Nada será igual

Capitulo once

Llegaron muy rápido. Rubius dormiría con Vegetta mientras que Luzu y Auron dormirían en la habitación de invitados. Luzu trajo su vino, cosa que le gustaba a la mayoría, tenía un sabor muy peculiar. Lo dejo sobre la mesa. Mientras Vegetta cocinaba y Luzu lo ayudaba. El par de calvos tóxicos hablaban en el comedor.

- Es sorprendente lo qué pasó todo esta semana ¿eh?- dijo entre risas.

- Coincido- acepto Auron- Lo Bueno es que estamos aquí.

- Eso creo- balbuceó Rubén- ¿Te puedo preguntar algo?

-Adelante, Rubius- se preocupó Auron.

-¿Por que una persona se empieza a alejar de ti?

- ¿Quien fue?

- Vege está actuando muy raro.- chilló- se alejó mucho, actúa muy nervioso cuando estamos cerca.

- Oh... Rubius- se sintió apenado.

En eso llega el otro par de la cocina. Traen cuatro platos, uno para cada uno y Rubius iba a tomar uno y Vegetta reaccionó.

- ¡Ese no!- dijo y le dio otro- Ese era para mi...

-¿Por?

- Tu carne está más cruda, como te gusta...

-¿Y por que parece que la cortaron a la mitad y luego la juntaron?

-Deja de preguntarte eso, Rubius- dijo Luzu, ya dándole una mordida.

Comieron, y a la mitad de la carne estaba un papelito y un anillo. Rubius abrió el papelito ¿que decía?

¿Te quieres casar conmigo, Rub?

- Vegetta

Tenían los ojos llorosos. Rubius estaba apunto de gritar, Luzu y Vege ya sabían, por esa razón había estado muy lejos de su osito. Y Auron estaba sonriéndole a su amigo.

-¡Acepto!- gritó Rubén, ya cuando pudo hablar.

-¡Te amo!- gritó Vege y abrazó a su comprometido.

-Esto hay que celebrarlo con un vinito o algo así- dijo Luzu, y se levantó.

Tardo unos minutos en traer todo tipo de bebidas. Desde vodka, hasta el tequila más fuerte. Los sirvió en vasos y le entregó uno a cada uno. Auron se negó a beber.

- ¡Joder, Auron!- grito Luzu- Un compromiso no es todos los días.

- Solo no quiero beber.- dijo Auron, firme.

- Anda, AuronPlay- bromeó Vegetta- No es que te muerda ¿eh?

- ¿Que dijiste?¿Vegetta?

-¡Solo bebe, cabrón!-Rubius le tendió un vaso.

-Como joden...- balbuceó Auron- Me guían por un mal camino...

Empezaron a beber, a gusto y sin ninguna preocupación. Iban de botella en botella, así hasta que Rubius vomitó, muy asqueroso. Pero quería seguir con más y más. Cosa que Vegetta no le permitió y lo llevó a dormir. Vegetta no regresaba y ellos dos ya estaban como una cuba. Auron aún podía caminar firmemente pero su pareja le costaba un poco más de trabajo caminar. Le ayudo a subir y a llegar a la habitación de invitados. Luzu se recostó en la cama y Auron se subió arriba de el.