Bajo las Heridas

6.

Hilary:

—Sí, es cierto, es de oro.—Dice el dueño de la tienda de empeño mientras analiza el collar, se quita los lentes especiales y me observa.—¿Por qué quieres deshacerte de un objeto tan valioso como este?

—Necesito el dinero.

Listo y sencillo.

—Bueno.—Revisa debajo de su escritorio y coloca un fajo de billetes frente a la mesa.

Son 5 de hecho.

¿Tanto vale esta cosa?

—Si deseas puedo darte la mitad y después puedes volver por él.

—No, lo quiero todo.

Se encoje de hombros.—Como quieras, nena.

Saca otros cinco fajo de billetes, sonrio al ver la cantidad y lo guardo en mi bolsa.

—Tienes quizás unos tres meses si lo quieres de regreso, a menos que algún cliente me ofrezca una buena cantidad por el.—Me dice sonriendo.—Si cambias de opinión, puedes regresar por él.

Lo pone en la vitrina principal para exhibirlo frente a cualquier persona que entre a la tienda.

—No será necesario.—Respondo yo.—Haga lo que quiera con él, ya tengo lo que necesito.

(*)

Estoy en el departamento de Dereck, desnuda en su cuarto, su cama y entre sus sabanas, es todo de ensueño, el olor que emana es increíble y nunca antes había visto un lugar tan precioso.

Es todo un departamento de soltero.

Este lugar es.. es todo lo que necesitamos Lily y yo.

Y mi vida, gracias a que este hombre ingenuo y adorable entro en ella, mi vida constante de trabajo se ha acabado, soportar todo lo que tenía que soportar, entre insultos o incluso arriesgarme a los tipos de clientes que me tocaran.

Todo para servir solo a uno.

A un hombre caballero, genial y amable tanto como ingenuo y ridículamente romántico, cualquier chica estaría encantada y posiblemente de estar en una posición como las suyas con un pensamiento retrograda, yo estaría igual.