Draco Malfoy

1. Juicio y Condena

Draco

La sala de juicios estaba llena, pues todos los magos y brujas del Wizengamot habían asistido al juicio de la familia Malfoy.

Una de las más conocidas familias de mortífagos.

Mortífagos a los que odiaban y querían muertos.

Sin embargo, los tres Malfoy estaban sentados en las sillas que se habían puesto frente al tribunal, con la espalda recta y con la frente en alto. 

Claro que solo era Lucius quien no daba señales de miedo, ya que creía que al ofrecerles al tribunal los nombres de todos los mortífagos con vida, saldría inmune de ahí.  

Los dementores que habían quedado después de la guerra daban vueltas alrededor de ellos, a la espera de un veredicto. Por otra parte, los magos y brujas del wizengamot estaban susurrando entre sí.

- SILENCIO!- Todos se callaron poco a poco ante la potente voz del ministro.- Es hora de votar. Quien encuentre a la familia Malfoy culpable, por los delitos, en caso de Lucius y Draco, cometidos como mortífagos, y de Narcissa, como simpatizante de los ideales de Voldemort, que por favor levante la mano.- Todos los magos y brujas del consejo levantaron la mano, sin prestar atención al "ex mortífagos", que el más joven de los Malfoy acababa de decir entre susurros molestos. -Después de votar, el jurado ha encontrado a la familia Malfoy... CULPABLE y su condena será...

Draco ya no soportaba más estar ahí, por lo que cierra los ojos con fuerza, añorando su hogar y la vida que tenía antes del regreso de Lord Voldemort y de conocer a Harry Potter. 

Ya sabía cómo el juicio iba a terminar. Ya sabía, que ofreciese su padre nombres o lo que fuera, los iban a considerar culpables, pues era obvio que lo eran. 

Ya sabía cual era el castigo de ser un mortífago, y estaba consciente de que el hecho de que sus padres hayan sido tan cercanos a Voldemort los convertían en una obvia amenaza.  

Eso significaba que tenían reservados un castigo especial para sus padres. Uno peor que la misma muerte; el beso del dementor.
Y sí, estas criaturas traicionaron ya al ministerio, pero sin ellas, los castigos hacia los ex-mortífagos, se limitarían a una estancia de por vida en Azkaban, y digamos que en el mundo mágico, todos estaban sedientos de venganza.(Muchos seres queridos habían muerto en manos de los seguidores de Voldemort).

Solo había un punto en contra de aquel castigo, y es que si daban el beso a los señores Malfoy, su hijo quedaría huérfano, ya que él había sido menor de edad cuando aceptó la marca tenebrosa, (aceptando así seguir los pasos de sus padres), por lo que no podrían aplicar en él aquella condena.

Pero que Draco quedase huérfano ya ni les importaba, pues el castigo hacia los mayores estaba decidido desde antes de aquel juicio.

Ahora solo quedaba descifrar qué hacer con Draco, cosa que no iban a poder hacer tan rápido, pues este había sido un mortífago y el hecho de que no haya participado en la batalla de Hogwarts no lo convertía en inocente.

- ...El beso del dementor para Lucius, y cadena perpetua para Narcissa Malfoy.- El ministro Kingsley Schacklebot terminó de sentenciar.- Se decidirá luego el destino de su hijo.- Añadió, como si se hubiese olvidado del chico sentado en frente suyo.

Pero bueno, el punto es que tres días después, la familia Malfoy se había reunido para un último adiós, ya que era esa noche cuando Lucius pagaría por sus delitos.