¿Puedo tocar?

-Pareces un niño pequeño… Más que su tío creo que serás su hermanito... Mira…-dijo riéndose mientras se levantaba la camiseta y cogiendo la mano de Chris para que le tocara el vientre.

-Es increíble…

-¿Viste? Si no llega a ser por Poncho ni me doy cuenta…

-¿Qué pasó con Poncho?

-Pues no lo sé… Esta mañana estaba de lo más cariñoso, me preparó el desayuno y me lo trajo a la cama y en esas que me acarició el vientre viendo que ya estaba creciendo…-dijo Dulce sonriendo.

-Parece que se lo tomó muy en serio…-dijo Chris pensando en voz alta.

-¿Qué cosa?-preguntó Dulce extrañada.

-Nada. No me hagas caso…Bueno vamos ya, no perdamos más tiempo…-dijo Chris cambiando de tema.

Mientras tanto, en los estudios de grabación estaban todos reunidos, sólo faltaban Chris y Dulce. Pedro estaba empezando a impacientarse y daba vueltas de un lado a otro. De pronto, aparecieron Chris y Dulce en la sala algo agitados ya que se habían puesto a correr para llegar hasta allí cuando vieron la hora que era.

-¿Qué les pasó?-preguntó Pedro- Llegan tarde, y miren cómo vienen…

-Perdón Pedro…-dijo Chris.

-Sí Pedro perdón. Ha sido culpa mía. Chris se pasó por mí pero yo me demoré más…-se disculpó Dulce.

-Bueno está bien… Lo que importa es que ya estamos todos…-dijo Pedro.

Dulce y Chris se sentaron junto a sus compañeros.

-Chicos antes de empezar a grabar hoy les voy a comunicar que hay una nueva sorpresa en el disco…-dijo Pedro sonriendo.

-¿Cuál sorpresa?-preguntó May.

-Una nueva canción…-dijo Pedro- Correrá a cargo de Poncho quien la cantará entera…

-¿Qué? ¿Yo la cantaré solo?-dijo Poncho emocionado.

-Tú has compuesto la canción… Tú eres el más indicado para hacerlo, ¿no?-dijo Pedro.

-¿Qué? ¿Tú has compuesto una canción?-preguntó Dulce directamente a Poncho.

-Sí que lo hizo…-añadió Pedro- Además que es muy buena, así que vamos a incluirla en el nuevo disco. Aquí tienen la letra… -dijo Pedro repartiendo hojas a cada uno de ellos- Cuiden bastante el estribillo porque ahí los veré a todos acompañando a Ponchito… Bueno eso es todo. Ahora vamos a empezar a grabar. Y Dul…-dijo mirándola- Poncho ya me dijo que tienen que ir al médico… Así que dime la hora a la que se van y les organizo el tiempo… Pero quiero una copia de la ecografía…

-Sí. Pedro yo te la traigo…-dijo Dulce sonriendo.

-¿Cómo? ¿Van a ir al ginecólogo?-preguntó Annie entusiasmada.


Todos se quedaron mirándola cuando habló, ya que no se esperaban que se interesara por la noticia de Dulce. Ésta misma no quedó callada también sorprendida, por lo que fue Poncho quien habló.

-Sí Annie. Tenemos hoy revisión…Este bebé esta pidiendo a gritos que se le atienda, ¿viste cómo está creciendo?-dijo Poncho acariciando la barriga de ésta.

En ese momento todos se pararon frente a Dulce queriendo comprobar lo que Poncho estaba diciendo. May, Ucker y Pedro se peleaban por ser los primeros en tocar la tripa de Dulce, mientras Chris presumía de haberlo hecho en primer lugar. Annie, por su parte permanecía algo triste en un segundo plano, hasta que se cansó de que sus ganas fueran mayores que su rencor.

-¿Puedo tocarla?-preguntó tímidamente Annie a Dulce.

-Claro… -dijo Dulce cogiendo la mano de su amiga para llevarla hasta su barriga.

La mañana pasó tranquilamente mientras grababan hasta que Dulce y Poncho se retiraron para ir al médico. Allí habían quedado los demás hablando en un descanso que Pedro les había dado. Estaban hablando sobre el embarazo de Dulce, cuando May tras pensarlo mucho lanzó una pregunta.

-Annie, ¿por qué eres tan cabezota?-dijo May seria.

-¿Qué? ¿Y ahora por qué me dices eso?-dijo Annie.- Chris, mira cómo me trata la May…

May en ese momento miró a Chris queriendo hacerle ver de lo que hablaba.
-Es que tiene razón…-dijo Chris.

-¡Ucker!-dijo Annie en un último intento de salvación.


Pero Ucker estaba distraído hablando con Carol lejos de allí. Carol estaba sacando un refresco de la máquina mientras Ucker apoyaba su brazo sobre la máquina. La miraba con una gran sonrisa, y tras respirar profundamente.

-Carol, ¿quieres salir conmigo a cenar esta noche?-preguntó Ucker.



Por otro lado, Chris y May estaban acorralando a Annie para empezar con la tortura.

-Me están asustando…-dijo Annie.

-Haces bien en estarlo…-dijo Chris riendo de forma malvada.

-Chris no exageres…-dijo May mirándolo seria.

-Bueno está bien… al grano…-dijo Chris.

-¿Cuándo vas a dejar esta ridícula guerra contra Dul? A leguas se ve que te mueres por estar cerca de ella y compartir todos estos momentos tan mágicos que le están sucediendo.

-Sí Annie. May tiene toda la razón… Ya deja el enfado porque quizá hasta se te haya olvidado cual era el motivo para estar así… -dijo Chris.-Así que mejor dale un abrazo, un beso y date prisa antes de que te quiten el puesto de madrina de ese bebé…

Mientras tanto, Dulce y Poncho habían pasado a la consulta del médico, aunque éste aún no llegaba. Los dos estaban en silencio algo nerviosos.

-¿Y bien?-preguntó Poncho.

-¿Y bien qué?-preguntó Dulce.

-No me dijiste nada de mi canción…-dijo Poncho sonriendo.

-Pues es que no sé que decirte. Ha sido toda una sorpresa… Nunca pensé que escribieras…

-Yo tampoco… Pero parece que cuando dejas hablar al corazón salen cosas como esas…

-¿Tu corazón es el que habla en la canción?

-Alguien me dijo una vez que cuando uno escribe, escribe sobre lo que siente… Ahí tienes la respuesta….

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora