Bajo las Heridas

26.

Hilary:

Dereck se queda a dormir esa noche.

Y solo dormimos, sus manos me acarician, pero no pasamos de eso y respeto lo que hace por mí.

—¿No puedes dormir?

Niego. —Tú tampoco... ¿Por qué?

—Estoy pensando.

Sonrio despacio. —¿Sobre el juicio?

Dereck asiente.

—Si y creo que encontré una solución hace unos minutos.

Alzo una ceja.

—¿Y por qué no dices que...?

—Porque probablemente te espantes.

Abro los ojos sorprendida.

—¿Es malo?

—Depende de ti.

—Dereck...

Él se sienta sobre la cama y yo también, me acerco a él y le cuesta mirarme, pero lo hace.

Sus ojos azules van de mis ojos a mis labios y cuando me besa, lo recibo, cojo su rostro con mis manos y le devuelvo el beso.

Es delicado y lento.

Se aparta y junta su frente a la mía.

—Cásate conmigo.

Abro los ojos. —¿Qué?

Sonrio y él retira su frente.

—¿Qué has..?

—Que te cases conmigo. —Repite y niega. —Si lo hacemos quizá tengamos una oportunidad.

Niego confundida. —Dereck.

—Tu eres la madre y si vemos las posibilidades es posible que tenga razón. —Dice y yo bajo la mirada. —Dudo mucho que le den la custodia a un hombre que recién se está rehabilitando y tú.

—Pueden quitármela, lo sé. ¿Pero cómo eso..

—Si nos casamos podemos tener una posibilidad..

No cuento con el apoyo de mi madre y no tenemos más familia, si nos rechazan la custodia a ambos, Lily ira a una casa hogar.

—¿Crees que...

—Sí, lo creo y si no funciona, yo mismo solicitare la custodia de Lily.

Los ojos se me llenan de lágrimas. —Dereck.

—¿Qué dices, Hilary?. —Me pregunta sonriendo. —No tengo un anillo aquí mismo.. pero ...¿Te casarías conmigo?

Mis labios se separan.

—No.

Dereck me observa con los ojos abiertos.

Mis labios se cierran.

—No quiero casarme solo por esa razón.

—Hilary, si no...

—Quiero casarme contigo por Lily.. —Respondo interrumpiéndolo. —Y porque te amo.

Los ojos de Dereck me observan sorprendidos.

Con una sonrisa, pregunta. —¿Qué dijiste?

—Que quiero casarme contigo.

—No, después de eso. —Me dice provocando que sonría.

Increíble que desee escuchar más lo segundo.

Con una sonrisa, lo confieso una vez más. —Que te amo, Dereck.

Su expresión es única y creo que esperaba que él también iba a ser el primero que lo dijera, pero creo que después de tantas oportunidades.

Quien debe sorprenderse es el.

—Te amo, Dereck Clark.

Hola...

No.

Yo creo que no será tan simple MUAJAJJAJAJA

Solo nos quedan cuatro capítulos.

Nos leemos.

>>Yiemir.