Nada será igual

Capitulo treinta y ocho

Al día siguiente, Rubius iría a visitar a Vegetta. Lo cual sería una excelente oportunidad para que Ruben y Mangel pudieran hablar. Así que a primera hora de la mañana, Mangel preparó un mangar culinario. Un delicioso pastel de tres leches. Al tocar la puerta de casa de Vegetta se precarto que de que había más personas dentro. Luzu fue quien lo había recibido.

-Mirad, traigo un pastel-se los mostró.

-Ok-contestó Rubius, fríamente. En ese momento, Rubén se levantó y se marchó.

-¿Que le pasa?-preguntó Farga.-¿Como estas, Mango Roloo?

-Ahí vamos.-una mueca en la cara de Mangel, que en realidad decía De una puta mierda, pero aquí me vez, sonriendo.

-Oh... vaya.

Un silencio se hizo presente en esa sala. Pronto Vegetta se levantó sin decir nada. Le siguió Willy, Fargan y Alex. A partir de ahora sólo se encontraban Frank, Luzu y Auron en esa sala. En ese momento, Mangel hubiera dado todo lo que fuera por que Lolito, pero era una auténtica desgracia que tuviera que ir al ayuntamiento para ver que pasaba con Merlon. Frank soltó un suspiro y dijo que se iría a bañar. Así que solo quedaban Luzu y Auron en esa sala junto a Mangel.

-¿Como te sientes?-preguntó Luzu.-Y por favor... no mientas.

-Me siento culpable, y vacío...-dijo-Me siento sin ganas de nada salvo de estar en mi casa.... acostado con una taza de chocolate caliente.

-¿Desde cuando estás así?

-Desde mi primera pelea con Lolito...

En eso Rubius pasa junto con Vegetta y se detiene en Mangel.

-¿Seguro?-preguntó en un tono burlón-Ya te digo yo, puede ser desde que mataste a Nieves. Pero ¿quien soy yo para decirte eso? Ah... claro, tú mejor amigo, perdón, tu ex mejor amigo.

Vegetta ponía todos sus esfuerzos por callar a Rubius. Que seguía echándole gasolina al fuego. Pronto las lágrimas de Mangel caían al suelo sin precipitación, soltando pequeños susurros para sí mismo. Al fin, Vegetta gano y saco a Rubius de esa habitación. Irían al cuarto de Samuel. Como es lógico, a discutir un poco, pero ese par se amaba, discutirían, pero una cosa lleva a una totalmente distinta.

Mangel salió de la casa de Vegetta. Llorando. Auron intentó detenerlo, pero Luzu lo detuvo. El joven de los anteojos necesitaba su espacio.

La noche del mismo día amenazaba con una corriente de aire que te movía el pelo y te despeinaba. Una noche perfecta para que Luzu y Auron salieran a caminar de la mano. Hablando de sus cosas. Hasta ahora no tenían un plan perfecto. Pronto vieron a Mangel salir de la casa de Merlon, llorando.

-Mierda ¿lo seguimos?-preguntó Auron.

-No se ¿vamos?

El joven desapareció. A lo que los dos chicos lo buscaron. Pero al final, era como si la tierra se lo hubiese tragado. Siguieron su camino. Llegaron hasta el bosque qué hay en casa de Rubén. Pronto notaron una sombra humana arriba, en la casa del árbol de Rubius. Subieron a toda prisa, se tardaron más de dos minutos, ya que esa maldita casa era muy alta.

Al estar en la cima, el aire era más violento. Pronto vieron quien era la sombra. No, Mangel era ese sujeto que veía al suelo.

-¿Que haces ahí?-exclamó Auron.- Te vas a caer.

-....

-¡Mangel, baja de ahí, por favor!-chillo Luzu.-¡Anda, ven con nosotros! Te ayudaremos.

-¿Eso no fue lo que dijeron?-exclamó Mangel, dando un pequeño paso para atrás, un paso a la muerte.-Me prometieron ayudarme ¿y qué pasó? Ellos se fueron por que los hacía sentir incomodos, por que me odian.

-¿Te digo por que lo hicieron?-grito Auron, ya que el aire le daba en toda la cara y apenas se escuchaba.-¡Ahorita tú estás débil, ellos no saben cómo lidiar contigo! ¡Pero yo si! Pronto todo volverá a ser como antes.-Auron estiró su mano.-Anda, Mangel. Nos tienes a todos, a Alex, a Luzu, a Lolito y a mi aún. Y te aseguro que los demás también te quieren, anda...

-¡No puedo!-gritó.-¿Por que no solo se van?

-¡Por que te queremos, Mangel!-sonrío Luzu, ya con lágrimas en los ojos-Anda, por favor, ven con nosotros.

-¿De que sirve? Hasta creo que Lolito me engaña...-expresó.

-¿Huh? ¡Él es capaz de ser un puto psicópata, pero es incapaz de dañarte! Anda... por favor, ven con nosotros. Pronto todo estará solucionado.

-¡No! ¡Merlon me quiere muerto!-grito Mangel con ira.- El me dio este consejo... me aconsejó dañarme.

-¿Y vas a dejar que un estúpido viejo calvo te maté? ¡No! Lo que tienes es que esforzarte por demostrarle de que eres capaz-Auron decía.-El gana con tu muerte, un guerrero muy poderoso con quien pelear ¿y nosotros? Perdemos a un amigo, perdemos muchas cosas. Eres un gran amigo, y anda.

-¡Traicione a Luzu! ¡Mate a la amiga de Rubius! ¡Lolito me engaña! ¿Que más necesito?

-¡Por favor, Mangel! Déjanos ayudarte...

Mangel se quedó en silencio, pensando en las palabras que le decían Luzu y Auron. Pronto corrió a abrazarles. Lloro durante minutos. Pronto bajaron de la casa del árbol. Caminaron a casa de Luzu, aún abrazando a Mangel. El chico era un luchador, había soportado muchas cosas, pero por suerte ya estaba en buenas manos. Auron se quedó hablando con Mangel. Mientras que Luzu les mando mensaje a todos.

Venid a mi casa rápido. Se los cuento acá.