Capítulo 10

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Holaaa, vuelvo con esta historia. Lamento demorarme un poco en actualizar, pero como les anuncié, he estado enferma y eso me ha retrasado. Espero recuperarme completamente y continuar el ritmo normal de mis historias. 😊😊😊

La aturdida mente de Jungkook, no registró siquiera, el tiempo que le llevó regresar a casa. Sus manos solo atinaron a sujetar aquel paraguas con fuerza. Las piernas aún le temblaban por la intensidad de los recuerdos, y pequeños fragmentos de lo que había presenciado, parecían reproducirse una y otra vez en su cerebro. Pálido y descolocado, hubiese espantado a cualquiera que lo viese.

Por un lado, sentía una emoción apabullante, y pesada en el pecho: desazón.

Aunque, al mismo tiempo, un diapasón de oportunidades, con las que antes no pudo soñar, se abrió.

Sin embargo, por mucho que lo sopesara, los escenarios que ideó, no venían precisamente de la mano de lo correcto. Una especie de dilema emergió a sus pies: si bien nunca hubiese considerado llevar a término algo similar, ésta vez, el sentido de la moral, y la integridad, no mostraron la suficiente fortaleza para frustrar sus planes.

Pudo sentir vagamente, sobre el sopor de sus reflexiones, la puerta principal ser cerrada. Pero le restó importancia, protegido por la calidez de sus sábanas, e intentó no sentirse demasiado mal, o culpable, por lo que se propuso hacer.

Finalmente, cuando el sueño lo venció -aún carcomido por la sensación de malestar- había sucumbido a sus más bajos instintos.

La mañana siguiente, al bajar las escaleras rumbo a la cocina, encontró a su madre colgando el teléfono de la casa. Era inusual, porque los únicos que aun llamaban a ese número eran sus abuelos, y casi siempre en alguna festividad, o para conmemorar el cumpleaños de cualquiera de los Jeon.

La mujer notó su presencia, y se volvió, encarándolo asombrada.

— Vaya, ¿despierto y listo por tu cuenta, tan temprano? ¿Acaso estoy soñando aún? — el chico rodó los ojos, e ignoró el suave pellizco en su brazo. — Oye, uno de tus amigos, Park Jimin, acaba de llamar. — ante la mención del nombre, todos los sentidos de Jungkook se pusieron alerta, repentinamente interesados en cualquier información que su madre fuera a proporcionarle. — Me pidió que te recordara la reunión después de clases, en la cafetería Kard. Él no puede asistir hoy a la escuela, por eso llamó para confirmar.

¿Reunión? Pero...

Jeon juntó sus cejas, desorientado. ¿En verdad Jimin se hizo pasar por un compañero de clases para concertar un encuentro? ¿Con qué motivo? ...

«El móvil» eso debía ser.

Seguramente su hyung lo halló, y ahora lo citaba para devolvérselo.

Aunque, ¿por qué tomarse la molestia, cuando él podía sin problemas recogerlo en su casa?

¿Querría decirle algo importante? ¿Pasar tiempo con él? ¿O prevenir que fuese a su domicilio, porque tenía planes con Namjoon y no quería ser molestado?

Demasiadas interrogantes inconclusas, y solo una persona podría darles respuesta. Alguien a quien debía esperar 9 horas para ver. Y ahora, la incertidumbre amenazó el funcionamiento de sus nervios.

La señora Jeon le sirvió el desayuno, que engulló casi con desesperación. La ansiedad, añadida ahora al voraz hambre mañanero.

Ella le contempló, horrorizada por el imparable masticar de su único hijo. Jungkook comía como si hubiese estado sometido a un riguroso ayuno, y ése fuera el primer bocado en días. Era la agitación manifestándose, la expectativa de volver a ver a su hyung tras lo ocurrido la noche anterior.

Under The Umbrella [PJM & JJK] ° 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora