Capitulo 5.

127 20 1
                                    

Me despierto mas temprano de lo que acostumbro, miro la ventana y aun está oscuro, volteo para ver a Emy a mi lado aun durmiendo.

Trato de salir de la cama lo mas despacio que puedo para no levantarla, voy para el baño de mi habitación a darme una ducha rápida, entro y en el proceso de quitarme la sudadera veo el cesto de ropa sucia creo que lavare un poco, se me esta amontonando. Termino de bañarme y me visto con un conjunto de sudadera.

Al bajar las escaleras voy a la cocina y pongo ha preparar un café, lavo los trastes sucios para matar el tiempo mientras espero a que esté listo.

Estoy sentada tomando la taza de café cuando veo a Ely bajar viene a mi bostezando y se me sienta en el regazo escondiendo su cara en mi cuello.

—¿Si tienes sueño porque te levantaste? —No responde se queda con la cara en el espacio de mi cuello —Ely vez a la cama, bebé.

—No, quiero quedarme despierta —Dice sacando su cara del escondite.

—Pero, ¿Para que? No tienes nada que hacer hoy domingo y tienes sueño —La miro con el ceño fruncido.

—Quiero ayudarte a hacer los aseos —Hace un mohín —Siempre estas haciendo todo como si fueras la mamá o la empleada y no lo eres no tienes que hacer todo sola y mamá está aprovechando que estas de vacaciones para dejarte todo a ti.

No lo había visto de esa forma creo que es tan normal para mi hacer todas estas cosas que no me molesta ya.

La observo como si fuera lo mejor que me ha pasado porque así lo pienso no sé donde estaría sin ella o como aguantaría todo esto, le sonrió ampliamente.

—Bueno, bebé vez a lavarte los dientes que tienes un aliento a dragón —Me sopla en la cara juguetona —¡No! Vez a lavarte, graciosa.

Se baja de mi regazo y con una sonrisa le guiño un ojo.

—Vez que yo te preparo el desayuno y después hacemos los aseos.

Baja y yo ya tengo preparados los huevos revueltos, pan y un vaso chocolate.

—¿Me vas a contar porqué te dejaste con él idio..? —Habla sin terminar la frase igual ya sé a quien se refiere a esta niña no sé le escapa una.

—¿Quieres la verdad? —Asiente con la cabeza pero tiene la vista en su plato.

—No vale la pena me di cuenta que merezco más, mucho más la verdad —Alza la cabeza de su plato y me mira mientras yo juego con la taza de café, hablar de lo que creo merecer o lo que me pasa no es que me guste demasiado.

—Asi es, ¿sabes porqué no me agrado? —Niego con la cabeza porque nunca me llego a decir siempre que preguntaba se iba y me dejaba como loca hablando sola —Porque no te miraba como si fueras lo mejor del mundo. Soy una niña según ustedes, pero si sé que cuando estas enamorado te brillan los ojos. Sé que te ven como miro yo a los helados de limón. Por eso tampoco me agrada Jack no mira a mamá como la miraba papá, ¿Te acuerdas cuando papá nos contaba que el amor es la fuerza más grande de este mundo? Es una de las pocas cosas de las que me acuerdo, pero lo hago. Recuerdo que papá miraba a mamá con ojos de amor, que hacía todo porque ella estuviera feliz y tu exnovio, bueno tu exnovio no lo hacía, no te veía de esa forma, estoy segura que tampoco hacía todo por verte feliz. Así que te doy la razón no vale la pena. Todas merecemos a alguien que nos mire como si fuéramos el tesoro mas grande que tiene y que nos cuide de esa forma por menos no vale la pena quedarse porqué luego lo que va a hacer es lastimarte y herir tu corazón.

DESTINO O CASUALIDAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora