Epílogo

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Julio 19 de 2018

La notícia del embarazo de mi esposa revolucionó el reino. Mi madre no entendía que había pasado, ella pensaban que ambos habíamos cerrado esa «etapa» cuando firmamos el divorcio. Claro, para ella era todo un juego de personas inmaduras, tampoco me creía que amaba a Dulce, y mucho menos que sería capaz de dejar a Natalia.

Mi madre se había enterado del nuevo Príncipe en su viaje al occidente, Margarita no pudo deterner más la notícia; los diarios, revistas y programas de televisión obviamente seguían pensando que ese niño era del difunto Ramiro Venture.
Por pedido de la Reina madre no sali a aclarar ningun rumor, la Reina y el Rey llegarían pronto, y este tema se hablaría en privado.

Desde el accidente de Dulce el Palacio de Buckingham estaba lleno de flores, nuestro personal se encargaba de aceptar dos ramos todos los días para llevarle a mi esposa.

Los informes médicos eran publicados por Anahi o la Duquesa de Alphor, Blanca. Su madre estaba durante la mañana con su hija, encargándose se poner videos de ella para su nieto, también limpiaba a su hija. Aún no creía que su hija no despertaba hacía dos meses y días, yo tampoco creía que mi Dulce no despertaba. Cada día que pasaba los recuerdos de nuestros peores momentos se reproducían en mi mente, había sido cruel con ella.

No entendía porque terminó ella así, que nos había pasado para hacernos tanto mal. Lo reconocía, yo era el único culpable. Ella había hecho todo por amarme, y sobretodo por que yo la amara. Lady Anahi me había contando algunos detalles que no supe nunca, y uno de ellos era cuando ella lloraba en las noches por que sabía que estaba con Natalia. Ella había intentado luchar contra Natalia, claramente la lucha contra esa maldita relación la había lastimado.

— Su Alteza, su Majestad lo espera en su oficina— Martín interrumpió mis pensamientos inrrumpiendo en mi oficina.

— Gracias, Martín. — dejé la foto de mi esposa en mi escritorio, nunca me había dado cuenta lo preciosa que era. Lo hermosa que lucía en cada vestido, y sobretodo lo hermosa que se veía embarazada.

Desde su accidente, los periódicos, revistas, y eso; publicaban muchas fotos de ella. Mientras estaba navegando en Internet vi una foto de nosotros, tenía razón Anahi, ella me miraba y en sus ojos se producía el amor que sentía por mi, pero en el último tiempo en sus ojos se reproducía su dolor. Había una foto que me había angustiado, fue en uno de nuestro Tour, ella estaba llorando a mi lado mientras yo miraba hacía otro lado.

Dejé de ver esa fotografía, puse su foto en el lugar que debía haber estado desde un principio. Acomode mi traje y bajé hasta la oficina de mi madre. Al entrar a la enorme habitación me encontré con una sorpresa, entre mi madre y mi abuela estaba sentada Natalia, mi padre y Margarita estaban al frente de ella, se los veía molestso. No entendía nada.

— Madre, abuela — hice una reverencia.

— Christopher, toma asiento— comenzó mi abuela. Hice lo que me pidió y me acomode al lado de Margarita.

— Bien — suspiró mi madre— Hay un nuevo Príncipe de tu ex esposa. No te ofendas hijo pero ¿Estás seguro que es tuyo?

— Sabía que eso se preguntaría, pero sí. Es mi hijo —afirme mientras mi abuela empezó a negar.

— Bien, tenemos un plan para que esto no se vuelva un escándalo. — Margarita tomó mi mano.

— Escucho — respondí sin mirar a Natalia.

— Tu divorcio con Lady Dulce trajo muchos problemas en el reino, se vio afectada nuestra historia y nuestra moralidad. Con la noticia del nuevo bebé creemos que se volverá a manchar el nombre de mi reinado.

Secret of the prince: ¿Qué hay de mi? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora