LOVE AFTER THE LISTS

CAP 18 DESPEDIDAS

-Noche difícil ¿no? Creí que nunca saldrían de la habitación... -Habló Bobbi cuando vió a ambos vengadores asomarse a la cocina...

-Nos iremos en unos minutos... -Le dijo Nat, observando lo que la rubia tenía entre las manos... Estaba preparando unos deliciosos waffles, el estómago de Nat reaccionó automáticamente, gruñendo de hambre. Llevaba días sin comer algo más que no fuese sándwiches o cereal.

-¿No se quedarán a desayunar? -Se escuchó otra voz provenir del pasillo, era Yelena quien venía caminando con Viktor en brazos.

-No creo que sea conveniente. -Respondió la rusa, frunciendo el ceño un tanto incómoda.

-Debes comer algo, Nat. -Le susurró el Cap en tono preocupado, llamando la atención de los ahora presentes en la cocina.

-Entonces no se diga más... Desayunaremos waffles y malteadas de chocolate... -Espetó Morse alegre, seguida de varios aplausos que dió Viktor entre los brazos de su madre, quien no tardó en bajarlo al suelo.

-Bien. -Bufó Nat un tanto inconforme.

-Capitán America... -Extendió Viktor sus brazos al llegar hasta el rubio y pararse justo frente él para que lo cargara.

-¿Habla inglés? -Se sorprendió Nat al escucharlo hablar, pero no sabía que era más impresionante... Si el hecho de que hablara inglés o de que supiera quién era el hombre junto a ella.

-Trabajamos en eso... -Respondió Belova, caminando junto a Bobbi para ayudarla con el desayuno.

-¿Cómo sabe quien soy? -Preguntó el Cap mientras bajaba sus brazos para levantarlo del suelo y cargar al niño rubio.

-Bobbi... -Le dió la rusa rubia un fuerte golpe en la nuca a la mujer junto a ella, quien se quejó para luego reír a carcajadas.

-¿Quién no podría conocer al gran Capitán America? -Se burló Morse mientras servía los platos con waffles y preparaba la tabla para picar algo de fruta.

Steve caminó con Viktor en brazos hasta la encimera de la cocina para sentarlo ahí mientras él tomaba asiento en uno de los banquitos de madera. El pequeño rubio no tardó en abordar a Steve, comenzado a jugar con sus mejillas rasposas, tocando con sus pequeñas manitas su nariz y el contorno de su rostro, llevando sus dedos hasta sus ojos para abrirlos más y observar con curiosidad su color azul...

Rogers no dudó en girar su rostro en dirección a Nat en busca de ayuda... Pero ella simplemente se plantó desde su lugar a mirar aquélla tierna escena, sintiéndose momentáneamente fuera de lugar... Imaginar a Steve de padre simplemente era lo más dulce que pudiese tener en mente... Cuidando de un pequeñito o pequeñita, cambiando pañales, dándole biberón, jugando, riendo, haciéndole cosquillas en la pancita, cantándole para que duerma o haciéndole peinados extraños en la ducha, llenándolo de besos, amando a un pequeñito ser de ambos... Imaginarlo de esa forma era adorable y a la vez terriblemente doloroso.

-¿Papá ? ¿Eres mi papá? -Preguntó Viktor con una gran sonrisa en los labios, haciendo que Steve palideciera enseguida.

-Necesito ayuda... -Murmuró el americano con nerviosismo, ganándose 2 pares de ojos divertidos sobre él, mientras Natasha se hundía en su propia miseria... Nunca podría darle algo parecido a Steve y eso simplemente le partía el corazón hasta asfixiarla.