Cap 11

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Ash

Iba de regreso, y un par de calles antes, Omar apareció.
'' Hey guapa, espera, ¿a dónde tan solita? ''
Fueron las palabras que escuché antes de dar vuelta para verle la cara.
Y ahí estaba, alto, pelo negro, ojos marrones, tan buena gente que se veía....
Ash. - ¿que necesitas?
Omar. - no me extrañas? Porque yo a ti, si guapa (intento abrazarme)
Ash. - suéltame, ¿que no entiendes que contigo no quiero estar, ya?
Omar. - (me tomó del brazo bruscamente) A mi me hablas bien, oíste?
Ash. - Que me sueltes

Logré quitar su mano y corrí hacia el departamento, entré y me recargué en la puerta dejando escapar un par de lágrimas, llegué tan acelerada que Joy de inmediato fue a verme.

Joy. - Hey, que pasa, que pasó (estaba muy preocupada)

No dije palabra alguna, solo busqué sus brazos y ella me correspondió.
Limpié mis lágrimas, lloraba porque verlo después de tanto, me dolía. Era una herida que aún no cerraba por completo, él habia sido mi primera vez en muchas cosas, y eso me dolía.

Le dije a Joy que me encontraba mejor, que después le contaría, ella cedió..
Joy. - Ven, ayúdame.
Ash. - ¿A qué?
Joy. - Estaba empezando a preparar el postre, te iba a preparar un pastel de chocolate
Ash. - wow, enserio?
Joy. - asi es.
Ash. - Que mujeron eres, deberías casarte conmigo (lo dije jugando.....hasta ahora)
Joy. - (solo se sonrojó y me extendió su mano para que fuéramos a la cocina)

Nos pusimos a preparar la masa del pastel, entre bromas y bromas acabamos las dos llenas de harina en la cara, y de chocolate en diversas partes. Ella hacía que olvidara todos los problemas por completo..
Dejando el pastel en el horno, optamos por ir a darnos una ducha, para después cenar. No le avisé que me bañaría primero, simplemente me metí al baño y me desvestí, estaba por terminar, y vi como abrieron la puerta, me crubrí rápidamente lo que pude, osea, nada, no me dio tiempo. Solo me quede observándola, porque era ella..
Joy. - Ahh, Ashle.. Perdón, no debí, lo siento (cerró rápidamente la puerta)

Sabía que no lo había echo con intención, y para nada me molestó, terminé de arreglarme, y esperé a que Joy también se duchara, al salir de la habitación nos sentamos en la barra de la cocina. Ella sirvió la cena, y yo serví del vino que fui a comprar.
Era algo muy lindo, a esa mujer le quedaba todo bien, y en ésta ocasión la cena.
Ash. - Te quedó buenísimo (saboreando)
Joy. - ¿Te gustó de verdad?
Ash. - Por supuesto que si, hace tiempo no comía algo tan rico, solo pedía pizza y ya.
Joy. - ya era hora de que dejaras por lo menos un día de lado, las cosas grasosas que tanto te gustan.
Ash. - y a tu lado, con ésto, vaya que lo dejo de lado
Joy. - (solo sonrío por debajo)

Después de cenar nos sentamos en el suelo de madera a tomar más copas de vino, mientras conversábamos.

Joy. - Hagamos confesiones, va?
Ash. - Acepto.
Joy. - ¿que pasó? ¿Porque venias llorando?
Ash. - Esa será tu primer pregunta?
Joy. - Me preocupas, y quiero saber
Ash. - Jaja, te quiero. Ammm, era Omar.
Joy. - ¿Qué? ¿Cómo? ¿Te hizo algo? Ahorita lo buscaré (se iba a levantar y la detuve del brazo, acercándola a mi, al hacer eso, quedó muy cerca de mi, mucho más de lo que hubiera deseado en ese momento)
Ash. - Tirzah, detente.
Joy.- No me hables por mi primer nombre.
Ash. - Entonces ven para acá, y ya. Eso no es parte del juego. Ya pasó y estoy bien. ¿Ok?
Joy. - Ok.
Ash.- Bien, me toca, qué pensaste sobre mi cuando me viste la primer vez?
Joy. - (pensando en aquella ve del subterráneo) Emmmm, pensé que eras una chica bastante interesante y pedí mucho al universo encontrarte nuevamente, ahora venos.
Ash. - Bien, te toca, pequeña
Joy. - Amm, (dudó), has estado alguna vez con una mujer.? En una relación o algo cercano a eso?
Ash. - La verdad es que relación, no. Pero si tuve mi "a punto de serlo todo", poco después todo se arruinó, desde entonces, no.
Joy. - wow, okey

Así pasamos al rededor de 20 minutos, conociéndonos mucho más.
Ya teníamos nuestras copas de más, estábamos muy cerca, más de lo normal.
Estabamos de frente. Ella a  horcajadas de mis piernas, para ser más exactos.
Todo el tiempo, se paralizaba en ese instante.
No decíamos palabra alguna. Simplemente nos obsevabámos, noté su mirada sobre mis labios, y por mi mente pasó "¿se acordará de aquel beso?"
No lo sabía, pero era algo que con las copas cruzadas quería probar nuevamente. Y al parecer, ella también.

Mi Historia Entre Tus DedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora