Sophie
Estaba furiosa, hace un par de días no teníamos descanso. Apenas parábamos para comer y bañarnos, y las guardias eran inmóvibles. Mí cuerpo no podía doler más, tenía unas ojeras tan notorias que apenas un corrector podía disminuir el tamaño.
Habíamos salido diez minutos a tomar aire, no había gente enferma gravemente pero requerían un chequeo y tratamiento. Así que en cuanto nos desocupamos nos escapamos para descansar aunque sea un momento.
Al salir vimos a nuestros compañeros comenzar un entretenido partido contra otros que nosé quienes eran.
Todo venía bien hasta que la cosa tomo temperatura y de un momento a otro Scott golpeó a uno de sus rivales y se le fue ensima, el repartijo de puñetazos y patadas me dejó helada. Peor aún cuando el comandante general los sorprendió y dio su castigo.
Eso era fantástico, sin hacer nada debería cumplir una sanción.- vamos nuestro descanso ha terminado- le dije a mí colega y de mala gana comenzamos a caminar.
Preparamos todo lo que utilizaríamos para limpiar las heridas, desde antisépticos hasta hilo y aguja.Eran las tres de la tarde y seguía en el consultorio. Smith estaba en el siguiente también trabajando.
Lo más grave fue un desplazamiento de falange en una mano, y el resto raspones, cortes para suturas o un simple morado, lamentablemente todos debían ser revisados y con un pequeño informe que iría a su legajo.Levis entro con el labio partido y un ojo que se pondría morado seguramente. A él si me anime a preguntarle.
- que demonios fue todo eso? Era necesario terminar a los golpes.
- Maddox eres niña no lo entenderías, fue una cosa de honor. Nos llamó Bravo de mierda, tocó nuestro orgullo y somos hombres era una cordial invitación a repartir golpes. Además ellos comenzaron a jugar sucio.
- lo único que sé es que no terminaré mí turno aquí, y tendré que cumplir la sanción y después tendré que regresar aquí para acomodar todo esto, esterilizar y preparar todo para mañana. Gracias.
- lo siento, no vimos eso no te enfades.
Desinfecte su la labio y le recete un antiflamatorio y aplicación de hielo para su ojo, y dejé que se fuera.
Mí próximo paciente era el bravucón golpeado por Scott. No lo conocía pero ya lo odiaba.- buenas tardes doctora, soy el teniente Brown, puedo pasar?
-adelante, tomé asiento en la camilla- tomé desinfectante y también limpie su labio y su ceja- no necesitará puntos, pero le recomiendo que lo limpie con frecuencia para evitar alguna infección.
- como es su nombre?
- soy la doctora Maddox necesita mí número de matricula.
- no su nombre, creo conocerla de algún lado.
- no lo creo, tiene alguna molestia más que deba revisar sino está libre puede irse.
- si, cuando respiro me duele mucho esta parte del estomago- dice apuntando su parte media abdominal. Lo único que falta es que halla una fractura de costilla y tenga que hacerle rayos x.
- quitese la camiseta y rescuestese boca arriba.
Hizo lo que le pedí y comencé a explorar el abdomen, un abdomen demasiado marcado en fin si hubiera una lesión su estómago estaría hundido y le costaría respirar con normalidad. Apretó su costado y se queja pero no se relaciona con los signos de una fractura.- en verdad no me dirá su nombre, no quisiera obligarla a decirlo utilizando el orden jerárquico, pero es muy bonita y creo que la conozco de algún lado.
Justo cuando iba a responder la puerta se abre y Lowell mete la mitad del cuerpo dentro del lugar.
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HONOR, DEBER Y AMOR
RomanceSophie Maddox una joven doctora recién graduada de la Universidad de Harvard. inicia su carrera profesional creyendo tener su vida asegurada, con un alto puesto en el mejor hospital de la ciudad de Boston, una hipoteca y una boda a tan solo meses...