La Diosa Luna cometió un error 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷/Jimsu

No entiendo

Kim Namjoon llamó al número telefónico que correspondía a la abuela de su omega, espero nervioso que la llamada fuera atendida.

-¿Alo?- la voz de una mujer mayor respondió.

-Buenas tardes, busco a la Señora Min, soy el novio de Min Yoongi- la respiración al otro lado de la línea se cortó y dió paso a un sollozo.

-Mi bebé, ¿Cómo se encuentra mi Yoonie?- la voz quebrándose le partió el corazón, no entendía lo que sucedía con la familia Min, desde que conoció a Yoongi habían sido solo los señores Min y el omega, nunca hablaban de su vida en Corea y no sabía nada de ella hasta que había recibido la propuesta de trabajo.

-Él está bien, tuvo una reacción alérgica y ahora está en el hospital central de Gangnam, pensé que le gustaría venir a verlo, está sedado ahora, pero- no pudo terminar de hablar pues la señora interrumpió repentinamente.

-Iré, espera, dame unas horas y ahí estaré, gracias hijo, gracias- Tras la incomoda llamada se quedó velando el sueño de su omega hasta que le indicaron que Yoongi tenía visitas, la señora entrando era tan parecida a Yoongi, ojos felinos, su cabello era blanco pero tenía la misma sonrisa que mostraba sus encías.

-Soy Kim Namjoon- estiró su mano y la señora quedó estática.

-Eres un alfa- murmuró sorprendida, sujetó su mano e hizo una leve venia, no quería parecer maleducada pero su nieto nunca sería novio de un alfa. No el niño que había dejado su casa enamorado de su mejor amigo omega. -Disculpa, Min Yunha, tu y mi nieto ¿tienen mucho estando juntos?- preguntó tímidamente la anciana.

-Un par de años, nos comprometimos recientemente, vinimos a Seúl por mi trabajo- asintió temerosa de hablar de más.

-Lo siento, las horas de visita han terminado, solo puede quedarse uno con el paciente- la enfermera informó y se retiró con una sonrisa amable.

-Disculpa querido, ¿podría quedarme yo? Tengo tanto tiempo sin ver a mi niño- asintió inseguro pero la sonrisa triste de la señora Min le impidió negarse le pidió a una enfermera cuidara de su omega y confundido con la situación fue a un tranquilo bar, necesitaba despejar todas las dudas acrecentándose en su cabeza.

-Mi niño, estás tan igual y a la vez tan diferente, un alfa, ¿Jiminie lo sabrá?- los ojos del omega fueron abriéndose lentamente, lastimados por la luz cegadora de la habitación, sus ojos enfocaron a la anciana que se quedó en silencio y todo su mundo comenzó a caer. Con lágrimas en los ojos estiró su mano hasta que la mayor la sostuvo. -Estás tan guapo mi niño, me encontré con tu alfa, es un chico muy amable, dime corazón ¿eres feliz?- tras la intervención en su tráquea no podía hablar pero sintió llorando. -Te extrañé tanto, te estuve buscando, desconozco a tu padre, escondiendote, fui a América, a su casa y no quiso decirme donde estabas, dijo que me odiabas y que no querías verme- lloraba apartando el cabello ahora castaño, de su frente - Lo siento, por no seguir buscándote, pensé que realmente pensabas eso, que ya no me querías contigo- el menor negó desesperado. -Cuidado mi niño, no debes hablar ni hacer movimientos bruscos- Busco en el bolsillo del pantalón de su abuela su teléfono y vio un mensaje de un tal Jiminnie que ignoró. Abrió la aplicación de mensaje y comenzó a escribir.

Estaba en un internado para omegas, me dijeron que habías muerto una semana atrás y que no pudieron traerme porque mi escuela era muy cara y no podíamos viajar

La cara de la mujer se desfiguró ante lo leído. Abrazando a su nieto llorando abrazados, el cansancio de llanto pronto comenzó a adormecer al pequeño omega.

No recuerdo la mayoría de mi tiempo contigo abuelita, no entiendo que sucedió, cada vez que intento recordar es como si una barrera se interpusiera en mi, algo falta sé que estaba ahí, siento su ausencia pero no puedo llegar a ello