Soph
Unos días en casa no me vendrían para nada mal, estaría durante meses al otro lado del mundo y quería pasar un momento con mí familia.
Tuvimos una reunión con el comandante y nos explico paso a paso los detalles de nuestro contrato.
No discutiriamos nuestro destino, éramos responsable por cada cosa que hacíamos y que decíamos, la licencia era algo complicado y no habia fecha prevista ni obligatorias para nadie. Si moríamos por contagio de alguna enfermedad en nuestro destino nuestto cuerpo no sería entregado a nuestra familias. Solo pagaban seguro de vida en caso de muerte estando en misión o si la base es atacada, así que si me iba a comprar papel de baño y me partían la cabeza de un disparo no contaba.
De todo eso solo me conmocionó el hecho de que en todo momento se hablará de muerte, debíamos ir con la idea que había altas probabilidades de morir en tierra desconocida y que no volverías a casa. A tu familia solo le entregarían una medalla y una bandera como reconocimiento, en verdad era algo que me tenía incómoda.Me encontraba sentada en el porche de casa era de noche y las estrellas brillaban tanto que iluminaba el cielo tan mágicamente que enamoraba.
Sentí a mí padre sentarse a mí lado y coloco su mano en mí hombro.
- Lo que vas a hacer es algo muy grande y entiendo tu inquietud, yo estuve igual de nervioso cuando me dieron mí primer destino, tu mamá estaba embarazada de tu hermano y hacia menos de un año que nos habíamos casado a escondida. Tu abuelo no quería un soldado para su hija aseguraban que iba a morir antes de aterrizar mí avión. Tu madre me escribía a diario y supe en que día nació Marck por una carta que llegó veinte días atrasada.
- por que me dices esto papá?
-porque siento que lancé a mi hija a una guerra que no era suya creyendo que la ayudaría a escapar de los fantasma de su pena. Y ahora es cuando el peso de la realidad cae sobre mí. Puede que no regreses soph y eso me ha estado torturando cada noche desde que te fuiste.
- eres el mejor padre que puede existir, tu me ayudaste a apagar un dolor que amenazaba con consumirme, jamás te haré responsable por nada. Es más estoy agradecida de haber entrado, realmente descubrí para donde tendría que ir mí vida siempre, eres mí orgullo y Marck también, quiero servir como ustedes y quiero que sepas que lo hago con tanto amor, necesitaba esto papá y no piense que no volveré esta familia tendrá que soportarme tanto aún.
- aquí te vamos a estar esperando mí pequeña- dijo abrazándome tan fuerte y con la vos quebrada. Nunca había visto a mí padre llorar y puedo jurar que no habia cosa más triste para cualquier persona que ver a su héroe tan asustado y colapsado por saber que su hijo e hija se irían a una guerra y no saber si volvería a verlos.
Siempre fue un hombre recto y duro pero... Pero era su princesa era la consentida de la casa y el me daba el poder de hacer con él lo que quisiera.
Lo amaba demasiado era el hombre más duro y tierno que jamás veré.
Esa noche llore con él, era la segunda vez en veinte años que lo hacia, lloramos porque a pesar de mí decisión, también tenía miedo no quería morir ni que mí hermano muriera. Todo era tan injusto y aun no entendía por qué las personas seguían actuando tan primitivamente.Me fui a dormir tan cansada que al abrir los ojos eran las doce del mediodia del otro día.
Mis padres estaban en la cocina hablando con Marck.- pero si la bella durmiente acaba de despertar- dijo mí hermano sonriendo
- creo que había una media tuya bajo mí almohada y estuve inconciente no durmiendo.
- si aguantaste once hombre alrededor tuyo eructando y tirándose gases creo que una media mía no es mucho.
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HONOR, DEBER Y AMOR
RomanceSophie Maddox una joven doctora recién graduada de la Universidad de Harvard. inicia su carrera profesional creyendo tener su vida asegurada, con un alto puesto en el mejor hospital de la ciudad de Boston, una hipoteca y una boda a tan solo meses...