Poems [Michaeng]

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Chaeyoung.

Las siguientes letras se hacen presentes y yo sigo sin decir ninguna sola palabra. Me quedo cuestionándome internamente sobre qué es lo que estaba haciendo ahora y cuál era el punto de todo esto.

— ¿Estás bien, Chaeyoung?

Suspiro antes de negar sin poder tener la valentía de verle a los ojos.

— ¿Es malo llegar a querer a alguien que ya tiene otra persona que le hace feliz? ¿Sería demasiado estúpido seguir en una situación en la que me atrae alguien que sé que nunca se fijaría en mí?-. Hago una pausa para tratar de que mi voz no se quiebre, luchando ante cualquier sentimiento que se me presente ahora mismo, sintiéndome débil y sin defensa alguna frente a ella.— ¿Por qué sigo equivocándome? ¿Por qué sigo soñándole y pensándole recurrentemente? ¿Por qué no simplemente dejo todo atrás?-. Mi garganta duele en cuanto termino de interrogarle aquellas preguntas sin respuesta que han estando atormentándome recurrentemente.— ¿Por qué no hago las cosas que debería hacer?

La canción finaliza, haciendo que se genere un silencio bastante ruidoso.

No sabía qué estaba haciendo, no era capaz de controlar mis acciones o palabras en estos momentos.

Dolía tanto el darme cuenta de todo ahora.

Hubiese preferido que me llamase la atención alguien más. Algún chico, alguna chica, cualquier otra persona.

Cualquiera que no fuese ella.

— Chaeyoung, yo...

No sigue hablando.

¿Por qué no lo hacía? ¿Acaso había dicho algo malo?

Claro que lo hiciste, ¿qué no ves que no dice nada?

Cállate, por una maldita vez.

Quería que hablara, pero que al mismo tiempo no lo hiciera, que de alguna manera comprendiera en sí la verdadera razón del porqué actuaba así el día de hoy, o que al menos sospechase algo relacionado y que, a pesar de que no lo llegara a confirmar, la idea pasara por su mente al menos por un par de segundos.

Estoy jodiendo todo poco a poco.

Ante su silencio, decido hacer lo que mejor se me daba desde que tengo memoria: mantenerme en silencio y huir.

— Es mejor que me vaya-. Digo luego de un tiempo.

— ¿Qué?

Tengo que hacerlo porque sino arruinaré las cosas contigo aún más.

— Lo siento, yo no debí de decir todo esto. Lamento meterte en asuntos que no debería; no estoy en mis cinco sentidos en estos momentos muy seguramente-. Suelto una risa apagada ante el hecho de que sé que son verdad las últimas palabras que le dije.