Psicopata / En edicion.

Falling

Dos días después de estar en una habitación oscura y solo verlos a la hora en que le llevaban comida Kathleen comenzaba a enloquecer, imaginen dos días sin salir de algún lugar y con solo una ventana, pero esta estaba con pedazos de madera clavada de costado a costado y solo podía ver la luz de el día por una rendija pequeña.

-¿Harry?

-¿Si? .-se escuchó a el otro lado de la habitación. Kathleen se alegró de que hubiera alguien en la casa o donde sea que estaba.

-Quiero salir de aquí. -Ella suplicó esperando un 'sí' de parte de ellos.

-No lo sé, ¿te comportarás? .-El ruido de una llave entrando en la rendija de la puerta de escuchó y Kathleen no podía esperar por salir de ahí.

-Si, si, si. Lo haré.

Harry abrió la puerta lentamente para torturarla un poco más y se interpuso en su camino para que ella no saliera corriendo.

-Deberías de darte una ducha, qué asco.

-No parecía importarte cuando intentabas seducirme. ¿Verdad?

-¿Quieres quedarte ahí adentro una semana? -Harry amenazo y ella pronto se quedo callada y bajo la vista negando con la cabeza, Harry resopló y se quitó de su camino, Kathleen corrió a donde sus pies mandaron y dio un gran suspiro aun que, seguía encerrada.

-Ve a darte un baño Kath.
Harry ordenó.

-No me llames Kath, no tienes mi permiso.

-Ve, ahora. -Harry dijo entre dientes, ella lo sacaba de quicio. El la guió hasta el baño y se quedó parado en la puerta con los brazos cruzados, ella lo miró mal al ver qué este se relamía los labios al verla sin ésa camiseta.

Y para la mala suerte de Kathleen, el baño era un simple cuadrado sin puertas o cortinas.

-¡Lárgate!

-No, disfrutaré ver tú cuerpo desnudo.

-¡Eres un maldito pervertido! .-Le grito a punto de llorar de coraje, Harry se acercó rápido a ella y tomo su mentón con fuerza, su ojos quemaban los dé ella y Kathleen comenzó a sollozar.

-Te quitarás la ropa, o te la quitaré yo.

Después de eso, Kathleen se zafó de su agarre y se quito el pantalón rápido, Harry estaba nuevamente recargado en la supuesta puerta de el baño y no le quitaba la mirada de encima. Ella arrugó el pantalón en sus manos y se lo lanzó a los pies, ya enojada se desabrochó él brassier y lo dejó caer a el piso. Levantó su mano y abrió la perilla de la regadera, pero antes de entrar Harry la detuvo.

-Te falta algo, cariño.

Kathleen suspiró muerta de rabia y se bajo las pantaletas de un jalón, se dio vuelta rápido y le dejo la vista de su tracero. Estaba muerta, no literalmente pero esa tal vez era la peor humillación.

Se metió a la lluvia de agua caliente y talló su cuerpo con jabón cuidando la maldita cortada que Harry le había hecho en el vientre.
El seguía ahí, penetrándola con la mirada mientras ella intentaba no verlo, se enjabonó el cabello y después enjuagó con el agua todo el resto de jabón.

-¿Y la toalla?

-En la sala.

Maldito cabrón. Se armó de valor y paso por debajo de su brazo, corrió a la sala y se tapo con la toalla que estaba doblada sobre el sofá.

Harry la miró por ultima vez y se sentó en el sofá, tomo su celular y comenzó a textear algunas cosas.

-¿Qué se supone que usaré?

-No tengo ropa de mujer, puedes lavar tus cosas esas mientras y usar una camisa mía.

Kathleen revoleo los ojos y camino a la otra habitación, abrió la puerta de el guardarropa y tomo la camiseta más larga que encontró. ¿Se suponía que estaría sin ropa interior? ¿Qué era mejor, usar unos bóxers o andar desnuda por toda la casa? Se preguntó.

Abrió un cajón, sacó unos bóxers de Harry y se los puso, pero al hacerlo, en el fondo se vio un papel, lo sacó y al parecer era una carta.

-¿Que estas haciendo?
Kathleen escondió la carta atrás de ella e intento fingir que no traía nada.

-Nada.

-Espero que no estés metiendo la pata donde no te llaman. Te arrepentirás si lo haces querida.