Mina.
Fue cuestión de tiempo para que me encontrara con ella afuera de la cafetería, en un pasillo solitario en el que no había señales de estudiantes.
Se mantenía callada, demasiado callada.
Estaba expectante ante sus acciones, mas no se movía y se mantenía con sus brazos cruzados y su mirada en un punto fijo en el piso.
- N-necesito un abrazo-. Soltó en un hilo de voz bastante frágil a mi parecer.
- Yo puedo darte ese abrazo.
- ¿Puedes?
- Definitivamente puedo-. Solté para acercarme a ella y rodear su cuerpo lentamente.
Mis brazos permanecieron alrededor del área de su clavícula y cuello, mientras que sentía como ahora, después de un tiempo había logrado que cada una de sus manos se mantuviesen en mi cintura.
No lloró, no quebró en llanto o soltó algún sollozo ahogado, sin embargo sabía perfectamente que al menos estaba pasando por un momento difícil, ya que me lo decía aquella forma frágil en la que se encontraba entre mis brazos en estos instantes.
- Debí de decirles lo de Nayeon, ¿verdad?
- No necesariamente-. Comencé a decir a la vez que acariciaba lentamente su espalda a través de la tela de su uniforme.- Estás en todo tu derecho de no querer decirlo si aún no sientes la necesidad de comunicarlo.
Suspiró y se alejó un poco de aquel contacto que teníamos para después voltearme a ver; mantuve mis manos en la misma posición que antes y no me moví, al igual que ella.
- Siento otra vez aquel tipo de dolor que sentí durante y después de la llamada durante la madrugada. ¿Es normal?
- Uh... claro-. Respondí intentando pensar en lo que diría a continuación, mas era difícil por el hecho de tener su presencia tan cerca de la mía.- No se supera algo de la noche a la mañana. Ve poco a poco.
Nunca habíamos estado de esa manera antes, la distancia entre ambas era casi nula, aquello lo sabía debido a que podía asegurar que nuestras respiraciones se mezclaban entre sí y podía ver de mejor manera el lunar que posee debajo de su labio inferior.
Cerca.
Demasiado cerca.
Tiró de una sonrisa de sus labios antes de que volviese a abrazarme y que escondiera su rostro en el área ubicada entre mi cuello y mi hombro izquierdo.
Rodeó ahora aún más mi cintura y me esforcé en reconfortarla manteniendo aquel gesto de igual manera y sintiendo cómo su respiración pegaba en mi piel descubierta.
Decidí ahora cerrar los ojos y así me mantuve hasta que se separó de mí.
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Poems [Michaeng]
Fanfiction¿Cómo podía alguien escribir así? ¿Cómo lograba aquel autor o autora hacer que el corazón de la japonesa latiera de tal manera? ¿Quién rayos era? Demasiadas dudas, demasiadas preguntas, demasiados sentimientos encontrados que crecían conforme entrab...