Go, shoot me.

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Harry se acercó a Kathleen y su respiración chocaba con su cuello, el tomo el cabello mojado de ella y lo hizo hacía atrás, sus labios se posaron en su cuello y sus manos tocaron su rostro, Kathleen haría lo que sea por quitárselo de encima pero no podía, prefería dejarlo y tal vez, si ella cooperaba, el no la torturaría y para que no le vea la carta qué ella estaba robando.

Kathleen suspiró sin mostrar algún sentimiento hacía lo que Harry intentaba hacerle, el se separó y con su dedo separó los labios de ella, Kathleen se hizo hacía atrás y sin hacer ruido metió la carta entre los bóxers y la camisa.

-Me tengo qué ir, Louis no vendrá hoy. Te quedarás aquí sola. No hagas alguna tontería, de aquí no puedes escapar cariño. -Kathleen asintió y el salió de la habitación. Ella lo siguió hasta la puerta, Harry tomo sus lentes, el movil y las llaves antes de salir.

Kathleen espero a que el se alejará lo más que podía para que no la descubriera, desdoblo la hoja ya arrugada y vieja, parecía tener cinco años guardada.

'Si yo no puedo tenerte, nadie lo hará. Te mataré hija de perra'

Kath se llevó la mano a la boca y miles de pensamientos llenaron su mente, necesitaba saber porqué hacía lo qué hacía.

Volvió a la habitación de Harry, comenzó a buscar entre sus cosas pero no encontraba nada.

Esta sería la mejor oportunidad para escapar, pero. Cuando Kathleen intento abrir la puerta estaba atrancada como por cinco pasadores con llave, abrió las cortinas pero las ventanas estaban entabladas, no había opción alguna.

Escucho un crujido de la puerta de entrada y una figura de un hombre con una pistola por la ventana, ella se metió atrás de la barra desayunadora y en cuestión de segundos comenzaron a patear la puerta e intentar abrirla.

Corrió a la habitación de Harry y buscó algún arma, seguro qué había visto una por ahí. Un golpe en la puerta hizo un agujero y el pie de el hombre comenzaba a agrandarlo. Kathleen tomo el arma y la levantó, su instinto como detective la impulsó a ser más fuerte, cargó la pistola y se escondió nuevamente.

Kath escuchó el estruendo de la bala y después de unos segundos demasiados golpes, no sabía lo que estaba pasando y no quería saberlo.

La perilla de la puerta dio media vuelta y el corazón de ella comenzó a latir a mil por segundo, ella se levanto con el arma apuntando al sujeto que había entrado en la habitación y Harry levanto las manos como si se estuviese entregando.

-Vamos, dispara.

Psicopata / En edicion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora