"No me juzgues por el lugar en el que me encuentro, pregunta hacía dónde va mi corazón... Siempre contigo. A pesar de que mi silencio te haga creer lo contrario, confía en mi, aunque mis actos te hagan dudar, escucha tu corazón... Si el destino así...
-Yo, Virginia Pepper Potts prometo amarte, honrarte y permanecer junto a ti en lo bueno, lo malo y en lo terrible. Prometo ser la esposa más comprensiva, estar a tu lado en la tristeza, pobreza y enfermedad. Prometo amarte con toda mi alma y mi corazón por toda la eternidad. Te amo, Tony... -Pepper le susurró esto último al pelinegro, sintiendo sus ojos humedecerse y robándole una dulce sonrisa a su futuro esposo.
-Yo, Anthony Stark me entrego a ti este día para compartir mi vida a tu lado. Puedes confiar en mi amor por ti, porque es real, más real e increíble que toda las cosas fascinantes que han salido de mi laboratorio. Prometo ser un esposo fiel, no más fiestas ni borracheras... Bueno no tantas... Juro compartir todo contigo y con ese pequeño Mini Stark que crece dentro de ti... Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad, te amo, Peps. -Tony adoró ver esos ojos verdes brillar como nunca antes, sin duda su nueva futura esposa era la chica más hermosa de toda aquélla pequeña fiesta.
-¡Ya bésala, hojalata!... -Gritó Barton desde su asiento, causando que Laura le diera un golpe en el hombro con la palma de su mano y que todos los presentes soltaran una carcajada divertida.
-No arruines mi momento, Legolas... -Tony lo miró mal mientras Pepper sonreía y apretaba sus manos para que dejara de pelear.
-Los anillos... -Solicitó el oficiante de aquella ceremonia.
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Todos los presentes buscaron a los padrinos de anillos entre los invitados hasta de Steve y Nat se levantaron de sus asientos y caminaron sobre la alfombra de terciopelo pelo blanco que creaba un caminó hasta el altar de flores en donde se encontraban los novios.
-No las olvidaste ¿cierto? Capipaleta. -Preguntó un nervioso Tony mientras Nat sonreía al ver al millonario tan nervioso.
-Jamás lo haría, Tony. Estoy muy feliz de forma parte de este evento tan histórico. Muchas felicidades a ambos. -Rogers recibió de Nat una linda cajita de cristal en la que reposaban las argollas.
-Me alegro mucho por ti Pepps, finalmente alguien conseguirá detener las locuras de Tony. -La rusa bromeó haciendo que Stark la mirase con los ojos entrecerrados.
-Gracias chicos y muchas felicidades Nat... Steve... Tony ya me contó, estoy tan feliz por ambos. Pronto veremos pequeñas huellitas de lodo marcadas por toda la casa. -Los cuatro soltaron una risa de ilusión y emoción, la cual fue interrumpida por un carraspeo que soltó el hombre que estaba llevando a cabo aquella unión.
-¿Listos? -Preguntó mientras todos los invitados se miraban unos a otros sin entender tantos susurros entre aquel grupo de héroes.
-Bien, listos... -Tony tomó una gran bocanada de aire, no podía esperar más tiempo por hacer a Pepps su esposa.
-Haremos la entrega de la sortijas para que esta unión se de por concluida. -Le dijo el hombre.
-Yo, Tony Stark. Te entrego a ti, el amor de mi vida esta sortija en prueba de mi gran amor por ti y fidelidad a lo que nació un día de desvelos en unos de los laboratorios de mi mansión. -Tony tomó la mano de su chica quien se estaba cubriendo la boca con su otra mano libre para evitar que sus sollozos de emoción salieran tan fuertes.
