Poems [Michaeng]

• 42 - A silence full of expectations •

Mina.

— Perfecto, entonces... ¿Me podrías pasar tu celular para resolver esto de la manera más discreta posible?

Le miré directamente, sin mover alguna extremidad de mi cuerpo.

¿Acaso aquel chico realmente le podrá hacer feliz? ¿Acaso le corresponderá? ¿Acaso le dirá que sí?

Dudosa por la situación, me comencé a plantear un par de cosas, las cuales pasaban rápidamente por mi cabeza mientras que ahora buscaba mi teléfono de mala gana.

¿Era normal el no querer pasarle mi número y no querer involucrarme en esto? Porque no me apetecía, en lo absoluto. Sé bien que hace unas semanas le comenté que se merecía a alguien que le haga sentir como nunca, mas no sabía si el coreano frente a mí cumpliría con aquello. Aunque sí, quién quita y en realidad lo cumple todo a la perfección.

A la par que le tendía mi dispositivo desbloqueado y el de cabello negro escribía sobre este, comencé a experimentar una sensación extraña.

Espera... ¿Acaso esto es miedo?

No, no, no. ¿Por qué tendría miedo? Sería estúpido.

Luego de asentir ante el agradecimiento que me daba, finalmente me dirijo escaleras abajo para tomar asiento en el comedor en el que se estaban sentando todos.

Chaeyoung. 

Estaba comenzando a tener sensación de que algo se aproximaba; no sabía en concreto si era algo bueno o malo, pero de alguna manera lo percibía. No soy de sentir este tipo de cosas a menudo, por lo que no podía pasar esto por desapercibido.

Durante la comida no pude evitar llevar mi vista hacia donde se encontraba en repetidas ocasiones. El que siguiésemos sin poder hablar después del momento en que mi madre nos había interrumpido para comunicarme que había llegado Jeno, me impacientaba sobremanera. Tenía la necesidad de hacer algo.

Sabía que debía de al menos hacer algún movimiento para remediar las cosas entre ambas; aquí el único inconveniente era el no poseer del tiempo y situación adecuados para poder hablar de una manera tranquila o en la que al menos pueda no tener limitaciones para poder controlarme y no tener presión por el que sea sospechosa la forma en la que actuaba frente a la japonesa.