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Eran las 1:18 AM y el ancora del reloj no dejaba de hacer eco en la pesada oscuridad de aquella sala

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Eran las 1:18 AM y el ancora del reloj no dejaba de hacer eco en la pesada oscuridad de aquella sala. Las velas se encontraban a unos minutos de consumirse y que la tenue llama se apagara completamente y la leve iluminación se apaciguara hasta la oscuridad completa.

Los platillos de comida que con tanto labor y paciencia se habían preparado ahora se encontraban completamente fríos y insípidos.

La chimenea que había estado conservando el calor del ambiente comenzaba a apagarse, al igual que el brillo y la ilusión del joven peligris que aun tenia un pequeño atisbo de esperanza de que el chico de blondo cabello tocara la puerta y le explicara el porque no había llegado a su cita...

Con cada hora que pasaba su frágil voz interior excusaba la ausencia del mayor.

"Seguro se le presento un problema en la oficina"

"No pudo haberme dejado plantado sin razón ¿verdad?"

"Yo se que vendrás, estoy seguro que en cuanto menos lo piense ya estarás aquí conmigo"

Soltó un gran suspiro, sintiendo como la angustia y el disgusto calaban por su garganta y se alojaba como pequeñas lagrimas llenas de impotencias en sus vidriosos ojos.

Agarro su teléfono y lo reviso por octava vez luego de haber intentado comunicarse de todos los métodos posibles.

Había mandado mensaje tras mensaje y lo único que tenia de respuesta por parte del mayor era dejar en visto todo aquellos mensajes.

—Yoongi ¿donde estas?

Dijo con la voz tan apagada como las expectativa que tenia de esta "cita perfecta". Se recostó en la silla con un puchero pronunciado y miro el reloj mientras sorbía su nariz y limpiaba un poco sus llorosos ojos.

De pronto la sala se alumbro tenuemente y el sonido del teléfono con una nueva notificación de mensaje había hecho eco en toda la sala.

El peligris salto en su asiento y una sonrisa ocupo todo el espacio en sus labios, de repente todas las ilusiones que se encontraban casi muertas ahora saltaban de la alegría y emoción.

Agarro su teléfono sin borrar su sonrisa en ningún momento. pero gran fue su sorpresa cuando vio que el mensaje no era de yoongi, sino de Taehyung...

Frunció el ceño en confusión ¿porque le hablaría a estas horas? ¿No se supone que estaba enojado?

Sin mas abrió el chat de Taehyung y comenzó a leer los múltiples mensajes que le había mandado el menor.

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UN MODELO CASI IMPOSIBLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora