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Scott

- Creí que jamás te vería por estos lados de nuevo Lowell!

Giré para ver de frente a la persona que estaba evitando ver desde que llegué. Pero como últimamente no se me da por acertarle a mis deseos era cuestión de tiempo para que me la cruzará.

- Brunner, que bueno es verte después de tanto tiempo.

- dos años exactamente, y por como no nos hemos cruzados en casi una semana en un lugar tan chico no irás a negar que estuviste evitandome.

Estábamos caminando directo al comedor para desayunar, cada palabra que salía de ambos eran tan incómoda que la tensión que se sentía era tan abrumadora que tenía ganas de esfumarme

- siempre tan directa Brunner, lamento no haber ido en tu búsqueda ni bien llegue, es solo que estuve muy ocupado con el pelotón a mí cargo que apenas tuve tiempo de descansar. Además no sabía con qué motivo te iría a buscar.

- no hacía falta un motivo, era suficiente con que te acercaras a decir hola, al fin y al cabo somos camaradas no crees.

Llegamos a una mesa vacía y tomamos asiento.

- las cosas no terminaron bien entre nosotros, y si vamos en plan sinceridad no crei que fuera una buena idea ya que la última vez que hablamos me mandaste al demonio y me diste una bofetada que dolió casi por tres días.

- dos años desde que eso paso, no crees que ah pasado mucho tiempo como para superar qué solo me usaste para quitar tu calentura y que jamás me viste como una pareja estable.

- vez por qué no quise buscarte, cae de maduro que aún no lo superaste. Y todavía sigues sin entender de que yo jamás jugué contigo Carol. Fui claro  desde siempre y nunca prometi ser la pareja ideal para ti.

Los soldados que se encargaban de servir el desayuno llegaron y en cuanto tomé el café en mis manos salí de aquel lugar. No tenía ganas de seguir dando explicaciones ni hacer entender algo a una persona tan terca como lo era Carol Brunner. Lo mejor sería evitar encontrarme con ella durante mí agregación en el cuartel.

El sonido de mis borcegos hacían eco en todo el pasillo vacío. Iría al gimnasio a preparar las cosas para el entrenamiento de hoy y así no perder tanto tiempo para cuando el equipo bravo llegue del comedor.
De un momento a otro la puerta de las duchas femeninas se habré y una joven sale casi corriendo de ahí.
Al instante reconocí a la doctora Maddox que se dirigia también al gimnasio.

Me detuve frente a la puerta y hablé fuerte para quien sea que esté ahí dentro me escuchará

-SOY EL TENIENTE LOWELL QUIEN SEA QUE SE ENCUENTRE AHI SALGA EN ESTE MISMO MOMENTO.

lo que parecieron unos tres minutos pasaron y dos jóvenes aspirantes salieron con elementos de limpieza en la mano.

- buenos días teniente, la teniente Brunner ordenó que limpiaramos el baño antes de ir a desayunar, pero casi terminamos. Se le ofrece algo?

Una de las jóvenes tenía el cabello desalineado y el uniforme con partes húmedas y llena de jabón, lo que llamo bastante mí atención.

- está todo en orden, que le sucedió a su cabello? No ah tenido tiempo de arreglarlo? No olvidé que aquí se debe mantener la presencia de pie a cabeza, que su superior no la encuentre así o tendrá problemas.-

- claro que sí, en un momento lo corregiré.muchas gracias por la observación.

Sin decir más nada me dirigí al salón de deportes, debía hablar con Maddox.

Al entrar al gimnasio la vi apoyada en el barandal de la ventana principal mirando hacia afuera. Era una mujer de baja estatura pero unas curvas demasiado notorias para mí mala suerte, Ya que no era nada fácil el que esté en medio de tantos hombres y que la atención se mantuviera correctamente.

HONOR, DEBER Y AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora