Han pasado dos años desde que Draco había sido exiliado del Mundo Mágico. Ahora ese mundo de colores y maravillas se sentía como un recuerdo lejano para el rubio, como si hubiese sucedido en una dimensión paralela, a un Draco diferente...
Había pasado un par de meses en el orfanato T.O.T, donde se había reencontrado con Jonathan, uno de los chicos con los que se había llevado bien durante la primera vez que había estado ahí...
Poco después, Ralf, quien había sido recientemente adoptado, empezó a visitar el orfanato los sábados, pues ahí se encontraban sus amigos de toda la vida...
Pronto Niseur y él se hicieron muy cercanos, y para cuando Jonathan, Niseur y Draco cumplieron diecinueve, se mudaron con Ralf a un departamento cerca de la Universidad de Westminster, donde el padre adoptivo de este último trabajaba. El hombre había conseguido que admitiesen a Niseur y a Draco, sin un diploma de la secundaria, (claro que habían tenido que dar una prueba para probar sus conocimientos, por lo que se habían pasado dos meses estudiando sin descansar...)
Ambos habían sacado notas muy altas, por lo que fueron aceptados, Niseur escogiendo la carrera de Matemáticas, y Draco la de oncología. Ralf había decidido ir por el camino de la química, pero a Jonathan le había agradado la carrera escogida por Draco, por lo que se inscribió a ella, junto al platinado...
Y por más que el padrastro de Ralf pagaba el arriendo de su departamento, Draco y sus amigos decidieron conseguir un trabajo para independizarse. Todos terminando trabajando de meseros en un restaurante cercano.
El encargado del restaurante no había tardado en darse cuenta de los dotes musicales del rubio, por lo que cada viernes por la noche, le pagaba por cantar un par de canciones.
El primer año en la universidad le había resultado complicado al platinado, pero el segundo fue pan comido, tanto así, que terminó ese año lectivo en tan solo seis meses. Había comenzado su tercer año, cuando los episodios empezaron...
Había creído que él sería uno de los afortunados en no empezar a deteriorarse a causa del desuso de su magia... probablemente no había comenzado antes por el hecho de que Niseur viviese con él, y al ser él un ser mágico, su núcleo mágico había conseguido estar calmado por un buen tiempo... claro que Niseur era ahora un squib, por lo que no había sido suficiente para mantenerlo calmo...
Al principio, sus ataques eran cosas que podía controlar... hacer explotar una taza, prender o apagar los focos involuntariamente... pero pasados los meses, empezó a ver cosas, personas que le susurraban al oído que fuese a matar a sus amigos... habían fragmentos de días que no recordaba... pero lo peor fue cuando la paranoia tocó la puerta de su casa.
Creía que alguien lo observaba todo el tiempo. Mientras dormía, mientras caminaba por las calles de Londres no Mágico... Sentía una respiración en su cuello cada vez que intentaba concentrarse...
Habían pasado tan solo dos años desde su exilio del Mundo Mágico, y Draco ya había empezado a enloquecer...
Recordó a Snape diciéndole sobre una poción que evitaba que su madre enloqueciese por completo durante el tiempo que la magia de Severus no estuviese cerca a la de su madre para calmarla... aún así, Eileen había acabado con su vida en el penúltimo año de Hogwarts de su hijo, por lo que Draco no pudo hacer nada más que esperar que ese día llegase rápida e indoloramente a él...
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Draco Malfoy
FanfictionEl Mundo Mágico nunca ha sido justo ni equitativo, pero siempre se ha caracterizado por sus decisiones en grupo. Y ahora todos estaban de acuerdo en algo; los mortífagos debían morir. Si tan solo fuera así de sencillo... Al ser los casos de los jóv...