Liane tenía un Sugar Daddy, y todos lo sabían.
Gabriel, como se hacía llamar el hombre que pretendía a su madre, le contaba relatos extraños con aventuras sacadas de alguna ciudad extraña, solían viajar más seguido cuando ese señor empezó a dormir y desayunar en su hogar, Eric le gruñia y sacaba la lengua ante la invasión, pero veía a su madre feliz de poder amar a alguien y ser amada, con los meses esos berrinches se volvieron palabras y esas palabras en gritos de confianza, bos tenían una aura particular, una aura que solo se conocía en Eric Cartman, una tarde almorzando ellos dos solos Gabriel le contó la verdad, había matado, estafado, engañado para llegar a donde estaba, y lo admiró por su honestidad.
Eric ahora estaba feliz, pues si antes era un chico consentido, ahora lo era mucho más. Aquel hombre, de no más de 40 años lo había ganado a través de palabras, y algo de sus riquezas, y Liane estaba contenta, por primera vez en mucho tiempo tenía la seguridad de que al volver a su hogar tendría no sólo a su retoño, si no a un hombre que había aceptado su pasado y decidió acompañarla en su futuro.
Pero ese día, la segunda semana del verano en ese pueblo, donde habían organizado una barbacoa con todos los amigos que tenían, iba a ser diferente, no sólo por que Liane estava mostrándose en un vestido blanco y una sonrisa real, su no por que su retoño iba a dar un gran paso pasa si mismo.
Eric pasó entre las mesas que estaban ubicadas en la parte posterior de su hogar, con la mano entrelazada a su enamorado, lanzando insultos y bromas de que era más rico que Token.
Cuando su vista alcanzó a ver a Gabriel sintió sus nervios querer salir de su cuerpo, miró a los ojos verdes de Kyle, animandolo en silencio, avanzaron juntos.
—Soy gay y este es mi novio —Mostró su agarre con orgullo, pero sus piernas temblaban, Broflovski mantuvo su mirada fría.
—Oh —Soltó el mayor, levantando sus lentes de sol —Es pelirrojo —No había rastro de asco.
—Y judío —Continuó Kyle, mirando decidido al quien su gordo tomó como figura paterna.
—¿Seguro que no tienes alguna contusión? —Le preguntó directo, Gabriel era alto, y su presencia era fuerte, sonrió para si mismo al ver que sí, su hijastro era marica como lo sospechaba, pero que había elegido a un buen partido.
—Si, señor.
—Umm —Volteó las hamburguesas —a Liane no le va a gustar esto. —Reprochó burlesco.
—Por favor —Eric contestó—solo quería decirle a alguien de confianza, por que, carajo me gusta mucho.
—¿Ahora si me quieres, gordo? —Con la espátula intentó tocar el pecho de su hijastro, pero se encontró con el brazo del pecoso, evitando que tocará a su enamorado.
—Chúpame las bolas, viejo verde.
—Eric si sigues hablando así entonces no hay hamburguesas para tí ni para tu enamorado —Regaño, pudo ver los ojos brillantes de los jóvenes delante suyo, dejó escapar una sonrisa.
—¿Entonces... lo aceptas?
—Yo sí, pero no sé que dirá tu madre —Colocó la carne en el pan —tal vez pueda hablarle y convencerla, o solo decirle que no acepte ninguno de tus berrinches.
—Por favor, señor —Esta vez fue el pelirrojo con firmeza—Enserio me gusta Eric, y hemos pasado por tanto como para separarnos, usted entiende como va esto, señor —Finalizó mirando al castaño, ojos tristes.
—Llámame Gabriel —Le revolvió el cabello y le entregó aquella comida en sus manos —Ahora váyanse a besuquear por otro lado —Ambos adolescentes sonrieron, tomados de la mano y compartiendo la hamburguesa.
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Sé que no es mucho, pero intentaré publicar más seguido.
Gracias por sus comentarios, votos y vistas, me hacen muy feliz <3!
Pandioso234
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Schnuckelchen [Kyman Drabbles]
FanfictionCartman no entendía el porque de aquello, miraba incrédulo sujetando una mano de calor familiar. En cada línea temporal, en cada dimensiones, ellos acababan igual. Ellos acababan juntos. Sentia su estómago resolverse al sentir un beso en su mejil...