Octubre 27 de 2007
Mi vida se había vuelto un caos constante, Natalia cada día estaba más exigiente y Dulce también, el problema se volvía cada día peor.
Mi esposa estaba enferma y empeoraba su estado, la noche que tuvimos una cena Real todo se volvió más oscuro en la relación que teníamos, Dulce se había querido suicidar. Mi madre me había mandado a llamar con urgencia, el decreto de ella fue que empezará a buscar un psicólogo con urgencia pero nadie se daba cuenta lo infeliz que era yo. Todo giraba alrededor de la Princesa.Dulce logró entrar en el corazón del pueblo de una manera diferente, la querían, a tal punto que en nuestro Tour Real sólo querían estar con ella. Me molestaba demasiado que ella fuera el centro, tanto que empecé con mi trabajo, me encargué que ella se diera cuenta que el Príncipe de Gales era yo, ella había heredado ese título por mi. Varias noches quiso tocarme pero me alejaba, Natalia me perdonó que hubiera estado con mi esposa cuando ella me pidió que no lo hiciera, era comprensiva y entendía la debilidad del hombre.
Me conocía y sabía que a pesar de todo siempre iba a volver a sus brazos.Estabamos en Tokio la gente estaba expectante a cada movimiento y paseo que hacíamos por allí, el presidente nos estaba eperando para mostrarno la nueva empresa que construyeron para los servicos reales, Dulce me había comentando que no estaba bien, que se sentía mal y eso. Ella siempre tenía que estar en el centro de atencion.
— Sonreí y camina — le dije mientras entrábamos a una de las empresa de aviones.
— Cariño, creo que me voy a desmayar— tomó mi brazo, pero luego se escucho un golpe. Dulce se había desamyado a mi lado, las cámaras y mi personal trataban de verla pero estaban amontonados.
— Apartense, Karl una ambulancia — ordene, me acerqué a ella y tomé su mano. Estaba helada y totalmente pálida. Lo principal que hice fue tomar su cabeza, pero no reaccionaba. Uno de los empresarios me dieron hojas para que la solpara mientras la ambulancia llegaba.
Tenía vergüenza de salir, pero debía ir en la ambulancia. Cuando llegó al hotel nuestro doctor Warner, yo estaba con mi camisa desabrochada, estaba molesto. Esto jamás debía haber pasado y ya sabía que esto era porque Dulce se negaba a comer.
— Solo entra Warner— dije molesto, él asintió y fue con ella.
No se que había pasado allí adentro pero los ayudante de Warner entraban y salían, yo disfrutaba de un whisky en las rocas, mientras Natalia estaba del otro lado del teléfono.
— No puedo creer que este pasando esto — dijo lamentándose.
— Lo sé, jamás estuve en las portadas por algo así. Mi madre debe estar furiosa, ya me imagino que dirá — me queje.
— No te preocupes, te estaré esperando para relajarte después de todo esto — respondió logrando que riera.
— Iré a ver que tiene, nos vemos pronto cariño —me despedí.
Entré a la habitación, ella ya estaba despierta. Warner no me dijo nada, se retiró. Dulce quedó a solas conmigo, ella estaba nerviosa y no sabía porque.
"Esta embarazada" esas palabras fueron las más aterradoras que jamás había escuchado, tenía que reaccionar indiferente a ello, pero estaba aterrado. Un hijo, Natalia, Dulce, La reina, y .... el primer heredero a la corona.
Hacía poco estabamos casados, no nos soportabamos pero ella estaba embrazada.
Cuando Warner se fue de la habitación estaba enojado con ella, como podía ser que se hubiera embarazado. Perdí la cabeza, y lo único que encontré para sacar mi irá era a Dulce. Ella era culpable y una vez más se lo hacía entender. Pero yo esta vez fue distinto porque ella había tomado una decisión incorrecta. Ella me estaba dejando.
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Secret of the prince: ¿Qué hay de mi? #2
Teen FictionVoy a ser feliz. Voy a aceptar lo que siento, voy a valorar lo que tengo. Porque pase lo que pase, todo estará bien. ° LIBRO #2