Parte 23.

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45 & 46

Capitulo 45

En la barra de aquel bar estaba Ucker con esa nueva conocida llamada Vivian. La situación parecía irreal para él. Se sentía bastante incómodo ante las palabras de ella, que además lo miraba de una forma un tanto descarada. Era demasiado, incluso para él que estaba acostumbrado a tratar con muchos tipos de mujeres.

Por su parte, Vivian lo miraba expectante. Quería saber qué tenía que decir “su trampolín” acerca de su proposición. Pero Ucker no encontraba palabras. La miraba una y mil veces. Y por su cabeza pasaba la idea de lo fácil que podrían ser las cosas tal cuál las proponía Vivian. Una mujer. Sí. Él necesitaba eso, pero no sólo físicamente. En esos momentos, él buscaba y necesitaba una mujer con la que compartir su vida, no un objeto que manejar y que le manejase a su antojo.

-No vas a decir nada…-dijo Vivian cansada del silencio que su pregunta había producido.

-¿Qué?-dijo Ucker saliendo de sus pensamientos.

-¿Qué me dices?-dijo ella con una gran sonrisa.

-Perdona pero creo que te equivocas. Tú no eres lo que yo necesito…No. No lo eres definitivamente…

-No me conoces… Deberías darme una oportunidad, la necesito.

-Pues tienes muchos más caminos para lograrla y no tienes por qué venir aquí acosándome sin conocerme de nada…-dijo Ucker cada vez más incómodo con aquella situación.

-¿Acosándote?-dijo ella acercándose a Ucker de forma seductora-No sabes lo que dices… ¿O quieres que de verdad te acose?

Al terminar de decir estas últimas palabras estaba completamente pegada a Ucker. Empezó a morderle la oreja, ante lo que él intentaba separarla sin emplear gran fuerza, ya que al fin y al cabo estaban en un lugar público y no quería montar un escándalo.

-¡Vivian!-dijo Carol apareciendo de repente.

-¿Qué haces?-dijo Vivian separándose en el momento de Ucker.

Por su parte, Ucker sonrió aliviado. Aquella nueva mujer, esta vez de pelo más corto morena le había salvado. Por un momento pensó que era un ángel caído del cielo.

-Creo que es mejor que nos vayamos ya…-dijo Carol.-¿No te das cuenta que estás incomodando a este hombre?

-¿Qué sabrás tú?-dijo Vivian enfadada.

-Gracias… -susurró Ucker que casi no sabía donde meterse ya.

-No me las des. Te pido perdón. Mi amiga a veces no sabe muy bien lo que hace… te pido perdón por ella si te has sentido incómodo. Yo les estaba viendo y creí que era mejor que viniera a llevármela de una buena vez…-añadió Carol.

-Nadie te ha pedido tu ayuda ni que vinieses…-dijo Vivian.

-Bueno pero yo agradezco que haya venido. Si no hubiese venido a tiempo no sé qué hubiera hecho…-dijo Ucker serio mirando a Vivian.

-Vamos Vivian…-dijo muy seria Carol llevándose casi a rastras a su amiga.

-Suéltame…-decía Vivian mientras su amiga se la llevaba.

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora