𝐎𝐧𝐞𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬-(𝖒𝖚𝖑𝖙𝖎𝖋𝖆𝖓𝖉𝖔𝖒).

Ondreaz Lopez

Había visto el vídeo de Ondreaz en el que decía que a veces, el que lo comparen con Tony y digan que su hermano menor es el más lindo y talentoso, le afectaba.

No podía creer que había gente que los compare, los dos tienen su potencial y son maravillosos a su manera. Ondreaz era el hombre más bueno del planeta y por eso (y muchas cosas más) estaba enamorada de él.
Casi toda la Hype House sabia de mi enamoramiento con el mayor de los Lopez, parecía que todos sabían, todos menos él.

Quería ir a ver como se encontraba pero temía ser una molestia, es cierto que a veces soy irritante con mi comportamiento (según los demás, algo infantil para mi edad) y no quiero molestarlo.

Me dirigí a la piscina, me senté en el borde y metí mis pies dentro del agua, era algo que me relajaba siempre. Me quedé mirando la linda vista, sentí que alguien se puso al lado mío pero no giré, sabía perfectamente que era Ondreaz pues sentí su característico perfume.

— ¿Todo bien? –dice, lo miro y el esta mirando hacia adelante, dejándome una hermosa vista de su perfil.

— Eso te tendría que preguntarte yo a vos, ¿no lo crees? –soltó una carcajada.

— Ya estoy bien, ¿qué hay de tí? –seguia viendo a Ondreaz hasta que el hizo lo mismo conmigo.

— En realidad está todo bien, sólo estaba preocupada por vos –un rastro de confusión adorna el rostro del mayo de los Lopez.

— ¿Por qué? –deje de mirarlo y pensé en decirle lo que siento, al fin y al cabo es el único que falta enterarse.

— Me parece extremadamente extraño que no te hayas dado cuenta, con lo inteligente que eres Ondreaz que me gustas hace mucho tiempo –un silencio algo incómodo para mí se hizo presente, fue tanto el tiempo que permaneció así que decidí levantarme e irme a mi habitación, sabía que fue una mala idea.

Subía las escaleras con algo de prisa, quería llegar a mi cuarto a, llorar o dormir, cualquiera de las dos estaba bien.
Abrí la puerta de mi pieza y intente cerrarla, digo intente porque Ondreaz se interpuso.

— T/n, lo siento es que no me lo esperaba y me sorprendió mucho –Ondreaz entro a mi habitación y cerro la puerta– perdón por eso, se que tomaste mi silencio como algo negativo pero no es así porque tú también me gustas y mucho.

Y ahí, en ese momento las palabras estaban demás, con tan solo mirarnos a los ojos nos decimos todo lo que nos queríamos decir.
Ondreaz se acercó, puso sus brazos en mi cintura y yo en su cuello haciendo caricias en su pelo. Nos fuimos acercando para terminar en un beso magnífico, el primero de todos los que nos esperaban.