Dereck:
—Dereck...voy a correrme.—Agitada y sexy, caliente y sucia, así la tengo debajo de mi mientras mi polla no deja de entrar y salir de su húmeda vagina.
Hilary cierra los ojos y una O se forma en sus labios.
—¡Sii, Dios, sii..!.—Continua gritando en cada ultima embestida que le dedico.—¡Oh joder, me encanta! ¡Más duro, Dereck!
Rueda los ojos y sus manos se resbalan por mi espalda como si mi sudor fuera mantequilla, me clava las uñas en busca de un mejor sostén y mis caderas resuenan al encontrarse una y otra vez con las suyas mientras me sujeto del respaldar de la cama para facilitarme el ritmo.
Gruño y cambio de postura, dejo que se recueste mientras levanta las piernas y las coloca hasta llegar los tobillos a ambos lados de mis hombros, apoyo las rodillas en el colchón separandolas y me hundo y salgo con rapidez.
Ella pierde la razón, su espalda se arque y comienza a gemir tanto rico que logra mantener mi polla más dura de la que ya estaba.
—¡Oh, jodeerrrrr!
Sus ojos se abren y me miran, vuelvo a aplastarla con mi cuerpo y nos abrazamos, me froto dentro de ella y ella hace lo mismo, su vagina recibiendo mi polla con ganas, apretando sus paredes hasta dejar atrapado mi erección, la fricción que provoca me vuela la cabeza y no puedo parar, levanto el trasero y la vuelvo a meter.
—Dereck, dios mio..—Lloriquea.—Dereck, Dereck..
Me encanta escucharla gemir mi nombre mientras está a punto de correrse.
—¡Oh...!¡Ahhh...!—Grita con fuerza.—No creo... ¡Oh dios..!
Doy una estocada fuerte y su cuerpo se mueve hacia adelante, ella me mira con una sonrisa y se corre.
Hago lo mismo, lleno el condón y me quedo dentro de ella hasta que puedo moverme, una vez lograrlo, me dejo caer a su lado.
—Dios mío..—La escucho suspirar.—Dereck...
Suspira.
—Eso estuvo muy rico.—Dice sonriendo.
Se acuesta de lado y estira la mano hasta mi estómago, la baja a mi polla y me acaricia las bolas.
—No imaginas cuanto me encanto.
—Y a mí.—Confieso.
Me sonríe y cuando creo que va a masturbarme, ella toma la posición que tanto le encanta y se sube sobre mí, no antes de deshacerse del preservativo y arrojarlo en el tacho, para ir en busca de otro.
Pasa las manos por mi larga y de vuelta, mi dura polla, me mira con una expresión que me calienta y abre el sobre del preservativo con sus dientes.
Joder.
Sé que lo debió haber hecho muchas veces antes, pero me calienta.
Hilary me coloca el preservativo como toda una experta y me acaricia la erección tocando desde abajo hasta arriba con los dedos, se lame los labios provocándome y me sonríe.
—Otra vez esta dura.
Se acomoda arriba.
—Me encanta ponerte duro, Dereck.—Retira el cabello hacia atrás haciéndose un moño para dejarme una vista amplia de sus pechos, los cuales no dudo en sostener y no logro cubrir por completo con mis dedos por lo grandes que son.
Hilary echa la cabeza hacia atrás y disfruta de mi toque, su boca se abre y gime, disfruta que la toque mucho.
Bajo las manos en su vientre y su estómago se encoje, pero vuelvo a subirlas a sus pechos, me mira con una sonrisa y acto seguido, levanta el trasero y se hunde de un solo golpe.

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Bajo las Heridas
RomanceCuando el caballero y elegante Dereck Clark ingreso a un prostíbulo, no imagino que quedaría atrapado en los intensos ojos azules de Hilary Morgan. La personalidad explosiva de Hilary era todo lo que su personalidad calmada necesitaba para descontr...