Poems [Michaeng]

• 53 - Epilogue •

Mina.

Había llegado al parque de siempre un tanto después de la hora acordada.

— No debiste...-. Suelto en una voz un tanto baja al acercarme a quien me tiende ahora un ramo de flores pequeño.

— ¿Cómo que no debí? Mina, por favor, acabas de ganar segundo lugar en las nacionales... ¡Nacionales!-. Rio por el innecesario énfasis que hace en la última palabra que suelta al mismo tiempo que se hace a un lado para que logre sentarme a su lado.

— Bueno, es solo que... Me hubiese gustado haber ganado el primer lugar, ¿sabes?

Asiente a la par que suelta un suspiro y me voltea a ver.

— Entiendo. Pero, mira el lado bueno de todo esto... ¡Ganaron el segundo lugar!-. Habla energéticamente de nuevo, lo cual hace que tire de una sonrisa.— Es la primera vez que el club de baile gana como tal algo, así que, eso es demasiado bueno-. Carraspea antes de agregar un último comentario.— Además... No dudo que todo aquello haya sido posible gracias al único e inigualable solo de baile que te dieron.

— No era un "solo" exactamente...-. Intento decir mientras que un calor peculiar se hace presente en los pómulos de mis mejillas.

Percibo como suelta una queja en voz baja antes de tomar la botella de agua que llevaba consigo y dar un sorbo de esta. Reí ligeramente y en tono bajo ante cómo era que sus mofletes se encontraban por la retención del líquido.

Dejo de hacerlo en cuanto me mira y alza una ceja.

— Bueno, no, pero... Me expliqué, ¿no?

Asiento una vez antes de bajar mi mirada hacia el suelo, concentrada sobre el césped como si fuera la cosa más interesante del mundo.

— ¿Hay nuevas noticias de tu competencia?-. Pregunto de la nada al querer evitar que se forme un silencio.

— Uhm...-. La comienzo a notar un poco nerviosa al hacer amagues para hablar.— La siguiente semana nos dirán los resultados.

— ¿Qué día?-. Cuestiono curiosa.

Sonríe forzosamente al volver su vista hacia mí.— A las once cincuenta y nueve del veintitrés de abril.

— ¡Tu cumpleaños!-. Hablo casi de inmediato, causando que ahora esconda su rostro entre sus manos.— Hey~, ¿qué pasa? Es algo lindo, ¿no?

— No tanto así... Verás, me conozco-. Hace una pausa en la que cierra momentáneamente sus ojos y deja escapar una corta carcajada.— O bueno, estoy intentando conocerme poco a poco, y... Bueno, sé perfectamente que, por muy dramático o tonto que pueda sonar, en base al resultado que obtenga, el último minuto de mi día en sí cambiará completamente; para bien o para mal-. Agrega la última frase haciendo un amague con su mano derecha.