Capítulo 15

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Aloha para todos. Ya estoy de vuelta con otro capítulo. Gracias por el apoyo y la paciencia. Espero que les guste. 😊😊



Los adormilados orbes de Jungkook demoraron algunos minutos en acostumbrarse al entorno; sus párpados se movieron con lentitud, mientras intentaba desligar de una vez el borroso contorno entre sueño y realidad.

La semi penumbra en la habitación era desafiada solo por escasos rayos de luz lunar que atravesaban el ventanal, deshaciendo a medias la opacidad.

Se llevó una mano al rostro, refregándo los ojos con desgana, y echó un vistazo a su alrededor. El cuarto no era suyo, reconocimiento que fue obvio, al reparar en las paredes sin posters. Incluso el colchón donde descansaba, se le antojó diferente, más mullido.

Aquel descubrimiento, disipó todo vestigio de sueño dentro suyo. ¿Adónde diablos había ido a parar ahora? Lo último que recordaba, era a sí mismo en la celebración del compromiso de Namjoon, y después...

Un jadeo reprimido se hizo presente, acaparando su atención. El sonido provenía de su derecha; una especie de quejido bajo, sospechosamente parecido al llanto.

Y Jeon ni siquiera dudó, cuando, al voltear su cabeza en pos del murmullo, se topó con un cuerpo de espaldas. El informe completo de la jornada retornó y ganó nitidez; las memorias invadieron su cerebro hasta sobrecargarlo.

Era Jimin... su cama, su cuarto, su casa.

Y a nadie más que a Park, pertenecían los incontenibles lloros. Desde su lugar, Jungkook tenía el mejor asiento para presenciar su desdicha. Comprobando los temblores que recorrían la anatomía contraria. Y cómo el dueño trataba, inútilmente, de contener sus lamentos para evitar incomodarlo, o verse obligado a rendir cuentas de su estado.

¿Así se ve alguien que estuvo consiente desde el inicio? ¿A qué destino volaron la seguridad, el pragmatismo y la convicción con que habló de su aventura horas antes?

«¿Intentaste engañarme con palabras desinteresadas, venderme una versión alterada y difusa de la verdad, cuando ni tú mismo eres capaz de mantenerla sin derrumbarte? Puedo ver tu castillo de arena arrastrado por las olas, y yo solo soy el sol, estático e impotente, asistiendo a tu caída desde la distancia. E impedido de socorrerte, por las barreras que tú mismo erigiste entre nosotros»

¿Qué hacer entonces? ¿Debía fingir no haber escuchado el descorazonador sonido del llanto? ¿Tomar la palabra del mayor y no inmiscuirse en asuntos ajenos? ¿Retomar su descanso y marcharse al día siguiente pretendiendo inadvertencia? ¿Sería esa, en efecto, la solución más acertada? Algo le decía que sí, que se aferrara a esa salida, y recibiría menos daño. Algo suspicazmente cercano a la razón.

Sin embargo, la mandó al demonio.

Su brazo se extendió, acortando la de por sí angosta separación entre los cuerpos.

Colocó una mano sobre el hombro encorvado del mayor... Y ese toque sutil, fue el detonante, el principio del fin.

Las sacudidas ajenas, disminuyeron con el contacto, y en el segundo siguiente, Jimin guió ambas manos a su boca, mientras se encogía sobre sí mismo, al saberse descubierto.

¿Es posible que el dolor de alguien más se sienta como nuestro? ¿Era debido a ello, que Jungkook experimentó una profunda opresión en su pecho, una punzada sin causa física justificable, que se hizo más perceptible con el paso del tiempo?

— ¿Jimin hyung? — su propia voz se le antojó desconocida, matizada de incógnita tristeza. Nada existía, salvo la necesidad de confortar a esa figura desdibujada sobre las sábanas blancas.

Under The Umbrella [PJM & JJK] ° 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora