Un chico rubio, iba rumbo a la casa de su amigo, con la miraba firme y una sonrisa inocente, llevaba una bolsa con chucherías y algo más.
Se plantó delante de la puerta, acomodando su camisa y su cabello, llamó tres veces, una señora, con mechones castaños en el rostro y ojeras notorias abrió.
-Hola Señora Cartman -Saludo Butters, manteniendo su sonrisa.
-Oh... -Como tratando de mantener la postura tosió un poco -Leopold, adelante -El rubio se estremeció un poco, la sala estaba hecha un desastre, se encontraban pastillas regadas por el suelo, los jarrones de flores habían sido estrellados en las paredes y los retratos estaban fuera de lugar.
La familia Cartman había tenido otra crisis.
-Mi hijo está durmiendo- Se sentó en un pequeño espacio del sofá, el cual no había llegado a ser alcanzado por el desastre - Está algo enfermo, así que le he dado algo maravilloso- la mujer lanzó una risita, para mirar al suelo resistiendo sus lágrimas.
-Entiendo-Se movió incómodo, sabía exactamente lo que le había dado, Tweek una vez le contó que vio a la madre de Cartman en el mismo lugar donde va a recoger metanfetaminas.
-¿Sabes que amo a Eric? -Preguntó sirviendo un poco de té en una taza sobreviviente, de los muchos pedazos rotos.
-Por supuesto, es su hijo.
-Soy una mala madre-Y antes de que el chico pudiera decir lo contrario, la señora revolvió su cabello y susurró-Voy a salir...cuida a mi calabacita.
Salió por la entrada y todo se volvió silencio.
La sonrisa inocente se transformó en una mueca de desagrado, agarró la taza y vertió el polvo "curioso" que compró para una ocasión especial, subió las escaleras, las fotos en el suelo, la alfombra con ligeros cortes y sangre, mugre, y la pared se notaba maltratada.
Tal vez Eric haya enfrentado a su madre, reclamando que deseaba nunca haber nacido, que ella no fuera una puta y se preocupara como una madre normal, y la señora en respuesta empezaba a llorar, sabiendo que cada sucia palabra que daba su retoño era verdad, Cartman en un ataque de ansiedad ha roto todo a su alrededor, jalando su cabello y ropas, gritando y arremetiendo contra todo objeto que pudiera ser movido de su lugar original.
Butters se premió por su análisis, conocía tan bien ese lugar.
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Y toda aquella ruina apenas iniciaba, cuando entró al cuarto del más gordo, recibió un cuaderno en la cabeza, reclamó un poco por el dolor.
-No quiero ver a nadie-Exclamó Eric, moviéndose entre sus sábanas.
Todo su cuarto era un infierno, su escritorio hacía de fuerte entre la puerta y su cama, su closet había sido desordenado y tenía un ligero olor a gasolina, la lámpara que adornaba y daba luz estaba rota y parpadeando casi extinguiéndose, su caja de juguetes estaba en el suelo.
-He traído un té -Habló mostrando la taza, no volteó a verlo-Y pastel.-Mostró la bolsa, sacudiéndola.
-No quiero ver a nadie. -Seguía firme.
-Soy tu mejor amigo, Eric -hablaba calmado, seguro.
-No-Contestó frío-Mi mejor amigo es Kenny.
-Pero, aun así, él no está aquí- Su respiración se cortó, Cartman entró en razón.
Parándose casi al lado de él, con su mano libre lo sentó para que pudiera beber del vaso, lento y calmado.
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Schnuckelchen [Kyman Drabbles]
FanfictionCartman no entendía el porque de aquello, miraba incrédulo sujetando una mano de calor familiar. En cada línea temporal, en cada dimensiones, ellos acababan igual. Ellos acababan juntos. Sentia su estómago resolverse al sentir un beso en su mejil...