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Agosto 3 de 1998

Mi vuelta de la marina luego que la Reina lo hubiese adelantado no era el mejor, estuve un año y medio pero no aguantaba más.

Mantener una imagen era importante, pero cuidar un amor no. Es fueron las palabras de mi madre.

Había empezado todo bien, Natalia era mi novia oficialmente, las reinas y el Rey la habían conocido. No me dieron opinión pero la habían taratado bien, eso era lo importante.
El problema era que la prensa siempre me buscaba, además de estar veinticuatro horas sobre mi vida, eran insoportables.

Apenas me mostré con Natalia los titulares como "El nuevo pasatiempo del Príncipe" o "La nueva chica ¿Cuánto durará?" Habían enfadado a mi novia y al Reino. Me había costado estar con Natalia y no podía permitirme que algo tan hermoso se acabará pronto. Pero ¿Cómo empezó?

Flashback

Aquella fiesta había sido la mejor en años, me había besado y claro que yo se lo respondí. Fuimos interrumpidos por Lady Anahi que nos avisaba que los padres de Natalia estaban en casa.

Natalia me apartó de un empujón y se disculpó, tomó mi mano y bajamos casi corriendo la escalera. Obviamente no logró su cometido de sacar a todos sus invitados antes que sus padres entrarán. Bastó una mirada del empresario a su hija para que todos entendieramos el mensaje. Busqué a Marga y la encontré en la alberca junto a Josh.

— Hermana, nos vamos — la tomé de las axilas e intenté sacarla.

— Sueltame — balbuceo, lo que faltaba. Mi hermanita seguía borracha. Me puse de cuclillas frente a ella.

— O sales de esta maldita alberca, o te soportas lo que vendrá si ese fotógrafo pública tus fotos.— mi hermana abrió sus ojos como platos y buscó al fotógrafo que efectivamente estaba colgado por una de las paredes con una enorme cámara.

— ¿Cómo se enteraron? — mi hermana me tendió sus manos para que la ayudara a salir.

— No lo sé, pero tú idiota— le hablé a mi ex amigo Josh. Él me miró preocupado porque sabía lo que significaba para mi que hermana mantener una imagen— La próxima vez,  si vas a estar atras de mi hermana, date de caballero y cuidala.

— Lo siento, Marg. No me había percatado de eso — dijo ignorandome.

— Esta bien Josh, te veo en la escuela— sonrió como idiota mi hermana, y ese fue la gota para que mi paciencia se derramara.

— Andando— la tomé del brazo mientras ella se quejaba que la lastimaba, no me importaba. Era un desastre, además de estar empapada su vestido trasparentaba su ropa interior, esto sería un cóctel asombroso para la prensa amarillista que odiaba el reinado de mi madre.

Le pedí a Karl que se encargará del fotógrafo, mi hermana estaba callada y yo tampoco quería escucharla. Ella sabía que no podía comportarse de ese modo, menos cuando era una Princesa.

— Señor, las fotos—- Karl me dio la cámara y subió para emprender camino de regreso al Palacio. En el camino destrui todas las fotos, por suerte solo había sido uno.

Al llegar, Margarita bajo enfadada subió directo a su habitación, por suerte ni mi madre ni mi abuela estaban despiertas.

— Señor tiene una llamada — Martín el mayordomo estaba con el teléfono del Palacio.

— Gracias Martín— Respondí y él me dejo sólo.

— Hola — dije esperando saber quién estaba del otro lado de la línea.

Secret of the prince: ¿Qué hay de mi? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora