Capítulo 17

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Holaaaa, creo que nunca antes me habían pedido tanto una historia. Espero que les guste el capítulo. En el próximo haré unas dedicatorias. Gracias por leerla, de verdad, y por los 1K de seguidores. Realmente son l@s mejores 😊😊



Como en muchos otros tsunamis, la génesis del que resquebrajó, el firme fundamento de ayuda desinteresada en Jungkook, comenzó con un simple temblor. Un terremoto subcutáneo, de  magnitud suficiente para producir fracturas en toda su corteza, derrumbar uno a uno sus pilares, y finalmente, generar una ola expansiva de la que no pudo, ni intentó escapar.

Y es que a diferencia de quienes huyen, –a veces en vano– tratando de retrasar lo inevitable, Jeon no ofreció resistencia alguna. Quedó estático, contemplando la pared de agua, descomunal e imponente. Maravillado con su poder, con su potencia, con su alcance.

Sólo así, pudo describir el efecto de aquel inesperado beso en sus entrañas.

El impacto inicial, la súbita parálisis de su corazón –la apnea inconsciente después del contacto– fueron reemplazados por un cosquilleo indetenible que le recorrió entero, el aumento de su ritmo respirarorio y bombeo desbocado del músculo más importante en su anatomía.

Pero sus ojos, esos se mantuvieron fijos y desorbitados. El rostro de quien amaba, se encontraba a escasos milímetros del suyo. Los labios ajenos, tocaron los propios de forma sutil, tan delicada, que le pareció una tierna caricia; un soplo de viento tibio.

El contacto solo duró unos instantes, casi imperceptibles, pero su huella, amenazó volverse insondable, compleja.

Aún sin obtener reacción de su propio cuerpo, Jungkook observó a Jimin alejarse lentamente, haciéndole saborear la amarga pérdida. Odió despedirse del calor próximo, y la presión ejercida por los labios ajenos.

Pero no fue el único sorprendido. El mayor abrió de golpe sus orbes enrojecidos. Incrédulo y perplejo, ante su precipitación. Un acto irreflexivo que –sin dudas– acarrearía consecuencias. ¿Devastadoras, o... imperdonables?

El silencio se tambaleó con pies plomizos entre ambos. Jungkook, mantuvo los ojos sobre su hyung, en evidente estado de shock; lidiando además, con el incipiente ardor que empezó a consumirle, el ansia... y deseo.

No obstante, Jimin, reunió suficiente coraje para decir algo, cualquier cosa que solventase el momento, y excusarse por su... ¿Qué, exactamente? ¿Con cuál palabra justificar ese craso error?

— Yo... lo lamento — balbuceó al final, ignorando el nudo en su garganta, y atreviéndose a enfrentar la mirada indescifrable de Jeon. — N-No fue mi....

Su disculpa quedó suspendida, interrumpida abruptamente una vez más. Pero ahora, el culpable se encontraba casi encima suyo, sosteniendo su nuca con firmeza mientras volvía a unir sus bocas. La delicadeza inicial, cambió a atronadora necesidad, infantil desespero que derivó en una torpe conexión.

Mas Jungkook no consiguió refrenarse. Su cuerpo pareció adquirir vida propia, impulsándole hacia su Park. Desechó su resolución de ser paciente, su intencionalidad desinteresada, y toda reticencia, lanzándose a lo desconocido.

Jinin era territorio incógnito, punto inhabitado que podía recibirlo con la bandera de la paz, o echarlo a patadas sin titubeos. No existía nada fácil, o simple en él. Todo era tan dolorosamente laberíntico, que le desgarraba el alma.

Aunque trató de negarlo por un tiempo, el menor se sentía encandilado. No lograba entender cómo aquello, incrementaba el atractivo de Park, haciéndole ver inalcanzable y sublime.

Y ahora, una vez los puntos fueron puestos sobre las íes, y la verdad finalmente salió a la luz, se encontró a si mismo en una curva sin frenos. No podía parar... no quería parar.

Under The Umbrella [PJM & JJK] ° 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora