Parte 7.

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Capítulo 13 & 14.

Capitulo 13.


Al día siguiente, los chicos fueron a grabar la serie, en esta ocasión había más de un periodista en la puerta del estudio para saber si Dulce y Poncho regresaron, y aunque ella huía sin decir nada, Poncho se dedicó a desmentir todo lo que se andaba diciendo, reafirmando que sólo eran amigos y que Dulce lo estaba apoyando en esos momentos, al igual que el resto de sus compañeros, aunque el bien sabía que con ella era especial.

Ese día, Dulce terminó antes que Poncho de grabar y decidió irse para su departamento donde iría éste cuando terminara de trabajar. Se puso a ver la televisión cuando llamaron a la puerta.

Dul abrió la puerta y se encontró cara a cara con alguien que le resultaba demasiado familiar.

-¿Y tú qué haces aquí?

-¿Así es como me recibes?- se le acercó y le dio un falso beso en la mejilla, y entró en el departamento para sorpresa de Dulce.-Tenemos que hablar de mujer a mujer…

-Pues yo no pienso que tengamos nada de lo que poder hablar. Así que si eres tan amable…-dijo esto mientras con su mano señalaba la puerta por donde segundos antes había entrado aquella mujer, invadiendo su intimidad.

-Mira “bonita”-dijo esto con desprecio- no estoy aquí por gusto de verte la carita, sino por Poncho. Tú le comiste la cabeza Dios sabe con que cosas y él se fue de mi casa para acabar aquí contigo.

-Fabiola no sé de que me hablas, yo no le comí la cabeza a nadie, y mucho menos a Poncho, y si él decidió irse, pues mayorcito está ya, para tomar sus propias decisiones, ¿no piensas?

-¡Mira no más qué descaro! Si tú no te hubieras metido en nuestro camino, Poncho y yo estaríamos ahora mismo juntos. Pero claro, tú y siempre tú como un maldito fantasma entrometiéndose en nuestra relación. Por tu culpa, Poncho se fue, ¡por tu culpa!

-Fabiola, ¿sabes qué? Ya me aburriste, mejor lárgate de aquí porque yo no tengo nada que hablar contigo. Si Poncho abrió los ojos y te dejó no es cosa mía, te repito una y mil veces…

-Una sola pregunta: ¿Poncho te dijo por qué se fue de mi lado?

-Eso no te lo voy a contar a ti. Poncho es mi amigo y no voy a traicionar su confianza, y mucho menos contigo…

-Vale, de acuerdo. Yo te explicaré. Poncho estaba obsesionado contigo. Siempre defendiéndote en todo, siempre has sido una mala sombra. Y yo como tonta cometí un gran error, hacerle elegir entre tú y yo… y obvio ya viste quién perdió y quién ganó.

Dulce enmudeció al momento, ciertamente estas palabras la habían sorprendido enormemente: Poncho había acabado con Fabiola… ¿por ella? No, eso no podía ser cierto. Fabiola estaría engañándola seguramente para confundirla y pensar mal de su amigo, y así dejar de ayudarlo en esos momentos. Además, entre ella y Poncho hacía mucho tiempo que no existía nada. Definitivamente todo esto era invento de Fabiola.

-¡Pero no te quedes tan calladita! ¿O es que de verdad no sabías nada? Vaya pues tal parece que hable demasiado-dijo mientras se tapaba la boca con su mano, en un amago de querer hacer ver a Dul que había metido la pata.

-No, por Dios, tú no te preocupes Fabiola. Por supuesto no metiste la pata ni nada. Pero simplemente me sorprendes viniendo a contarme todo esto. Ya mejor creo que es hora de que te marches.

-De acuerdo, me voy ya. Además se me va a hacer tarde. Pero una cosa te advierto: tú y Poncho no vais a ser felices nunca. Poncho va a volver conmigo, de eso estate segurita, mi amor. Además ya habéis tenido demasiadas oportunidades para estar juntos y mira como acabáis siempre. Será mejor que dejes de meterte en su camino y lo dejes ser feliz.

Dicho esto, Fabiola abandonó el departamento dejando a Dulce más confundida y aturdida que nunca. ¿Por qué Poncho había hecho eso?, ¿Era verdad que ya no quería a Fabiola o es que él aún la amaba a ella?

Fabiola estaba bajando en el ascensor, al llegar a la planta baja se encontró cara a cara con Poncho.

-Poncho…-dijo abalanzándose sobre él para darle un beso, ante lo que este la separó rápidamente sujetándole los brazos.

-¿Qué haces tú aquí Fabiola?-dijo muy serio, casi enfadado.

-Así es como me tratas después de tantos días sin vernos…Si es que son tal para cual… Hasta la misma respuesta tienen al verme…

-¿De qué hablas?

-Pues de ti y de tu ardillita…-dijo con desprecio.

-Fabiola qué hiciste esta vez. No entiendes que no quiero verte cerca de mí ni de mis amigos, no quiero que andes investigando ni molestándome…-dijo ya Poncho en un tono más fuerte.

-Eres un desgraciado…-dijo furiosa Fabiola- Sólo viene a aclarar las cosas con Dulce y dejarle un par de puntos claritos…-dijo levantando la cabeza, mostrándose aún más altiva.

-No te acerques a ella…


Al decir esto, Poncho se metió dentro del ascensor pulsando rápidamente el botón que lo llevaría a la séptima planta, donde se encontraba Dulce aún aturdida por todo lo que había pasado con Fabiola, y todo lo que ésta le dijo.


...............

Capitulo 14.


Poncho salió del ascensor al llegar a la séptima planta, llamó al timbre varias veces seguidas, estaba bastante nervioso, le asustaba lo que Fabiola le pudiera haber dicho a Dulce, aunque él mismo estaba sorprendido de su actitud pues no tenía nada que esconder con su amiga que supiera y pudiera manejar Fabiola.


-Poncho…-dijo suavemente Dulce al abrir la puerta, estaba aún más confundida al ver el semblante de éste-¿Te has encontrado con ella?-preguntó un poco más alarmada.

Poncho entró al departamento cuando Dulce se quitó de la puerta.

-Sí, Dul me encontré con ella. Dime por favor qué vino a decirte porque me alarmé cuando me encontré con ella y con lo que me dijo…

-¿Qué te dijo que estás así?-preguntó ella.

-Pues no fue lo que me dijera fue cómo me dijo las cosas, y me asusta que haya estado aquí ya no entiendo por qué hace todo esto.

-Poncho, ¿por qué decidiste finalmente separarte de Fabiola?-dijo Dul mirando fijamente los ojos de Poncho, estos eran los únicos que jamás la engañarían, la mirada de él le decía muchas cosas, había veces en que sobraban las palabras y esto siempre había sido así, desde que se conocieron.

-¿Qué?-preguntó extrañado- ¿Qué es lo que te dijo?

-Pues me dijo…-empezó a decir Dulce entrecortada con miedo de que lo que pudiera decir dañara su relación con él.

-Ya Dulce dímelo, qué te dijo…-preguntó cada vez más inquieto Poncho.

-Nada Poncho, no me dijo nada.

-¿Qué?-preguntó extrañado-Entonces para qué vino, qué quiere… ¿Me quiere volver loco aún estando separados?

Entonces Poncho diciendo esto le dio una fuerte patada a la pared. El tema de Fabiola cada vez lo irritaba más. Tras esto casi se cae al suelo, se había hecho bastante daño en el pie. Por lo que Dulce se acercó rápidamente.

-Poncho, ¡ya! Estoy cansada de verte así. Nunca te había visto de esta forma, y todo por la bruja esta…-dijo abrazándolo- ¿Te hiciste daño?

-Eso no importa. Dulce por favor dime a qué vino…-dijo Poncho ya en tono suplicante mientras se agarraba a la silla que tenía más cerca. El dolor cada vez era más fuerte.

-Poncho olvídate de eso, por favor… -dijo Dul en un tono triste, le lastimaba toda esta situación, le lastimaba verlo así-Dime por favor, ¿te duele?

Al decir esto se agachó para quitarle el zapato a Poncho y descubrir que tenía un moratón en el pie, Dul lo tocó suavemente, ante lo que él se lamentó.

-Poncho no me gusta nada la pinta que esto tiene, mejor vamos al hospital…

-No hace falta…Estoy bien…-dijo intentando disimular el dolor ante Dulce.

-¿Cómo que estás bien? Tienes el pie hinchado y mira este moratón. Por favor no seas por una vez tan terco…-dijo regañándole.

-Está bien, vamos porque la verdad sí me está doliendo esto.-decía mientras apretaba los puños.


Dulce lo ayudó a ponerse de pie, bajaron y cogieron el coche de ésta para dirigirse al hospital. Mientras los médicos atendían a Poncho, a Dulce le empezó a sonar el móvil.

-¿Si?

-Dulce soy yo Christopher…

-Hola bebé… ¿qué se te antoja?

-Pues muchas cosas…-contestó Ucker al otro lado sacudiendo la cabeza por lo que le pudiera soltar a Dul.

-¿Qué?

-Dulce te llamaba para ver si querías que fuéramos a cenar, ¿qué me dices?

-Bebé perdóname…

-Vale, ya me vas a decir que no…

-Es que surgió un problema…

-¿Qué pasa?

-Poncho… Estoy en el hospital con él. Se ha lastimado el pie y están viéndole los médicos, no puedo dejarlo solo.

-Está bien, Dulce, no hay problema. ¿Quieres que vaya o necesitas algo?

-No, gracias. Bueno sí. Llama a Pedro dile lo que pasa, para que no le pille por sorpresa cuando vea a Poncho cojeando. Ya pronto saldrá y vemos qué le dijeron.

-Está bien Dul, como digas.

-Gracias bebé. Pero no te preocupes que no olvidé esa cena pendiente, ¿sí?

-Sí, Dul pero ojala y no me haya hecho viejo para entonces-dijo medio desconsolado ucker, ante lo que Dulce rió.

-¡Exagerado! Bueno ya te dejo que voy a ver cómo anda Poncho, o más bien si anda…Besitos bebé.

-Un beso Dul.

Al colgar el teléfono, Ucker se quedó medio triste, siempre que intentaba quedar con Dulce estaba Poncho en medio, ¿acaso estaba celoso de Poncho?, pero ¿por qué si Dul era su amiga? ¿Qué estaba sintiendo que estaba cambiando su forma de ver a Dulce?

BENDITA LA LUZ DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora