Logró evadir a los guerreros y guardianes que se encargaban de custodiar la puerta de entrada al palacio, con un manto tapó su rostro y su cuerpo y camino sin preocuparse de ser visto, una vez ingresaba al palacio todo se hacía más fácil.
Sus pasos eran ignorados por los sirvientes, que de vez en cuando, cuando aquellos ojos bicolores se topaban con los cafés de las muchachas obreras, lanzaban sonrisas inocentes, suspiro una vez más, aquí venía la parte tediosa.
La puerta de la habitación era de madera, con metales preciosos en los bordes y una manija dorada, era donde nacían todas las plantas, flores y vegetación del castillo, por eso las paredes estaban forradas con matas y matas de hojas recientemente creadas, iba a ser una primavera muy hermosa en el Reino de los elfos. Tocó delicadamente, miro la ventana atrás de él y vio como el sol amenazaba con seguir subiendo, su cometido estaba listo.
Una chica, de cabellos rulosos que en alguna de sus visitas escucho que se llamaba "Rebecca" Le abrió la puerta, sintió su corazón temblar al imaginar lo que pudo suceder adentro del cuarto de Kyle, el estúpido heredero elfo, con su estúpida corona y su estúpida piel lechosa, ella salió sin decir nada, pasando por su lado, se adentro y cerro la puerta, dejando como evidencia la tela con la que se cubrió.
Kyle apenas estaba despierto, su rostro aún seguía en la faceta de descanso y su atuendo era el adecuado para dormir, observó una sombra entrar y pararse delante de él, pero no hizo mucho, si debía morir, que sea en ese momento.
Cartman miró como su amor infantil volvía a echarse a descansar, en su cama circular con sábanas rojas y doradas, se posicionó al otro extremo y se hundió en aquella suave superficie, y se movió hasta llegar al rostro del pelirrojo.
—¿No puedo dormir un poco más? —abrió uno de sus ojos esmeraldas, encontrando solo el suave rostro de Eric
—...
—Cartman —Lo volvió a llamar
—No.
—¿Enserio tengo que levantarme en el único día libre para complacer a un mocoso infantil? —Cartman asintió, aún con el rostro serio, a diferencia del elfo que que tenía una sonrisa traviesa y estúpida, le dio un beso en la frente, revolvió sus cabellos y se levantó —¿Qué haces tan temprano en mi hogar?
—Quería sorprenderte por tu cumpleaños —Se sentó, a sus "15 años" aún conservaba aquella apariencia infantil con mejillas rosadas, mientras Kyle había empezado a madurar un poco antes.
—Sabes que no celebramos eso —Abrió su armario, viendo sus trajes, hoy, al ser la celebración de su nacimiento, tenía dos opciones, hacer absolutamente nada, o, organizar un banquete, y como sabía que algo iba a pasar, algo le decia que debía elegir la primera opción.
—Si lo hacen, pero es diferente a los humanos —Volvió su mirar una vez más al castaño y le dio una sonrisa, extrañado de que se estuviera encima suyo.
—¿Por qué —Aclaró su voz —no estás insultandome o llenandome de besos? —Fue más un juego que una pregunta sería, la respuesta solo lo dejó pensando.
—Ví a Rebecca salir de tu cuarto —Fue directo, la bata blanca que amenazaba con abandonar su cuerpo se detuvo en la mitad del camino —Khal si no me quieres dímelo —Y ahí estaba otra vez, ese tono de voz inseguro de si mismo, ese tono de voz que solo salía cuando se sentía indefenso, y cuando estaban solos.
—Mis padres —Meditó sus palabras, si decía algo incorrecto, Eric se iría tal como vino —Están sospechando de esto — "Esto" Eran ellos, ambos reinos aún eran aliados, pero Liane no era la gobernante amable y dulce que aparentaba cuando habían vecinos, inculcando odio y desprecio hacia otras razas en su retoño, Eric no lo diría, por que ante todo su familia —Y han asignado a Rebecca para que venga a despertarme, supongo esperan que suceda algo más.
—Diles que no quieres —Kyle empezó a cambiarse, el pudor que podía tener se respaldaba en su ciega confianza a Eric, el como este prometió no mirar a no ser que él quisiera.
—Eric —Eric necesitaba confirmar el amor ciego que el otro le tenía—Preguntale a quien quieras en este gran palacio, pregúntales como te observo, como cada que habló de ti, sueño con una vida ajena a los tronos y reinos, Eric, te amo sobre mi corona.
—¿Podemos quedarnos aquí? ¿Durmiendo?
—¿No quieres salir al pueblo? —Negó infantil, Cartman estaba demasiado sumiso ese día, pero no se negaría a su petición.
—Majestad —Tocaron la puerta—¿Desea tomar algo? —Eric se tensó, inhalo el aroma a vainilla y canela de Kyle y se aferró más a su cuerpo.
—¿Quieres tomar algo? —Le preguntó en un susurro
—No... Aún no —Respondió suavemente.
—No gracias—Exclamó fuerte, claro, y con una amabilidad característica de él.
—Como ordene, mi príncipe— y aquella mujer, con pasos lentos se retiró de la entrada.
La verdadera razón de que Eric Cartman, Heredero al Reino de los humanos, Hijo de Liane y Tenorman, hermano de Scott, ambos varones muertos gracias a sus propias manos, estaba ahí, era por que su madre sabía que el jóven elfo estaba enamorado de su pequeño, depositando fe ciega en él, Eric no fue a celebrar ni pasar el día a su lado, fue a envenenarlo y dejar el camino fácil para su progenitora.
Los brazos de Kyle lo envolvieron, y se dejó caer en el sueño con su amado, sintiendo el peso de aquella bolsa pequeña ubicada en su bolsillo, junto al peso de sus acciones próximas, culpa, pensó.
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La razón por la cuál Eric no está insultado a Kyle cada que puede es por que está dudando de su poder, de su influencia, está en duda en si aquello será lo correcto.
Y si, Kyle le tiene una fe ciega a su gordo, siempre le habla de que, si vuelven a renacer, podrían amar en paz, y Eric solo se burla, pero por dentro desea tanto que sea así, la relación de los humanos y elfos se está tensando cada vez más, y estos jóvenes enamorados tendrán que dejar su sentir para poder pelear.
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Muchas gracias por leer hasta aquí
Pandioso234
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Schnuckelchen [Kyman Drabbles]
FanfictionCartman no entendía el porque de aquello, miraba incrédulo sujetando una mano de calor familiar. En cada línea temporal, en cada dimensiones, ellos acababan igual. Ellos acababan juntos. Sentia su estómago resolverse al sentir un beso en su mejil...