Sophie
Había colapsado, por primera vez en años deje de hacerme la fuerte y pude sentir con cada sacudida de mí llanto, como se movían los pedazos de mí roto corazón.
Intenté mostrarme como una mujer con dignidad que seguía adelante después de una traición tan grande.
Mí orgullo estaba en el piso, una infidelidad la podría perdonar cualquiera, vamos estamos en el siglo XXI. Pero lo que aún me dolía fue la crueldad que representaba esa situación. Una relación de seis años, un compromiso, un vestido de novia pago, una casa (mí casa), mí habitación y mí mejor amiga. Estoy segura que lo hubiese olvidado si me hubiera traicionado con una fulana cualquiera. Pero no, no había sido cualquier fulana y por ella es por quién más rabia y dolor siento.No puedo parar de llorar por todo, y por nada a la vez. Ya no hay nada dentro de mí que me indique amor por aquel hombre que además tuvo la caradures de insultarme.
Estaba agotada. Pero estaba bien, me sentía cuerda, con el corazón roto pero en mis cinco cabales. No sería la primera en llorar después de ser engañada. No sería la última así que me permitiría llorar después de todo.
-quisiera decir que no es incómodo ver a mí hermana y mí mejor amigo en esta situación pero la verdad que sería una putada de mentira.
Lentamente suelto a Lowell y lo miro a los ojos.
- lo siento, y gracias por defenderme teniente. Creo que no hubiera pasado esto si mí hermano no se hubiera comportado como un primate bravucón que reparte puñetazos en vez de palabras.
- no se disculpe fui yo quien la abrazo. Y no se enoje pero en fin tarde o temprano se merecía un par de golpes su ex
Paso por al lado de Marck y ve que estoy llorando, su cara cambia de confusión a preocupado.
- soph estás bien, escucha se que fui un idiota pero porfavor no te enfades, discúlpame enana no llores.
Está mal, lo vi y escuché preocupado, pero ya era hora de que se valla comportando como un hombre adulto y que entienda de una vez por todas que ya no era una nena y debía parar con esos ataques de hermano sobreprotector. Lo amaba pero aveces me daban ganas de golpearlo en la cabeza solo para comprobar si tenía algún tornillo suelto.
- cuando aprendas a respetar mis decisiones quizás volveré a hablarte, ahora apartate de mí camino no empeores la situacion. Te amo Marck pero eres un idiota.
- lo sé y también te amo.
No espere a que me dijera nada más y fui directo a mí habitación. Me acerque a la ducha y abrí el grifo, espere a que esté se calentará y me metí bajo el agua caliente. Ya no quería llorar, me dolían los ojos y estaba segura que mis ojos mañana parecerían dos pelotas de tenis.
A primera hora me desperté y prepare mí bolso, no esperaría a que nadie se levante y me pregunte nada. Sería el castigo de Marck tener que explicar a mis padres lo de anoche.
Al bajar las escaleras vi de espaldas en la cocina al teniente tomando un vaso de agua. Al sentir movimientos se giro y rápidamente bajo la mirada al bolso que llevaba en mis manos.
- buenos días Maddox, se está escapando de su casa.- dijo con un poco de gracia e incredulidad.
- en verdad no es un escape teniendo en cuenta que soy mayor de edad. Y usted que hace despierto son apenas las seis de la mañana.
- ya no podía dormir es una cuestión de costumbre.
- bien.
- bien- contesta copiandome
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HONOR, DEBER Y AMOR
RomanceSophie Maddox una joven doctora recién graduada de la Universidad de Harvard. inicia su carrera profesional creyendo tener su vida asegurada, con un alto puesto en el mejor hospital de la ciudad de Boston, una hipoteca y una boda a tan solo meses...