CAPÍTULO 17:

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POV YURI


-Tranquila… duele al principio, pero ya pasará.

-Yul… duele mucho- Contestó Jessie con cierto gesto de dolor.

-Lo haré un poco más suave.

-¡No! Sigue así… después de todo, yo fui la que te pidió que me lo hicieras- Soltó un gemido. 

-Muy bien, me dices si lo estoy haciendo muy fuerte ¿Ok?

-Tranquila, pronto… -Gesto de dolor- … se acabará

-¡No lo creo!!- Me detuve un momento – Jessie, tienes un cabello muy rebelde y la verdad es que me está costando un ojo y la mitad del otro peinarte cómo quieres.

-¡Yaa! Deja de quejarte y sígueme peinando- Frunció el ceño- Además… me duele mucho el cuero cabelludo, no pienso que este dolor sea todo para nada. Así que apresúrate, que el cumpleaños de Donghae es en 1 hora y falta que tú te peines.

-Ya sé… - Suspiré – Recuérdame porque tengo que ir a su fiesta

-No lo sé- Levantó una ceja y sonrió de medio lado- ¡¿Será porque mi novia es muy celosa y no quiere que esté ni un segundo a solas con él?!-

-¡Oh, sí! ya recordé- Hice una mueca y seguí peinándola.

-Mi novia no confía en mí- Hizo un lindo puchero.

-Claro que confió en ti, mi vida- Besé su frente- Pero no quiero que nadie se te acerque de más, así solo sea para darte un abrazo.

-Pero que celosa- Sonrió ampliamente – ¡Auch! Eso dolió.

-¡No soy celosa! Y qué bueno que te dolió, te lo mereces- Fruncí el ceño- Además… me lo dice la señorita “casi mato al fotógrafo porque le dijo a mi novia que era sexy”- Solté una risita.

-¡¿Pues qué diablos le pasa?!- Infló las mejillas- No puede decirle eso a MÍ novia… ¡Y MUCHO MENOS FRENTE A MÍ!- Se cruzó de brazos- Cualquiera que diga eso frente de mí, es porque no aprecia su vida lo suficiente.

-Awww… Me encantan tus celos ¿Lo sabías?

-Sí, ya lo sabía, me lo dices muy seguido desde que empezamos- Suspiró resignada- No es que sean celos, solo defiendo lo que es mío - Me miró por el espejo que se encontraba frente a nosotras- Y ya mejor cállate
y apúrate.

-Osh… A la orden General- Rodé los ojos- No seas princesa, ya solo falta acomodar este mechón y… ¡ACABE!-Grité con entusiasmo 

-Sígueme diciendo así y lo lamentarás Kwon- Se miró en el espejo y sonrió- ¡Te quedó estupendo!

-¡Claro! Ósea, preciosa, todo lo que viene de mí es lindo y genial- Esboce una sonrisa orgullosa y caminé hacia ella- ¿Como harás que lo lamente, General?

-Tengo mis métodos- Sonrió pícaramente por el espejo.

-¿De verdad?- La abrace por detrás, enrollando mis brazos en su cuello y recargando mi mentón en su hombro- Me encantaría saber sus métodos- Sonreí 

-¿Segura?- Se puso de pie y giró sobre sus tobillos, quedando frente a mí.

-Por supuesto que sí- Será que por fin…

-Pues ya no me comeré las gomitas verdes de tus empaques.-Sonrió victoriosa

-Ah…- Muy bien, Kwon Yuri, debes dejar de tener pensamientos pervertidos con tu novia, jamás sucederá- Uy… que mala, por favor no seas tan despiadada conmigo- Sonreí y besé su mejilla- Bien, tengo que ir a terminar de arreglarme, no tardo- Le guiñé un ojo y salí de la habitación.

Aunque en algunos días fuéramos a cumplir 9 meses, no habíamos pasado a algo más… íntimo. Ha decir verdad me ponía muy nerviosa cuando intentaba hacerlo, por lo tanto terminaba no haciendo nada y ella simplemente no pensaba en eso ¿Será que no le gusto físicamente? Esa idea rondaba por mi cabeza últimamente y no es que fuera una gran byun pero… ¡Por dios! La amo y tengo una relación estable con ella, tengo 22 años y tengo mis necesidades. Estoy segura que no la presionaré en ningún aspecto; mi moral y mis sentimientos hacia ella no me lo permitirían, así que tendría que resignarme a vivir una relación sin ese tipo de situaciones.

-Éste peinado no se ve bien con éste vestido- Me miré en el espejo y arrugué la nariz- Será más sencillo cambiarme el vestido a tener que volverme a peinar- suspiré, me deshice de aquel vestido que tenía puesto y empecé a buscar otro en mí guardarropas. 

-Yul, apresúrate o…-Jessie entró a mi habitación con su celular en una mano, el cual dejo caer en cuanto me vio.

-¡Amor! ¡¿Por qué nunca tocas antes de entrar?! – Me puse detrás de la puerta del guardarropa 

-Yo… Lo lamento- dijo sin dejar de mirarme- Creí que solo te estabas peinando o maquillando.

-Es que mi peinado no se veía bien con el vestido anterior. Ahora… ¿Podrías salir? Supongo que viniste para decirme que me diera prisa- Seguí asomándome por la puertecilla.

-Ammm… Sí, tomate tu tiempo- Se dio media vuelta y salió de la habitación.

Aspiré un gran bocado de aire profundamente y lo solté lentamente.

-Mmmm… se le ah olvidado el celular aquí. Bien, se lo daré en cuanto salga- Me dirigí al aparato y lo puse en mi tocador, mientras seguía arreglándome, pero entonces… un sonido salvaje perteneciente del objeto abandonado de mi novia apareció, miré la pantalla para ver de quién se trataba.

-Agh… ¡Ya vamos Lee! No me presiones- Dije en voz baja mientras dejaba que la llamada lo mandará a buzón de voz.

Sonó unas cuantas veces más y se quedó en silencio por un minuto.

-Al fin- Rodé los ojos y terminé de darme los últimos toques de maquillaje- Canté victoria demasiado rápido- Volvió a sonar su celular y cuando estaba decidida a contestarte al molesto muchacho me di cuenta que era un mensaje el que le había llegado.



-Quizá sucedió algo- Abrí el mensaje y sus palabras desagradables empezaron a hacer hervir mi sangre.



“Mi princesa ¿ya vienes para acá? La fiesta no es lo mismo sin ti u.u
Esperó que ya no tardes mucho, ya quiero ver cuál es mi regalo sorpresa, estoy
muy emocionado *o*”



¡¿Quien se cree ese animal para hablarle de esa manera a MI novia?¡ De verdad no quería invadir su privacidad pero… si le hablaba de esa manera era por algo. Empecé a leer cada uno de sus mensajes con él y aunque ella no le contestara de la misma manera, tampoco le impedía ni le molestaba que Lee le dijera palabras bonitas. Lo que hizo que mi poca cordura desapareciera me fue que en uno de esos tantos mensajes (que por cierto, ni siquiera tenía la mitad de mensajes míos como los que tenía de él), le dijo… “Principe”


Salí de mi habitación con su celular en la mano encontrándome con ella sentada en el sofá mirando hacia… ¿la nada?


-Te llamó infinitas veces Lee- Señale mientras le lanzaba el celular al sofá a un lado de ella.

-¿Eh?-Preguntó desubicada.

-¿En quién piensas?- Levanté una ceja – Dije que te llamo Lee y te envió un mensaje- Mencioné sin mirarla- ¿Ya están listas todas? 


-Ammm… Si, se fueron hace media hora. Yul ¿Estás bien?- Intentó buscar mi mirada – Si no te sientes bien, podemos quedarnos- Se levantó del sofá y caminó hacia mí.- Además... Tengo que decirte que te veías mejor sin el vestido- Sonrió coquetamente.


-Estoy bien- Contesté cortantemente. Era más que claro que intentaba descubrir que tenía por medio de su coqueteo, como siempre- Además… tu príncipe te está esperando y está emocionado por su regalo sorpresa, no lo dejemos esperando por más tiempo- Caminé a un lado de ella y me dirigí hacia la puerta- Te espero en el auto- Exclamé antes de salir.

Debido a que las demás se habían ido en la camioneta grupal, tuve que sacar a mi lamborghini diablo modelo 6.0 vt en su presentación de degro, y no es por presumir, pero aparte de mi novia, mis amigas y mi familia, era lo que más amaba.

Unos minutos después, Sica se incorporó al auto conmigo.

-Leíste mis mensajes ¿Cierto? Que confianza la tuya- Prendí el motor e intenté tranquilizarme con su ronroneo- Gracias por respetar mi privacidad.

-El que nada debe, nada teme, Jessica- Dije en tono frío. No habíamos tenido una discusión en todos estos meses y si las había, eran por tonterías. Pero esta vez sí estaba molesta

-¡A ti no te gustaría que estuviera espiando tu celular!- Me miró furiosa

-No me importaría- Dije sin despegar mi vista del frente –No tengo nada que ocultar

-¡¿Y crees que yo sí?! 

-Si no fuese de esa manera, no te pondrías así- Suspiré e intenté controlar mi malhumor – Ahora resulta la enojada e indignada aquí eres tú. ¡Ja!

Nos quedamos alrededor de 20 minutos en silencio, un incomodo y gran silencio.

-¿Para qué viniste a la fiesta si estarás toda la noche enojada y con esa cara?- Mencionó Jessica  en el momento en que llegamos a la casa de Lee. ¡Entonces quería estar sola en la fiesta! No, sola no.

-Discúlpame- Susurré mientras apretaba fuertemente el volante. Sica bajo del auto y se paró a un lado, esperando a que saliera de el. Me tranquilicé y salí, intentando no alterarme.

-Te dije que si no te sentías bien…

-¡Ok! Ya entendí- Grité, por fin explotando- ¡Ya me largo!- Empecé a caminar de regreso a mi amado lamborghini.

-Yul… No seas ridícula, sabes que no quise dar a entender eso- Me miró y camino hacia mí.

-Sí, claro. No te preocupes, podrás pasar toda la noche con él y divertirte sin tu estúpida y celosa novia impidiéndote algo- Me metí al auto- ¡Que te diviertas con tu príncipe!- Dije por último, antes de cerrar la
puerta y encender el motor.

¿Por qué estaba molesta conmigo? ¿Por qué ni siquiera había intentado explicarme las cosas? ¿Por qué había querido que me fuera? ¿Por qué no había intentado detenerme? Quizá no le importo tanto como ella a mí me importa… O tal vez… Dicen que el que calla otorga, entonces… ¡¿Donghae y ella siguen teniendo algo y había estaba lo suficientemente enamorada para lo saberlo?!

Tenía la esperanza de que en las siguientes dos horas llegara al departamento o al menos llamara para aclarar las cosas, pero mi problema siempre ha sido el esperar demasiado de las personas. Así que ahí estaba, después de 4 horas de haber discutido con ella, acostada en el sofá llorando e intentando convencerme de que a mi amada princesa no le importaba ni un poquito nuestra relación y que me había engañado todo este tiempo, pero de nuevo mis ilusiones me traicionan.

¿La confusión? Mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora