— Hey, Kook — la voz de Mingyu le sacó de sus cavilaciones.Se encontraba en el pasillo, a punto de ingresar al salón, cuando escuchó el estridente grito.
Kim solía ser un poco efusivo; contraparte de la personalidad sosegada de Jungkook, pero aun así, soportable.
— Hey, ¿qué pasa? — preguntó sin mucho interés.
— ¿Y ese paraguas? ¿No iba a estar soleado hoy? ¿O dijeron algo más y no me enteré? — la preocupación ensombreció el rostro del chico. Su despiste, era de dominio público; no resultaría extraño que hubiese malentendido el pronóstico del tiempo.
— No es eso... Solo, circunstancias atenuantes... — «Mi madre me obligó a devolver algo que me obsequiaron, y no estoy seguro de cómo hacerlo» quiso decirle, pero se abstuvo.
No quería recibir burlas tan temprano, por ser un bebé que hace todo lo que su mamá ordena, sin rechistar.
— Ya veo... — el otro le miró asombrado, probablemente buscando en su atrofiado cerebro, que podría significar atenuante. Sin resultados hasta el momento.
— ¡Oh! — Dokyeom apareció de imprevisto a sus espaldas, haciéndoles pegar un pequeño respingo — Jeon, alerta de ex novia. — advirtió, señalando sin disimulo al trío de chicas que se acercaba por el pasillo. Su indiscreción, le ganó una mirada asesina por parte de Kim.
Jungkook sonrió cordial, ondeando su mano en saludo, cuando Chaeyeon –la ex– pasó a su costado, escoltada por dos amigas. No obstante, fue cruelmente ignorado. La tríada, tras un despreciativo ademán, continuó su recorrido hasta desaparecer en el interior del salón contiguo, dejándole con una agridulce sensación de desconcierto.
— Diablos — se quejó Mingyu, palmeando el hombro caído de su amigo — Al parecer todavía eres odiado. ¿Se puede saber qué le hiciste, para que te traten así?
— Nada. Lo juro. — aseguró éste, convencido.
— Es cierto, tú nunca "haces nada", y por eso siempre terminas siendo botado, Kook.
— ¡¿Qué?! — Dokyeom se oyó incrédulo — ¿Ni siquiera lo hicieron? Qué desperdicio.
— No es eso. Solo que él "no le da de comer al pez una vez que lo atrapa" — intentó explicar Mingyu, pero Dokyeom quedó incluso más perdido que antes; o tal vez superado por la absurda elección metafórica, para representar el problema de Jungkook.
— Oye, que tampoco soy tan malo. — protestó Jeon, captando la referencia enseguida.
— ¿Y ahora de qué hablan?... Yo sigo sin entender nada.
— Jeon nunca se ha enamorado: no sabe lo que es tener fuertes sentimientos por alguien más. Le resta importancia a las relaciones, y lastima a sus novias con su indiferencia. Básicamente. — Mingyu se encogió de hombros, y Dokyeom abrió la boca, modulando un «Ahhh» comprensivo.
Jungkook dejó escapar un suspiro, y se desconectó de la conversación, yendo a ocupar su puesto habitual.
De verdad era una lástima que las cosas acabaran así en cada una de sus relaciones.
Él no odiaba ser el receptor de sentimientos ajenos, y aceptaba los «Me gustas» y demás confesiones amorosas.
Siempre y cuando las chicas le atrajeran físicamente, no encontraba una verdadera razón para declinarlas. Y ello, daba inicio a la típica rutina: se mensajeaban, platicaban por teléfono, salían, tenían sexo... estaba seguro que solo hacía lo usual, igual que cualquier otro chico en su misma posición.
Pero, sin importar qué tan normal se catalogara, las rupturas siempre ostentaban el mismo matiz: «No se siente como si estuviéramos en verdad juntos» « ¿Realmente estamos saliendo, o solo somos amigos con derecho?» recibía esas frases con frecuencia, antes de ser desechado, aludiendo a su falta de interés y motivación. Le señalaban como innegable culpable del término. No lo entendía.
«¡Qué fastidio! Ya sean de mi edad o mayores, todas cuentan una historia similar... Quizás no me tienen la suficiente confianza, o se dejan guiar por mi historial de relaciones fallidas ... es cansado siquiera intentarlo... Si tan solo pudiera buscar a alguien diferente...» se balanceó sobre su silla, ignorando deliberadamente la aburrida charla del profesor de turno.
La prioridad era resolver el caos que rondaba su vida sentimental. Pero, ¿quién podría ser esa persona nueva, que su mente le instaba a buscar?
Una imagen ganó nitidez en su cerebro. Sin embargo, negó rápidamente, aturdido.
Absolutamente no. Él era un hombre, y Jungkook, heterosexual. Todas sus anteriores parejas habían sido chicas.
Nunca sintió ese tipo de atracción por alguien de su mismo sexo, y estaba convencido que no lo haría. Aunque Jimin le hubiese parecido discordante y llamativo.
Recordar sus ojos rasgados, perfectamente cincelados, labios carnosos y provocativos, sus cabellos cayendo desordenadamente sobre la frente, su actitud despreocupada, unidos a esa mirada oscura y perturbadora, tan... Sensual... ¡NO! Eso no podía estar pasando.
En todo el día, la mente de Jeon no se concentró en nada más.
Incluso cuando coincidió en los recesos con Chaeyeon, no tuvo tiempo de sentirse mal por el trato tan seco del que era receptor, u ofenderse tras las burlas, cortesía de Mingyu y Dokyeom.
Un nombre llenó su cabeza. Una figura se había colado en cada uno de sus pensamientos, negándose a desaparecer, armando un muro indestructible frente a las trincheras que resguardaban su razón.
Park Jimin, a quien moría por volver a ver, pero rezaba no encontrarse jamás.
Bien, eso fue todo de esta historia por el momento. Lamento su los capítulos me quedan demasiado cortos. Hasta yo me siento rara, porque me gusta escribir bastante, pero ya iré aumentando la cantidad de palabras. Solo me queda pedirles que disfruten la lectura, y nos seguimos leyendo.
Bsos 😘😘😘😘😘
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Under The Umbrella [PJM & JJK] ° 2019
FanfictionJeon Jungkook es un estudiante de preparatoria. Todo en su vida es uniforme e intrascendente, hasta que un día de lluvia, cierta sombrilla en la ventana de una casa, le conduce al mundo de Park Jimin. Jimin está en su penúltimo año de la universida...