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Mayo 9 de 2011

Después del nacimiento y bautismo de Alexander decidimos separarnos pero asistir como pareja real a cada reunión.
No me sentía mal por haber fracasado en un intento de ser feliz con Dulce y mi hijo, pero Natalia estaba en mi cabeza todo el tiempo. Cuando nos vio aquella última vez juntos ella decidió hacer un paso al costado, estaba bien cada quien haría su vida y sólo seríamos padres de Alexander y Príncipes de Gales.

Los dos años y 3 meses que había pasado fueron los más destacados en mi vida. Dulce estaba saliendo con Diego, el profesor de equitación de mi hijo, y aún peor ella estaba enamorada. ¿Cómo lo sabía? Sencillo.

En mi torneo de Polo que tuvimos en Canadá él había asistido porque pertenecía al equipo canadiense que compartiría con Inglaterra, pertenecía a ese equipo desde que era un niño.
Aquel empleado Real tenía el placer de jugar contra el Príncipe de Gales, claro mi esposa lo apoyaba a él mientras decía a la prensa que iba por mi. Natalia también había ido, ya que Josh seguía viajando por Europa y ella seguía conmigo mientras él no estaba en Londres.

Mientras me preparaba vi que mi esposa no estaba en mi automóvil como cada juego, algo que me había alterado ya que no sabía el motivo de su ausencia. En realidad si sabía, pero debía verlo con mis propios ojos, fui excusandome por mis guantes hasta los establo, Dulce y Diego estaban juntos como sanguijuelas. En ese momento sentí celos, pero no sabía porque. Yo no la amaba y estaba bien. Su grupo de amigos se acercaron al establo. Como pude salí de allí y esperé a que ella volviera, volvió junto a sus amigas y se ubicó a mi lado, la miré por que sonreía como tonta. No dije nada y fui a jugar.
El partido terminó, y perdí contra ellos, odiaba perder y estaba aun más furioso por que Dulce fue la encargada de darle la gran copa a Diego, pero mi venganza iba a ser peor.

Mi nombre sonó a través de los parlantes para buscar mi medalla de segundo puesto me acerqué a mi esposa.

— Felicidades, Christopher.La próxima— no la deje terminar porque pegué nuestros labio, ella quedo sorprendida cuando me a parte de ella, y Diego sólo nos miraba sin ninguna expresión.

El podía haber enamorado a mi esposa, pero ella me pertenecía legalmente. El reclamo de Natalia ese día no tardó en llegar.

Los rumores de separación eran fuertes, me veían sólo y a Dulce también, la Reina madre nos iba a obligar a acabar con esos rumores. Un viaje a Malbun era la solución para que me olvidará de Natalia había dicho mi abuela, claro como si eso fuera fácil.
Al principio estaba molesto, la Reina madre se había encargado de cortar toda clase de comunicación con Natalia.
Pero no todo fue malo, en una cena que tuve con mi esposa una noticia inesperada había llegado.

Flashback

Ella le había pedido a John y a mi personal que nos dejarán sólos, estabamos en un gran hotel cenado sólo los dos.

— Te dije que esta cena tenía un porque — dijo cuando vio que comía mi postre favorito.

— Sí, y estoy ansiosos por saberlo — respondí.

— Mantén la calma, recuerda que hay paparazzi en la ventana— advirtió.

— Se controlarme— toqué su mano, ella resbaló por la mesa un sobre blanco. Lo abrí apresuradamente pensando que era algo de Natalia pero era otra cosa.

— Estoy embarazada — dijo esperando mi reacción.

Estaba en shock, no me acordaba en que momento había pasado esto, creo que le pregunté de cuando, pero luego me percaté que habia sido  la peor pregunta que podía haber hecho.

Secret of the prince: ¿Qué hay de mi? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora