Sophie
-oiga usted cadete venga para acá, o acaso necesita darme flexiones de brazos para que le entren mejor las órdenes.
Giré a mirar de dónde pertenecía esa vos tan familiar, y es allí cuando lo ví. Ahí parado con su uniforme puesto y el bolso en la mano.
Lo había extrañado joder que lo había extrañado.No dude ni dos segundos y corrí a sus brazos dejando a mí pareja de combate mirando toda la escena.
Salte a sus brazos y me hizo girar como lo hacía cuando era apenas una cría.No podía hablar solo lo abrace conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir.
- ya sueltame soph nos sancionarán a ambos si nos ven.- ya tengo dos sanciones por desobediencia no me importa una más por abrazar a mí hermano. Mierda Marck te extrañe demasiado.
- y yo a ti enana, todos los días llame a Scott para saber de ti aunque aquel cretino solo decía que estabas bien.
Lo solté y nos quedamos ahí mirándonos con los ojos lagrimosos de tanta felicidad. Marck era un hombre tan duro, no demostraba sus sentimientos fácilmente y siempre era el sobreprotector hermano mayor. Pero verlo así tan emocionado era increíble.
-porque no avisaste que vendrías, cuánto tiempo te quedarás aquí.
Mama y papa lo saben, hablaste con ellos?- era una máquina de hacer preguntas pero es que estaba tan emocionada que era patética en ese momento.- - no saben nada esto era un sorpresa, así que ¡Sorpresa! Y estoy aquí porque me dieron licencia. Ya era hora verdad.
- claro que sí, nuestra pobre madre está muy sola en casa ahora que yo estoy aquí, y se la pasa llorando. Además empezará a trabajar en casa ya que su oficina está en reparación, entonces tendrás la oportunidad de ser el concentido. En verdad me alegra que estés aquí.
-eso solo significa comida casera. La comida que nos mandan no ea tan mala pero bueno ya te tocará a ti comprobar a qué sabe. Y tu como estás soph con respecto a ya sabes.
- eso es un tema que no quisiera tocar ahora Marck, pero estoy bien y solo por decirte no vallas a involucrarte porfavor te lo pido yo lo estoy manejando muy bien y no hay de que preocuparse.
- ya hablaremos más tranquilos no te apures y confía en mí aunque tenga ganas de partirle la cara respetaré tu decisión y no le tocaré un pelo.
Ahora debo irme tengo que hablar con él comandante y antes de irme si no estás ocupada pásare a saludarte antes de irme casa.- ok nos vemos.
Digo para abrazarlo nuevamente y salir en dirección a mí compañero.
-vamos vamos aún faltan tres bombas más. Y faltan cinco minutos que están esperando esa jodida mierda va a explotar y volaremos en pedazos, acaso no lo entienden. Quedan cuatro minutos.
Estábamos en un terreno detrás del escuadron de alacranes. Nuestra competencia había comenzado y la consigna de hoy se basaba en esconder simuladores de granadas la cual nuestros expertos antibombas deberían desactivar. Ese terreno era una mierda lleno de polvo aedida que hacíamos un paso levantábamos partículas de tierra y dificultaba nuetra visión. El teniente llevaba diez minutos diciendo que faltaban cuatro. Así que eso nos desesperaba más porque no teníamos idea de cuánto tiempo faltaba en realidad. Para ponerle un poco de tensión a la situación cada bomba sonaba horriblemente si la pisabamos y para desgracia nuestra Smith y Leo ya habían pisado dos.
Éramos diez en este momento y aún faltaban tres dispositivos. La técnica era de arrastre más un detector de metales pero solo habían dos de esos. No íbamos a llegar!
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HONOR, DEBER Y AMOR
RomanceSophie Maddox una joven doctora recién graduada de la Universidad de Harvard. inicia su carrera profesional creyendo tener su vida asegurada, con un alto puesto en el mejor hospital de la ciudad de Boston, una hipoteca y una boda a tan solo meses...