Capitulo 6.

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Después de un tiempo de silencio es él quien decide hablar, y aunque aún no me siento lista y podría jurar que nunca lo estaré me debo esto.

—¿Qué pasa? —Me limito a verlo, Andru es moreno y siempre lo he considerado guapo demasiado para su bien y él sabe que es guapo. Tiene los rasgos de la cara definidos y un cuerpo sino exagerado si bien trabajado y una sonrisa que hace que se ya bajen solas las tangas.

—Te vi el otro día —Lo miro con la cara en blanco, neutra. La de él es de pura sorpresa pero lo supera rápido porqué como si nada cambia el rostro a imitar mi expresión.

—No viste nada —Sentencia como si me mandara. Me paro de la silla para alejarme de él necesitó mi espacio para hacer esto.

—¿Qué no lo vi? —Subo el volumen de mi voz ya se esta pasando y no soy estúpida o por lo menos ya no lo seré más —Si que lo vi y no lo niegues porque así es, Andru eres un maldito infiel.

Se levanta de su silla también y me toca alzar la cara para verlo me pasa una cabeza por mucho pero eso no me intimida.

—Si lo viste no necesitas explicación los debiste ver claro —Dice en tono arrogante —Así que calma este drama y ven a saludar a tú novio.

—Vete a la mierda —Le escupo con los ojos llorosos —No quiero explicaciones grandisimo idiota vine hasta acá a terminar contigo, ¡Esto se acabo!

Me mira y antes de que me cuenta me lleva a la cama sujetando mis muñecas arriba de la cabeza colocándose encima mio.

—No, mi amor esto se acaba cuando yo diga —Me mira directo a los ojos con algo que no logro descifrar pero eso no me va a cohibir —Tú eres mía y no me vas a dejar así como así.

Trata de buscar mi rostro pero volteo el rostro y en el forcejeo una de mis mano se logra soltar y no pierdo tiempo le proporciono una fuerte bofetada logrando que quede descolocado y logre bajarlo de mi.

—Se acabo, Andru. Yo no soy ni tuya, ni de nadie. No eres nadie en mi vida a partir de ahora —Hago todo lo posible para evitar llorar —Tú no vales nada yo merezco mucho mas que tus migajas y que el pobre puesto que tienes de mí en tu vida.

Se ríe pero es una risa carente de diversión esta sentando en la cama con la mano en la mejilla.

—Allen, dime ¿Cuanto tiempo crees que aguantes sin mi? —Me mira como si no tuviera emoción alguna pero ya lo conozco —Tú sin mi no eres nada ni nadie, por favor ni tu mamá se preocupa por ti.

Eso activa una chispa en mi, un lado que no quería dejar salir un lado que no deberían tocar.

—Mira, Andru vuelvo a escuchar que mi mamá sale de tu linda boca y no te va a quedar mucho de esa cara bonita tuya, ¿Esta claro? —El tono de mi voz es amenazante las lágrimas ya no amenazan con salir lo que hace un momento era tristeza se transformo en rabia, en ira pura.

Si algo odio es que me hablen mal de mi mamá sé que hace muchas cosas mal pero es mi mamá y ella con mi hermana son lo único que me queda.

—Ahora, ¿estas seguro que soy yo la que te necesita? —Le dedico la sonrisa mas falsa que puedo.

No dice nada así que sigo hablando.

—No te equivoques, Andru yo tengo problemas igual que tú, igual que todos. Pero yo no los soluciono bebiendo alcohol hasta perder la conciencia. Ni buscando con quien acostarme para sentir algo de amor. Porqué seamos sinceros no es la primera vez que me engañas pero estoy segura que ninguna de ellas despertó en ti sentimiento alguno y no es por creerme pero la que llego a conocerte, a la qué dejaste entrar esta aquí frente a ti y quiere dejarte ¿Que coincidencia no? Estas tan por debajo de la seguridad que quieres aparentar que necesitas que tus "amigos" -Hago énfasis en la palabra amigo con los dedos —Te estén alabando todo el tiempo por logros que no son nada y que al final del día te dejan igual de vacío y hueco de lo que siempre has estado.

DESTINO O CASUALIDAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora