Capitulo treinta

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Se levantaron cada uno a su tiempo, ni uno se vio al otro levantándose. Auron tendría un día complicado, ya que como psicólogo del pueblo tenía unas citas en espera. Hace mucho tiempo que él no daba consultas...desde Luzu, que fue a visitarle a la muralla. Parecía una eternidad. Se acordó de muchas cosas ¿Luzu al final le respondió? No, un silencio lo dejo ya que fue interrumpido por el "Rubegetta es real, al igual que LuzuPlay"

-Me cago en todo...-se susurró, caminando a los túneles.-¿Como se me fue a pasar?

Recibió un mensaje...era ¿Merlon? ¿Siquiera ese señor tenía celular de Auron? Ese tío era todo un acosador, malvado, lleno de odio...simplemente un ser repugnante. Ojo ¿eh? Invito a Lolito, Mangel y a Fargan a LA CASA DE AURON ¿quien se creía Merlon?

Al final tuvo que aceptar. Ya que amenazo...otra vez ¿en serio ese sería su pan de cada día? También me mando mensaje, agendando otra cita PARA TODOS los héroes, incluyéndose Merlon.

-Mierda...ahora tendré que escuchar a Merlon hablar...-hablo solo, su casa estaba desierta al entrar.

Se colocó su bata característica blanca, de doctor. Y unas gafas. Al final tendría la cita con el psicopata de Merlon. A primera hora tendría que atender a Fargan.

No tardo en llegar. Subieron a su consultorio. Cada consulta duraba al rededor de una hora a hora y media. Tomaron asiento.

-Buenas, señor David-dijo seriamente, su trabajo se lo tomaba enserio-Soy el doctor Raúl Álvarez.

-Buenas doc Auron-saludó Fargan.-Mira ¿te soy sincero? No te tomo enserio vestido así. Eres Auron pero vestido como psicólogo.

-Mi trabajo me lo tomo con seriedad-respondió Raúl.-Así que por favor, David, continúe usted.

-Vale...pues yo me llamo David, me gusta que me digan Fargan-balbuceó-Tengo algo sentimental con Willyrex, el loco del árbol-siguió-Mi pasión es poner minas en terrenos ajenos. Soy un policía, ayudante del comisario.

-A ver, me está diciendo que le encanta poner minas pero es agente de la ley ¿eso es cierto o escuche mal?

-No, no escucho mal-dijo David.-Me consideró un chico carismático, con secretos.

-¿Como cuáles?-una cosa que adoraba Auron, es que podía ser chismoso sin ser detectado, pero esos jugosos secretos se los guardaba para el.-Le recuerdo que estamos en confianza, todo lo que se diga aquí, se queda aquí.

-Hm...interesante-dijo el mayor.-Pues digamos que tengo una asociación muy importante en Karmaland.

-¿A si?-preguntó Raúl, muy curioso.-¿Como?

-Adivine, doctor Raúl-sonrío con malicia.

-Joder, Fargan, tío...

Se la pasaron toda la sección intentando adivinar que organización era esa de la que hablaba Fargan. Pero se rindió. Una nota mental para la cabeza de Auron, Fargan era un chico guay y todo, pero estaba loco. Mal de la cabeza. Por lo que le contó podía ser un demente total. Pero el chaval tenía buen corazón, hasta eso.

El siguiente en la lista negra, era Vegetta. Entre ellos dos ya no había tantos secretos. Sabía que su mejor amigo de Samuel era Lobo Nocturno...perdón, Lobo Nogtugno. Entraron y tomaron asiento en el consultorio.

-Buenas, Raúl-saludó.-Soy Samuel De Luque.

-Samuel...¿eh?-sonrío-¿Como esta, señor De Luque?

-Muy bien la verdad, solo que algo nervioso. Por lo de la boda con Doblas y por la construcción de mi casa. Que un amigo mío no la hizo simétrica...

Ese fue el tema de la reunión. Cómo Vegetta estaba loco por tener las cosas tal y como él las quería. Y él adoraba la simetría. Así que todo en su casa tenía que ser simétrico. Igual, estaba chivándole a Auron todo lo ilegal que pasaba en Karmaland. Al terminar su sección, el también estaba loco. Igual y por que se la pasaba muy solo en su isla flotante. Bueno, con Rubén. Pero aveces Rubén estaba más loco que todos los de Karmaland juntos.

La tercera consulta se la llevaría el alcalde. Lolito Fernández. Él está más loco que todos los de Karmaland. Podía ser un psicópata total. Había rumores, y confirmaciones de él mismo, que había matado a ciudadanos. Auron perdía la cabeza muchas veces con el alcalde ¿como fue que llegó al poder?

-¡Hola, doctor Raúl!-saludó feliz.

-Buenas, Lolito.-correspondió Auron.-¿como has estado?

-¡Pues mejor! Mangel ya duerme conmigo y no me deja en el suelo cuando voy a su casa, o el viene a la mía.

-¡Eso es un gran paso!-exclamó.

-Si, pero cuando va por el pan y se queda mucho tiempo hablando con el panadero me entran ganas de tomar el cuello del señor ese y arrancárselo y jugar golf con ella.

-Madre mía, Lolito ¿lo has hecho?

-Yo no...pero el panadero desapareció.

-¿Que dices?-pregunto.

-así es...

Por lo menos, Lolo ya estaba mejorando. Ya no era el psicópata que mataba a todo aquel que miraba a Mangel. Eso era un avance. Aún tenía celos pero pudo controlarlos. Eso era bueno, pero no quitaba las escenas traumantes que se imaginaba cuando Lolito se imaginaba cómo sería torturar a sus víctimas.

Su paciente favorito iba a llegar, Luzu. El tío estaba loco. Bueno, era un loco adorable. Se saludaron en un beso dulce en las mejillas. Entraron al consultorio. Empezaron a hablar, de cómo se sentía Luzu. Pronto la actitud de este se volvió un poco maniática...o mejor dicho, psicópata. Lo mismo que Lolito. Pero contra Merlon y los guardias corruptos. El chico podía llegar a estar tan loco como el alcalde ¿eso es posible?

-¿No crees que estás siendo un poco injusto?

-¿Estas del lado de Merlon o del nuestro?

-Del de ustedes....

-Eso me gusta, Auroncito...

Las mejillas del joven, por más naranjas que fueran, se tornaron rojo. Su piel se volvió muy dulce.

-Así se me antojan unos wafles con miel-dijo Luzu depositando un beso en las mejillas del joven.-Ya acabó la sección ¿nos vemos en mi casa para cenar?

-Claro que si, Luzu.

Nunca falta una sonrisa tonta al despedirse de ese chico. Miraba al horizonte. Seguía Mangel, después Rubius, Willy y Alex. Aún quedaba un día largo, apenas eran las 11 am. Más la de Merlon....acabaría como a las 8 de la noche.

Nada será igualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora