21. Plan suicida, para ex-mortífagos

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Draco

El príncipe de Slytherin había deshecho al fondo de su mente aquellos malos recuerdos, y se había concentrado en cambiarse y evitar a sus amigos para llegar al Comedor, sabía que no los podría evitar por el resto del día, especialmente considerando que  compartía todas las clases con Blaise... (al parecer, le habían considerado una amenaza a la seguridad de los alumnos, por más que su aspecto desnutrido, y los moretones que Madam Pomfrey no había podido desaparecer, demostrasen lo contrario). (Además, Blaise ya ni tenía varita...)
El Ministro no dijo nada, ni intentó hacer que Draco y Blaise volvieran a tener clases con los demás estudiantes, pues hasta él sabía que incluso sin aquel Imperius que le lanzaron, hubiera tomado precauciones con aquellos dos, pues Draco tenía la Marca Tenebrosa, (ahora gris, debido a la muerte de Voldemort), y Blaise había causado un alboroto contra magos "nobles", y Aurores, por lo que nada le aseguraba que estuviesen del todo reformados... aún así, le había dicho a Malfoy que cuando Harry lograse salir del Ministerio con los jóvenes, hablaría con McGonagall para discutir en un nuevo horario para él...

El punto era que Draco encontraría a Harry en el Gran Comedor, para hablar sobre todo... él necesitaba asegurarse que Potter saliese vivo del Ministerio, no porque le importase la vida del de lentes, sino porque sin él, nunca encontraría a su madre...
Igualmente sabía que si no acompañaba a Harry, no podría perdonárselo, por lo que al encontrarlo desayunando solo, se sentó en frente de él. Después de todo, esa sería la mejor forma de discutir sobre el ridículo plan del niño-que-vivió-para-vivir.

Claro que a causa de su cansancio por no haber dormido bien, por haber dejado la interacción con otros humanos que no fuesen Pansy o Blaise hace ya dos semanas, y por haber sobre pensado el plan, no se acordó de la más simple regla, no-escrita de Hogwarts: Los Gryffindors y Slytherins no se llevan bien entre ellos...
Por eso, al ver las acciones del platinado, el Comedor por completo se silenció, y Draco tuvo que acumular toda su fuerza de voluntad para ignorar las miradas que los pocos estudiantes le mandaban, y no sonrojarse.
Al ver que la cara rajada también se le quedaba viendo, con una cuchara de cereal frente a su boca abierta, de repente fue consciente que el día anterior se le había olvidado ir a lavar su única túnica junto a los elfos, (intentaba imitar los hechizos de limpieza de los elfos por su cuenta, pero al ser hechizos no hablados, le resultaban complicado, (especialmente considerando que la serpiente tampoco tenía varita), y por eso iba a pedirles ayuda, y por la misma razón, no lavaba su túnica por su cuenta, no vaya a ser que esta se quemase, y se quedase sin uniforme... así que simplemente no la lavaba si un día no se le daba tiempo de ir a por los elfos), probablemente su túnica ahora tuviese alguna arruga por haberla dejado toda la tarde doblada sobre una silla en su dormitorio...

— ¿Malfoy?— Preguntó Harry, extrañado. Draco mentiría si dijera que no se sentía decepcionado por que el azabache lo llamase por su apellido, y no por su nombre, pero pasó ese hecho por alto. Tenía que aclarar ese plan suicida pronto.

— Potter, iré contigo.— La cuchara de cereal que Harry había continuado sosteniendo en su mano, se le cayó sobre su plato, y la leche salpicó y casi empapa al león, pero este simplemente ignoró ese hecho, pues sabía de qué hablaba Draco, y se había escabullido de la Torre para ir a desayunar temprano, (pero justo después de Hermione), para evitar a sus amigos, pues sabía que notarían que algo raro había pasado, y no descansarían hasta que Harry les hablara de eso.
Y Harry no quería hablar de eso.

— Mira Draco, — Draco siente cómo un poco de la incomodidad que había sentido al sentarse en esa mesa, desaparece al escuchar que Harry lo llamaba por su nombre. — Esto va a ser muy peligroso, ni siquiera Ron sabe qué voy a hacer. Además, sólo te lo dije a tí, porque no quería que te preocuparas más por tu madre, pues yo pensaba, pienso, salvarla y...

Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora